August Wolfstieg recoge más de 50.000 títulos de libros sobre la masonería en los tres volúmenes de su Bibliographie der freimauerischen Literatur, publicados en 1911-1913. Su reedición en Hildesheim (año 1967) incluye un cuarto volumen con el suplemento elaborado por Beyer. Desde 1967 se ha incrementado considerablemente el número de estudios sobre la masonería. Alguien puede pensar que la obra de Ricardo de la Cierva será una de tantas y despacharla con una recensión anodina. De intento he dejado transcurrir un año para comprobar las reacciones y su tono. No me he equivocado al suponer que iban a ser escasas y como con recelo, por no decir temor, a reconocer los méritos de esta obra, así como la valentía del autor, su honradez y su afán por buscar y encontrar la verdad con una metodología concorde con el rigor científico en la medida de lo posible mientras se adentra ‘en un campo sembrado de minas’ (p. 4), en ‘la oscuridad visible’ como llama a la masonería el ritual de su tercer grado, título también de un excelente estudio [2].
I. ALGUNAS PRECISIONES LÉXICAS
Antes de tratar de algo, cuyo léxico y semántica no son comunes a todos los hablantes, es preciso acotar el valor y los matices semánticos de las palabras que se van a usar. De otro modo los hablantes se exponen a un diálogo entre sordos o -más acertado- a hablar el mismo idioma en el plano de los significantes, pero distinto en el de los significados, es decir, están condenados a precipitarse en una algarabía y no entenderse, incluso aun supuesta la mejor buena voluntad.
Al menos desde el s. III a. C. se usó el griego laikós, laiké, laikón para designar lo perteneciente al laós = ‘pueblo’, presente ya en los poemas homéricos (s. VIII a. C.). Su derivado laicus, laica, laicum fue introducido en el latín por los cristianos en las últimas décadas del s. II d. C. Pero muy pronto se generalizó el empleo de la terminación masculina válida o aplicable también para el femenino. Por eso pasó a las lenguas romances, concretamente al castellano, en la época medieval en su forma derivada: ‘lego’ [3], que designa a los monjes o religiosos no clérigos. Es muy raro el uso del femenino ‘lega’ .En época tardía (s. XIX) se introdujo el cultismo ‘laicismo’ con un significado extraño y hasta hostil a su uso cristiano y al cristianismo mismo, así como incluso a lo meramente religioso, sagrado, sea cristiano o no. Es el conservado por el femenino ‘laica(s)’: ‘escuela laica, enseñanza laica, constitución laica, leyes laicas’. Pero, recuperado ya el sentido cristiano del masculino ‘laico(s)’, ha sonado la hora de hacer lo mismo con el femenino ‘laica’. Su significado no cristiano ni religioso e incluso anticristiano y antirreligioso corresponde a ‘laicista ‘ que, además, ofrece la ventaja de ser un caso de lenguaje inclusivo (abarcante del masculino y del femenino) tan caro a las feministas radicales. No obstante, tengo la certeza de que los laicistas o participantes del laicismo, término masónico en cuanto a su significado al menos en su origen, no están dispuestos a llegar a un acuerdo.
La misma disparidad se observa en el uso de los abstractos correspondientes: ‘laicidad, laicismo’. En el léxico católico y en general en el cristiano ‘laicismo’ (intento de recluir lo cristiano y lo religioso en el foro de la conciencia individual y de los templos y aledaños) y ‘secularismo’ (la visión agnóstica de lo temporal y terreno) se contraponen a ‘secularidad’ y ‘laicidad’ que proclaman la autonomía de lo temporal (realidades y actividades socio-políticas, culturales, sindicales, económicas, profesionales) respecto de lo ‘eclesiástico’ o clerical, no de Dios ni de lo divino como pretenden el secularismo y el laicismo. La laicidad se opone al clericalismo (mangoneo de los clérigos en ámbitos profanos que no son de su incumbencia específica), pero no rompe ni deshilacha su ligazón con Dios ni con lo divino o, si se trata de católicos, con la Iglesia y con lo ‘eclesial’. La laicidad y la secularidad, como la unidad, la apostolicidad, la historicidad, etc., son notas de la Iglesia católica; el laicismo, el secularismo, el historicismo, etc., son sus deformaciones.
La masonería tiende a usar ‘laico, laica, laicidad ‘ y sus correspondientes en las lenguas romances con el significado de ‘laicista, laicismo’, Piénsese, por ejemplo, en ‘la filosofía humanismo laico’, base de la Fundación Cives (p. 180), en la Confédération générale des oeuvres laïques, de las que se habla más tarde; también en el Institut d’ Étude des Religions et de la Laïcité de la masónica Universidad Libre de Bruselas. Una de sus revistas más representativa se titula ‘Latomus’, palabra latina que significa ‘cantero, albañil, masón’.
Al leer este y otros términos conviene tener presente que la polisemia, o pluralidad de significados, es una propiedad de todas las palabras. Para descubrir su significado preciso en cada texto, es preciso conocerlas no aisladas, como leídas en un diccionario, sino enmarcadas en su contexto con todas sus ondas. En 1951 se celebró en Montevideo (Uruguay) el Primer Congreso Internacional de Laicidad, ‘auspiciado por la masonería de Argentina y de Uruguay [4]‘.
El Gran Oriente de Francia ha instituido un ‘Observatorio Internacional de la Laicidad contra el clericalismo, el integrismo y el dogmatismo. Y ha elaborado un Libro Blanco de la Laicidad, concepto que dice haberse institucionalizado en Francia desde 1905. Se apoya sobre dos pilares: la libertad absoluta de conciencia y la separación total de la Iglesia y del Estado… Todo se concreta, como antaño, en la educación laica y libre’ (p, 423 5)
II. LA REALIDAD ‘INVISIBLE’ DE LA MASONERÍA Y SUS VERTIENTES
No pocas realidades conjugan una doble vertiente, la visible y la invisible, que son como el cuerpo y el espíritu, constitutivos del ser humano. La peculiar importancia de lo invisible en la doble dimensión psicosomática es, si cabe, mucho mayor en la masonería por su condición ‘discreta’ según el léxico masónico o ‘secreta’ como traducen tanto el vulgo como los expertos no masones. Precisamente el autor trata de describir y descubrir la vertiente invisible, siguiendo el consejo de León XIII: ‘Arrancad su máscara a los masones’. ‘La masonería desenmascarada’ se titula otro estudio [6].
Dada la complejidad y amplitud de la obra, esta nota bibliográfica va a quedar reducida a desentrañar el adjetivo ‘invisible’ del título y poco más. El autor habla de ‘Masonería Visible e Invisible’ al mismo tiempo que dentro de la Visible diferencia dos vertientes, a saber, la de la ‘Masonería aparente’ y la de la ‘Masonería real’. Por ‘Masonería aparente’ entiende ‘las logias, las ceremonias, ornamentos y ritos en los que aparentemente se centra la actividad masónica ‘, o sea, ‘lo que la masonería dice ser’. En cambio, vincula ‘la masonería real’ con su ‘poder histórico, estratégico, social y político’, es decir, ‘lo que realmente es’. Califica a ambas de ‘visibles’ porque, si bien ‘la Masonería real puede estar oculta y de hecho así se encuentra muchas veces’, sin embargo ‘podemos indagar sobre ella, descubrirla, por eso es visible a la investigación’. Al contrario, ‘la Masonería Invisible’ es ‘una configuración masónica más difícil de detectar y hasta de definir, pero que intentaremos revelar a nuestros lectores, una vez conseguidas las rutas de acceso y los puntos de observación que nos permitan captar sus secretos’. Con sus palabras, la Invisible comprende la Masonería ‘satanista ‘ y la ‘mundialista ‘ (p. 372).
Respeto esta clasificación del autor. Pero casi siempre resulta difícil deslindar en la masonería ‘lo aparente’ de ‘lo real ‘, ni esto, en cuanto ‘visible’ a la luz de los sentidos y de la investigación, de lo ‘invisible’. Prefiero considerar todo como partes o pasos que tratan de adentrarse en la obscuridad de la masonería cada vez más invisible. He aquí una serie de síntomas convergentes en la misma dirección y, por lo mismo, demostrativos de la ‘invisibilidad’ masónica.
1.LA SIMBOLOGÍA MASÓNICA
Todo lo humano rebosa simbolismo; mucho más lo masónico. En una de las visitas de Ricardo de la Cierva a una exposición en la que se escenificaba una logia con sus tres columnas en la sede del Grande Oriente Francés (París) la ‘guía me explicaba que las tres columnas se referían a la Masonería visible, pero que existía allí mismo una cuarta columna sólo visible a la luz masónica que naturalmente yo no poseía. ‘Entonces -le pregunté, dado su altogrado en la Orden- ¿usted la ve?’ Sin vacilar me respondió: ‘Naturalmente, aunque sólo en el plano de los símbolos” (p. 352). He aquí algunas de sus manifestaciones.
1.1. Los símbolos verbales
a) La jerga masónica
La palabra, por su misma etimología, es una ‘parábola (> gr. parabolé)’ o ‘lo lanzado hacia fuera’, una ‘proyección’ exterior, sensible, de lo mental y, a la vez, una referencia a lo invisible. Como todos los signos, consta de significante y significado. El significante es lo audible de la palabra pronunciada y lo visible de la escrita. El significado es como el alma encarnada en el cuerpo o significante; se estructura en varios estratos: el conceptual, el psíquico-afectivo, el simbólico cultural. Las palabras ‘masón, masonería’, tecnicismos de origen francés/inglés, incorporados ya al léxico español, originariamente significaban ‘albañil, albañilería’, alusión evidente a la ‘masonería operaria ‘ o constructora de catedrales, monasterios e iglesias en el Medioevo. Los albañiles, sobre todo los cualificados, estaban organizados en cofradías de impronta cristiana que celebraban las fiestas de sus santos patronos, participando en una Misa, en la comida de confraternización, etc. A lo largo del s. XVII fueron ‘aceptados’ otros profesionales (abogados, cirujanos, mercaderes, filósofos, etc.) que, con el tiempo, se impusieron de modo exclusivo.
Así se incubó la ‘masonería especulativa’, o sea, la masonería actual, cuya partida de nacimiento fue expedida el 24 de junio del año 1717. Desde entonces ‘masón, masonería ‘ son palabras dotadas de un significado metafórico, técnico.
Todas las palabras, usadas o no por la masonería, son símbolos o signos compuestos de significante y de significado. Pero la simbología de algunas es específicamente masónica en cuanto solo son inteligibles desde la jerga o lengua especial de un grupo social diferenciado, el masónico. Prescindo ahora de su alfabeto que llama la atención por su sencillez, la facilidad de su memorización y el juego de las mismas figuras geométricas con o sin punto, así como por el predominio de dos tan masónicas como la escuadra y el triángulo [7]. Me refiero a tecnicismos o palabras portadoras de un valor semántico de curso legal sólo en el ámbito masónico, por ejemplo: ‘valle’ = cada región o subdivisión de una nación, ‘tenida’ = reunión reservada a los masones, ‘tenida blanca’ = reunión masónica a la que pueden asistir uno o más no masones, ‘tronco de proposiciones’ = caja cerrada en la que los masones depositan las ‘planchas, piezas de arquitectura’, o sea, los trabajos intelectuales (cartas, artículos, documentos escritos) ordinariamente leídos y corregidos en las tenidas y que a veces se publican en los periódicos; ‘alzar’ y ‘abatir columnas’ = la apertura o clausura de los trabajos en la logia conforme al ritual, ‘durmiente’ = el masón que obra como si no lo fuera, pues no cumple con sus obligaciones (no asiste a las reuniones, etc.) [8]; ‘pólvora’ = licores, ‘llana’ = cuchara (‘pala’ en algunos ritos), ‘recibir la Luz’ = ser iniciado en la masonería, ‘de los pasos perdidos’ = pasillo o vestíbulo de la logia, en el cual no puede hablarse de religión ni de política, etc. ¿Quién ha puesto este nombre al pasillo de acceso al hemiciclo del Congreso de los Diputados españoles (Madrid)?
b) La ‘palabra perdida’
Si todas las palabras de cualquier idioma son simbólicas, mucho más las masónicas, y, entre todas ellas, la llamada ‘palabra perdida’, clave de las creencias religiosas de los masones, sobre todo en la masonería ‘regular’, la nacida en 1717, llamada así porque ‘se regula’ por unas normas y principios de obligado cumplimiento (los Landmarks = ‘mojones’), conocida también como ‘masonería inglesa, Grandes Logias’. En la mitología tradicional de la masonecia la palabra perdida se refiere a los secretos del arquitecto del templo de Jerusalén: Hiram Abiff, que se habría perdido cuando este fue asesinado. El rey Salomón habría ordenado reemplazar la palabra perdida por otras provisionales. Figura en el rito iniciático del Arco Real [9]. La palabra perdida, encontrada por la masonería, sería el verdadero nombre propio de Dios, nombre sincrético y pagano: JAHBULON, compuesto de JAH (nombre hebreo: Yahweh y caldeo de Dios), BUL (abreviatura siriaca de ‘Baal’, joven dios mistérico cananeo, que significa ‘Señor, Poderoso’) y ON (palabra egipcia, abreviatura de Osiris-Apis en la religión telúrico-mistérica de Isis en el antiguo Egipto). Un caso paradigmático de sincretismo religioso, concorde con el talante de la masonería, empeñado en descubrir y aceptar lo común a todas las religiones. Al ser descubierta la palabra perdida de la masonería por Hannah, Knight, etc., y quedar patente su incompatibilidad con el cristianismo, la masonería regular, abrumada por las críticas, ‘recomienda al Supremo Capítulo la supresión en el ritual de toda referencia a la palabra (perdida: Jahbulon)’ en el año 1989, si bien se ha conservado en varios ritos y rituales. ¿Pero es verdad que la han substituido por ‘ Jehová’, el nombre de Dios en el judaísmo? ¿Si lo es, la han seguido todas las Grandes Logias (al menos 160) vinculadas a la inglesa? Pero ‘la trama paganizante y neognóstica de los Rituales masónicos se mantenía prácticamente completa, incluso en el resto del Ritual mutilado (p. 399)’. ‘Mientras invocar el nombre falso de Dios es idolatría, invocar falsamente el nombre de Dios verdadero es blasfemia ‘ (Clifford Longley) (p. 390).
1.2. Los símbolos gestuales
Se llama ‘retejar’ la forma peculiar de saludarse, específica de los masones, o de reconocerse en y fuera de la logia, mediante los ‘toques’ (dar con el dedo pulgar de la mano derecha tres golpecitos en la primera falange del índice del otro, real o supuesto masón) mientras se le estrecha la mano. En la iniciación del primer grado el Maestro explica este y otros gestos (asentimiento o promesa, orden, etc.) con o sin palabras. Está comprobado que la señal de détresse, o ‘de desamparo y socorro’ (mano perpendicular y pegada a la garganta, etc.), por la cual se pide auxilio a otros masones, ha sido eficaz tanto en tiempo de guerra como de paz, aunque para ello hayan tenido que ser violadas las leyes civiles[10].
1.3. Los símbolos cósicos de la masonería
En la masonería, además de los verbales, abundan los cósicos, o sea, las cosas u objetos cargados de valencias simbólicas. Baste enunciar los principales:
-La escuadra, el triángulo, la plomada
-El mandil o delantal, simbólico del ‘trabajo’ (masónico) con sus signos distintos en los diferentes grados (dos, tres rosetas azules en los grados 2º y 3°; la tau griega invertida en los demás grados, etc.).
-Las llamadas ‘joyas’, es decir las insignias características de cada cargo.
-El suelo ajedrezado, las columnas, los 3 grandes candelabros, el friso adornado por un cordel con nudos, el hemiciclo de bóveda azulada y estrellada (7 estrellas), al cual se asciende por 3 peldaños, el mallete o mazo, una espada flamígera, un peñasco o piedra, [11] etc., de la ‘logia, templo o cámara’, o sea, la sala o lugar en reunión.
1.4. Los ritos
De ordinario el rito comprende tanto el mito, la palabra, el relato, como la acción, los gestos; designa la ceremonia completa. En la masonería se llama ‘Rito’ al sistema de reglas, preceptos, de acuerdo con los cuales se practican o realizan las ceremonias y se comunican las instrucciones de los grados. Los ritos son o pueden ser comunes a varias Obediencias [12] masónicas. Cada rito está estructurado en un número determinado de grados, si bien son esenciales los tres primeros (aprendiz, compañero, maestro), sin los cuales propiamente no hay masonería. Según la Declaración de la Conferencia Episcopal de Alemania[13], las palabras y los gestos simbólicos de los rituales masónicos son de signo ‘sacramental’ , o sea, eficaces por sí mismos en orden a lograr su significado, a saber, la auténtica transformación del hombre: La espiritualidad de la masonería se fundamenta en los ritos y símbolos masónicos, no en creencias dogmáticas, absolutas y reveladas, ni en la acción y gracia divinas.
Los ritos son un entramado de símbolos. Ya en la preparación de la iniciación ‘el Guardián Exterior despoja al candidato de su chaqueta, chaleco, corbata y de todos los artículos de metal que lleve… Su camisa se desabrocha y se abre para dejar el pecho izquierdo al descubierto; el guante derecho se enrolla sobre el codo. La pernera izquierda de su pantalón se enrolla sobre la rodilla. Se le quita el zapato derecho y se le sustituye por una zapatilla. Se le coloca alrededor del cuello un cordón anudado…Se cubren los ojos con un capuchón’. Dados los golpes estatuidos en la puerta e iniciada la marcha, el candidato debe ‘andar colocando los pies en forma de escuadra’, etc. Basta leer el texto del rito de iniciación para captar cómo todo el rito está entretejido de simbología [14]. Lo mismo puede afirmarse de su interpretación de la historia en clave masónica en las Constituciones originarias, las de Anderson (año 1723). He aquí algunos epígrafes o títulos de sendos capítulos: ‘El Gran Arquitecto y Adán, el primer masón’, ‘el arca masónica de Noé’, ‘Abraham, el Transmisor del Arte (= Masonería)’, ‘Israel, pueblo masónico’, ‘Moisés, Gran maestro Masón’, etc. [15].
La simbología masónica es como un idioma distinto del hablado en la vida ordinaria o fuera del contexto masónico. Quien desconoce el inglés no capta el sentido de lo escrito en dicha lengua aunque sepa deletrear sus signos o letras por ser latinas, no sánscritas ni hebreas. Lo mismo acaece con la compleja simbología masónica.
2. LA ESCALA DE LOS GRADOS EN LA MASONERÍA
Los grados son como peldaños en el camino de iniciación y de ascenso hacia el vértice de la pirámide, hacia la cima de la perfección masónica. Los tres primeros, los llamados ‘simbólicos o masonería azul’ en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a saber, ‘Aprendiz, Compañero y Maestro’, designaciones idénticas a las de los grados o categorías profesionales de los gremios medievales de la construcción, son el cimiento de la masonería y uno de los Landmarks en la masonería regular de suerte que, si faltan, no puede llamarse masonería. Los masones del primer grado conocen solo lo relacionado con él e ignoran lo de los restantes grados, a saber, 33 en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que es con mucho el más extendido, 90 grados el Rito Misraim, 9 el Rito de York, etc. Por tanto, para la mayoría de los iniciados queda invisible una parte mayor o menor de los grados y de la masonería. De los aproximadamente 3.000 masones, existentes ahora en España, solo unos 250 se hallan en la cima del grado 33º. No sin razón, una de las máximas autoridades masónicas ‘Albert Pike reconoce que en los rituales de los primeros grados la propia Masonería engaña a sus adeptos para luego revelarles la verdad en los grados superiores’ (p. 4).
No obstante, un masón grado 33, León Zeldis, ‘gran figura de la masonería regular de Israel’ se lamenta de la degradación de la masonería en las últimas décadas. Entre otras causas, que deben remediarse con urgencia, destaca el hecho lamentable de que ‘las Grandes Logias practican una política de puertas abiertas,… y organizan reuniones multitudinarias de iniciación que un día confieren los tres primeros grados a una gran cantidad de candidatos y al día siguiente les inician en los Altos Grados hasta el 32′ (pp. 636-638).
3. LAS LOGIAS ENCUBIERTAS
Se llaman así las logias cuya existencia es conocida solamente por los masones pertenecientes a las mismas y a los grados superiores (30º-33º). Sus miembros suelen ser personalidades del ámbito político, literario, militar, etc., que de esa forma infiltran la concepción masónica más fácil y eficazmente en su entorno socio-cultural. Las logias encubiertas son como la espina dorsal de la masonería por su influjo, tan eficaz como invisible, en el organismo socio-político, cultural y ético-moral. En ellas las personas más representativas e influyentes están agazapadas y dispuestas a lanzarse, si reciben la orden. La búsqueda de un alijo de droga, guardada en una logia en Calabria (Italia), permitió ‘descubrir 26 logias masónicas. De ellas solo 4 eran conocidas; las 22 restantes eran logias encubiertas’ [16]. Sería interesante un estudio que estableciera la proporción entre los políticos, profesores, periodistas, jueces, etc., masones y no masones en esa región (la punta de la bota italiana) con algo más de dos millones de habitantes.
Todas las obediencias masónicas tienen logias encubiertas. En España, la Logia Europa (Barcelona), integrada en la Gran Logia o masonería regular, está formada especialmente por políticos sobre todo del PSOE. Los masones camuflados de CIU pertenecen más bien a la logia encubierta de la Gran Logia Simbólica o masonería irregular. En el año 2002 un masón de los grados altos me preguntó: ¿Por qué, en su Diccionario, habla de logias encubiertas tanto del PSOE como de CIU, pero nada dice del PP? Dígame nombres y su logia figurará en la próxima edición. Espero confirmar por otra fuente la condición masónica de los tres altos cargos del PP, cuyos nombres y apellidos pronunció. Tengo como norma no escribir nada comprometido de la masonería a no ser que me conste al menos por dos fuentes consideradas por mí como fidedignas.
De la Cierva habla de la Logia Propaganda Due (P2), la de Licio Gelli, logia encubierta del Grande Oriente (masonería irregular) (pp.204-249) y hasta pone la lista (nombre, profesión, etc.) de 922 miembros (pp. 213-238). Entre ellos figura Silvio Berlusconi (actual jefe del gobierno italiano), Roberto Calvi (presidente del Banco Ambrosiano), el banquero Michele Sindona, etc. Cuando fue descubierta por la policía italiana, entre los afiliados a la P2 había 3 miembros del Gobierno italiano, 43 del Parlamento, 54 altos funcionarios, 183 altos oficiales del Ejército, de la Marina y de las Fuerzas Aéreas, 19 jueces, 58 profesores universitarios y varios propietarios de periódicos. Pero no dedica un apartado a las logias encubiertas, vacío muy difícil, por no decir casi imposible de llenar, dada su naturaleza.
4. LAS ORGANIZACIONES/PANTALLA
Son organizaciones sin relación visible con la masonería, pero totalmente dependientes de su pensamiento y directrices, cuyos directivos son, o masones generalmente no conocidos como tales o no masones, pero de docilidad muy probada al talante y proyectos masónicos.
La táctica y el secreto masónicos impiden o al menos dificultan en gran medida conocer con certeza cuáles son estas organizaciones, sobre todo mientras están en funcionamiento e influjo vivo.
4.1. De naturaleza y finalidad educativas
La Gran Logia de España (= GLE) ofrece un buen ejemplo cuando su maestre Francisco Esteva señala, en 1925, como prioridad la ‘escuela laica a fin de conseguir un cambio de valores y mentalidad en España’. Para ello propone la creación de una Liga de Enseñanza (en 1933 Liga de Enseñanza y Educación) encargada de propagar los principios democráticos y laicistas por medio de conferencias, congresos, publicaciones -periódicas o no-, cursos, educación física, artística y capaz de elevar peticiones al gobierno, etc. Esta Liga podía estar vinculada a otros centros de pensamiento para no comprometer a la masonería, pero todos sus directivos reales debían ser masones a fin de no exponerse a perder el control de la misma. Un documento dirigido a todas las Logias y Triángulos [17] de la GLE destaca a esta Liga ‘entre todas las instituciones profanas fundadas y regidas por masones’ como ‘la que quizás merece una mayor colaboración por parte de todos los hermanos’ [18].
La masonería ha estado siempre muy interesada en la educación.
Propugna ‘la libertad de enseñanza’, pero entendida no como la libertad de los padres de enviar a sus hijos a un centro escolar de un ideario concorde con sus creencias y deseos, sino ‘la libertad de cátedra’, o sea, que cada profesor pueda impartir la enseñanza que quiera al margen de un posible ideario determinado del centro y de la edad de los alumnos. Es lo llamado por algunos masones ‘escuela omnilateral laica positiva [19]‘. Ha bastado que un diputado socialista masón dijera que la reforma para la calidad de la enseñanza favorecía ‘la enseñanza privada’ en contra de ‘la pública’ para que se haya ido repitiendo, como su eco, en cada provincia, etc., la oposición entre la enseñanza privada y la estatal, especialmente por la CEAPA, confederación de padres de alumnos en la enseñanza estatal. Parece como si se pretendiera imponer el laicismo como ‘religión oficial’, como si laicismo se confundiera con laicidad y con libertad de enseñaza o de educación.
El 29.11.1977 el diario ‘El País’, siempre muy interesado y de forma no desfavorable por los problemas de la Masonería y la Internacional Socialista’ (p. 497), informaba de la presentación pública de la masonería en España, hecha por ‘las tres cabezas visibles del Gran Oriente’ (Jaime Fernández Gil Terradillos, Antonio de Villar Massó -quien pronto sucederá al anterior en su función de Gan Maestro- y Antonio García Horcajo). Los tres ‘reconocieron que la Institución Libre de Enseñanza, creada por el masón Francisco Giner de los Ríos ‘nació como una idea masónica” (p. 497). La Institución Libre de Enseñanza ‘controló la Residencia de Estudiantes’ y representa ‘un horizonte tan genuinamente masónico como la secularización de la enseñanza, de la cultura y de la sociedad’ (p.465). ‘La Institución Libre de Enseñanza, cuyos dirigentes, incluso en los frecuentes casos de que fueran masones, se preocupaban de no confesarlo abiertamente, y a la que tanto admira José Mª Aznar, es un ejemplo claro de Masonería Invisible’ (p. 602). Algo similar puede afirmarse de la actual Residencia de Estudiantes. El 27 de diciembre del 2002, en la Residencia de Estudiantes, se firmó el convenio que permitirá restaurar el edificio histórico de la Institución Libre de Enseñanza, ‘un laboratorio espiritual’ según su director actual Francisco García Velasco. El Presidente del Gobierno, José Mª Aznar, mostró su satisfacción porque ‘los valores de la Institución Libre de Enseñanza se vean perpetuados en el sistema educativo español’[20].
Lo mismo puede decirse de la Fundación Cives instituida en 1996 en Madrid con el objetivo de ‘promover la ciudadanía plena en un estado social y democrático de Derecho, colaborando en la realización, efectividad y expansión de los Derechos Humanos universales y constitucionales, tomando como fundamento de su actuación la filosofía del humanismo laico’ (sería más acertado calificar de ‘laicista’). ‘Basa sus actividades en el ideal pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza’. Sus actividades abarcan tres sectores, a saber, las relacionadas con cursos de formación para el profesorado [21], los seminarios dirigidos a la comunidad científica y las jornadas de reflexión. La Fundación Cives promueve también la Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica (laicista), presentada en Madrid el 23.X.2002 y apoya las actividades de la Liga Española de la Educación y Cultura Popular [22].
4.2. En los medios de comunicación social
La actuación con la cara tapada o indirecta, o sea, enmascarada tras organizaciones/pantalla es típica de la masonería también en el campo de los medios de comunicación social. Algunos documentos masónicos muestran cómo actuaba la masonería argentina en la primera mitad del s. XX por medio de periódicos creados, sostenidos y dirigidos por sus adeptos o por sus simpatizantes, pero de tal manera que lo ignoraran los lectores a no ser los que lo dedujeran del contenido de sus artículos y editoriales o del ‘estilo’ o talante de cada publicación. En este caso concreto se trata de diarios de ideas tanto liberales como socialistas [23].
Creo que la vinculación del grupo PRISA, llamado vulgarmente ‘imperio de Polanco’ (periódico El País, la cadena de radio SER, etc.), con la masonería es ya un secreto a voces. Para disipar cualquier duda residual más de un masón me ha confirmado esa vinculación de El País precisamente con la masonería irregular, la más anticristiana y tradicionalmente militante contra la Iglesia católica. Lo publican dos síntomas inequívocos de lo masónico, a saber, el silenciamiento de Jesucristo Dios y el ataque sistemático, a tiempo y a destiempo, contra la Iglesia, contra los miembros de la jerarquía católica, contra su doctrina dogmática, moral, etc. ¿Pero esto se debe a la condición masónica de Jesús Polanco, José Luis Cebrián, etc., los cuales, como es lógico, imprimen el sello masónico en sus medios de comunicación social o estos, además, merecen la calificación de organizaciones/pantalla de la masonería irregular?
4.3. Instituciones políticas y económicas
Ricardo de la Cierva alude a varias de indiscutible influjo y las describe. Las encuadra en la Masonería Invisible, pues, fundadas o dirigidas por masones, desarrollan actividades aparentemente ajenas a la masonería, pero a impulsos de los proyectos e ideal masónicos. Aunque abiertas ordinariamente a no masones, su ‘filosofía’ y sus directrices son masónicas. Baste enunciar ahora la mayoría y exponer el desarrollo de las más importantes.
a) Los grupos de la Tabla Redonda (p. 602, 609 ss.), sociedad secreta creada en 1891. Sobre ellos se estructuró la trama del Royal Institutte of International Affairs.
b) El Royal Institute of International Affairs (RIIA), creado en 1919 en Londres, pero con una rama en EE.UU., llamada CFR (pp. 602, 609).
c) La sociedad secreta Order Skull and Bones = ‘Orden de la calavera y de los huesos’ (su emblema: una calavera con dos huesos cruzados), llamada también simplemente The Order; ‘La Orden’, en EE.UU., fraternidad erigida en la universidad de Yale en 1832, es una orden masónica ‘salvaje’, independiente, o sea, no inscrita en ninguna Gran Logia regular. Su ‘trama de poder brotaba de las ideas del iluminismo con las del idealismo hegeliano’ (p. 587). El número de sus miembros vivos no suele rebasar el de 600. Presidentes de EE.UU. iniciados en ella: Theodor Roosevelt y William Howard Taft (afiliados también a la masonería regular), George Bush I y II (el actual presidente de EE.UU.), el Secretario de Estado George C. Marshall (el del ‘Plan’ homónimo de ayuda a Europa), etc. (pp. 579-585).
d) La Sociedad Fabiana (SF) (pp. 602-608) que debe su nombre al ‘dictador’ romano Q. Fabio Máximo, llamado Cunctator (= ‘El Lento, El Precavido’) por sus amagos de lucha con Aníbal hasta que le dio el golpe definitivo. Orientó la fundación del Partido Laborista. Ha dominado en las universidades de Oxford, Cambridge y Harvard así como en medios de comunicación de influjo mundial (New York Times, etc.). Su obra actual más representativa e influyente es la London School of Economics and Political Science. Han sido alumnos suyos Fernando Morán, F. Fernández Ordóñez, Narciso Serra, Luis A. Rojo, Ramón Tamames, Paul Preston, etc. Pienso que la vinculación de la SF con la masonería resulta bastante laberíntica y más intuida que demostrada.
e) El Council of Foreign Relations (CFR) (pp. 609-614), nombre del Royal Institute of International Affairs en EE.UU., implantado en Nueva York (1921) por el banquero y masón J. Pierpont Morgan. Integrado por 3.400 personas (año 1999, el doble que en 1976), de ordinario las más influyentes en el gobierno, negocios, banca, comunicaciones e intelectualidad de EE.UU. La mitad de sus miembros son masones, bastantes de ellos de la B’naï B’rith = ‘Hijos de la Alianza’ en hebreo), Obediencia masónica integrada ahora por 600.000 judíos, a cuyas reuniones pueden asistir solamente los judíos. Al CFR pertenecen los masones H. S. Truman, Lyndn B. Johnson, Gerald. R. Ford, G. Bush I, W. J. Clinton, H. Kissinger, los miembros de la familia Rockefeller, también grandes personalidades que no han sido o no son masones (John, Robert y Edward Kennedy, Dwight D. Eisenhower, R. Nixon, etc.).
f) El ‘Bilderbergroup’, también ‘Bilderbergconferentie’ o ‘Club de Bilderberg’ (BG) (pp. 614-618). Miembros del CFR forman el núcleo que crea el BG por medio de Joseph Retinger, un sueco de origen judío polaco, alto grado de la masonería. Su denominación procede del nombre de la localidad holandesa, en la que está ubicado el hotel Oosterbeek, local de su asamblea constitutiva en mayo de 1954 bajo la presidencia del Príncipe consorte Bernardo de Lippe, también masón. ‘La financiación del BG corre a cargo del grupo Rockefeller, la Casa Rothschild, la Banca Dillon Read, la Banca Warburg, la banca Lehman y dos instituciones muy vinculadas al mundialismo: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial’ (p. 614). Al parecer está formado por:
-Un círculo interno: el Steering Committee o ‘Comité de Dirección’, compuesto por 24 europeos y 15 americanos (EE.UU.). De estos últimos casi todos pertenecen al CFR.
-Además algunos de estos, pertenecientes todos al CPR, integran un círculo reducido: el Bilderberg Advisory Committee o ‘Comité consultivo’. Su Secretario general por parte de EE.UU. es D. Rockefeller.
-El círculo más exterior está compuesto por los invitados ocasionales y por lo afiliados permanentes. Todos son ciudadanos prestigiosos e influyentes, con o sin actividad oficial en los gobiernos de sus respectivos países. Durante tres días exponen de manera informal sus puntos de vista sobre los asuntos económicos y políticos internacionales para, con su propia experiencia, aportar un entendimiento de tales problemas y de sus implicaciones. Aunque se trata de una reunión (Conferentie) en la que no se toman decisiones ni publica sus conclusiones, sus discusiones influyen en tomas de posturas posteriores. ‘Los debates y conclusiones de las sucesivas asambleas del BG se mantienen en estricto secreto, pero el interés de los medios se concentra en la lista de participantes’ (p. 616). He aquí el nombre de algunos españoles participantes: Esperanza Aguirre (1998, 1999, 2000), Joaquín Almunia (1998), Enrique Barón (1988), José Luis Cebrián (1988,1993), Rodrigo Rato (1991, 1994), Narciso Serra (1989, 1991), Javier Solana (1998, 1999, 2000), Pedro Solbes (1999,2000), la Reina Sofía (1991, 1992, 1994, 1996), etc. El BG es una sociedad secreta, satélite del CFR.
Nada sabemos sobre los criterios que utiliza para el reclutamiento y la invitación a sus miembros, que no asisten a’las reuniones a título privado, sino en virtud de sus altos puestos… El BG, como su matriz el CFR, es una promoción masónica’ (p. 618).
g) La Trilateral (pp. 618-620). Una selección del BC, del CFR, de la B’nai B, rith más un grupo de japoneses constituyeron en noviembre de 1972 la Trilateral Comisión en una reunión confidencial, a la cual asistieron D. Rockefeller líder del BG, George S. Franklin dirigente del CFR, Max Kohnstam, etc. Constituida, por tres años, prolongó su existencia y actividades por tres años más (Kyoto, 1975), y desde este año indefinidamente. Su nombre alude, según unos, a los ‘tres lados’ (EE.UU., Europa, Japón) y, según algunos, también al ‘triángulo’ de innegables resonancias masónicas. Figuran como promotor el judío de ascendencia polaca: Zbigniew Brzezinski, autor de Entre dos eras: el papel de América en la era tecnotrónica, que es ‘como el fundamento ideológico de la Trilateral’, y como patrón de operaciones David Rockefeller. Sus miembros proceden de los ámbitos políticos, financieros, medios de comunicación social, etc. Según el informe de la Comisión parlamentaria italiana encargada de investigar lo de la Logia P2 (Relazione della Comissione parlamentare d’lnchiesta sulla Loggia Massonica P2) la Trilateral es próxima y afín a la masonería. Miembros españoles de la Trilateral: el financiero Claudio Boada, el socialista Julio Feo (asesor de Felipe González), Miguel Herrero de Miñón (miembro del Comité Ejecutivo de la Comisión desde 1995), Victoria Camps, la académica de la Historia Carmen Iglesias, Emilio Ibarra, el masón Antonio Garrigues Walker (vicepresidente de la sección europea), etc.
Ciertamente una cosa es la fundación del BG, de la Trilateral, etc., obra de masones que hasta cierto punto pueden dejar marcada la orientación de estos organismos. Otra que su dirección sea necesariamente masónica como sin duda lo es cuando está al frente un miembro de la familia Rockefeller. Y, en fin, otra que puedan ser catalogados como organización/pantalla de la masonería. Aunque el secreto masónico dificulta mucho la identificación de cada miembro y del organismo en cuanto tal, todos los síntomas e indicios convergen en la misma dirección. Invito a que alguien demuestre que estas exposiciones, hilvanadas en torno a la monumental obra de Ricardo de la Cierva, carecen de fundamento.
5. LA MASONERÍA Y LAS SECTAS
La masonería, sobre todo la marginal-ocultista, ha sido y es como la matriz o el terreno abonado para el rebrote de sectas. No hace falta decir que tomo la palabra ‘secta’ en su sentido técnico [24], no en el vulgar, coincidente en gran medida con el de los medios de comunicación social, que identifica ‘secta’ y’secta destructiva’. De las 20.000 sectas, inventariadas e informatizadas por J. Gordon Melton y su Institute for the Study of American Religions (Universidad de Sta. Barbara, California) sólo unas 200 (el 1 %) son destructivas, o sea, matan a sus adeptos o a las personas que, según sus adeptos, se les oponen. Es una calumnia e injusticia graves atribuir al 99% lo que solo corresponde al 1 %.
El influjo de la masonería en no pocas sectas suele mantenerse secreto o, si se prefiere usar la terminología masónica, discreto. Por ello puede ser calificado como ‘invisible’. Pero no cabe duda de que ha sido un influjo eficaz y que manifiesta la capacidad creativa de los masones. Varios quedan tan absorbidos por la secta fundada por ellos que permanecen en la masonería, pero solo en estado durmiente. A veces se debe a que ya no les llena la actividad ni la ideología de la masonería. La consideran sin vigor y caída en la rutina, motivo por el cual algunos masones conservan la ‘doble pertenencia’ a su logia masónica y a la secta de impronta masónica y de reciente creación. He aquí una exposición graduada del influjo masónico en las sectas.
No es fácil detectar el influjo ‘invisible’ de la masonería a través de las sectas, vinculadas de un modo u otro con ella. Piénsese, por ejemplo, en el esoterismo teosófico como factor promotor y determinante de la difusión del budismo en Occidente [25] desde el año 1875 (fundación de la primera ‘Theosophical Society’) hasta el 1962, inicio de otra oleada: New Age o Nueva era (p. 603, 622-629). La pareja formada por la rusa Helena P. Blavatsky y el coronel norteamericano Henry Steel Olcott (fundadores de la Sociedad Teosófica [26]) eran masones y dedicados al espiritismo, al ocultismo. Fueron los primeros occidentales en ‘tomar el triple Refugio’, rito oficial de incorporación al budismo, el 25.5.1880 en Sri Lanka (Ceilán). Inmediatamente se enfrentan a las misiones cristianas, en su gran mayoría anglicanas por influjo del colonialismo ingles. Forman un Comité de defensa del budismo, que, en 1881, publica un Catecismo budista a imitación del catecismo cristiano y para reemplazarlo. Cuando el gobierno nacionaliza el sistema escolar, la Sociedad teosófica tiene allí más de 400 escuelas.
El 5.8.1875 el masón Jules Ferry afirma algo que vuelve a oírse en nuestros días en España [27], aunque ahora suele hablarse de ‘ética’, no de ‘moral’: ‘Podría demostrar que no son los dogmas los que han sostenido la moral, sino, al contrario, la moral la causa de que los dogmas se mantengan. La prueba es el budismo…, que tiene una moral, principios, un ideal verdaderamente tan puro al menos y tan excelso como el ideal cristiano más exigente y refinado…Además, en el budismo no hay penas ni recompensas [28]. Es una moral que se tiene en pie por sí sola’. Siete años más tarde consigue una votación favorable al laicismo en la enseñanza estatal de Francia. El catecismo católico es reemplazado por manuales de educación ética y cívica, elaborados desde la filosofía moderna occidental y desde la tradición oriental, evidentemente también la budista.
Por su parte, los masones, al menos como tendencia generalizada por parte de muchos en las Sociedades teosóficas y fuera de la misma, han promovido la expansión del budismo en Occidente porque la masonería considera al budismo como la religión de creencias más afines a lo común a todas las religiones, que es lo que podría ser enseñado en las escuelas en lugar de ‘una religión determinada’. Creen que la masonería está por encima de todas las religiones y que -más que una religión- es ‘la religión universal, eterna e inmutable [29].’ Parecen desconocer que no existe ‘la religión común, universal’, ‘lo común a todas las religiones’, como no se habla lo común a todos los idiomas. El ser humano tiene unas creencias religiosas determinadas, como no puede no hablar sino un idioma determinado: español, inglés, etc. Además se ha convertido en un tópico la consideración del budismo como el modelo de una ‘religión tolerante y no dogmática’, aunque no siempre haya sido ni sea así a no ser para los desconocedores de las religiones no cristianas. Y la masonería, por obra de su relativismo, rechaza cualquier verdad dogmática, la moral objetiva, etc., así como las instituciones dogmáticas, sobre todo su prototipo y paradigma: la Iglesia católica. Esto a pesar de que los Land marks = ‘mojones, lindes’, los principios vigentes desde tiempo inmemorial en la masonería regular (no en la irregular), son a modo de verdaderos dogmas, inalterados e alterables.
Supone un cierto entrenamiento descubrir lo masónico en el origen y en el reticulado de New Age, ‘Nueva era’, ‘un nuevo modo de practicar la gnosis [30]‘, que, en gran medida, está conformando las creencias y las prácticas del hombre occidental, así como la opinión pública y el paganismo de nuestros días [pp. 622-629).
5.1. Sectas promovidas por la masonería misma
Algunas sectas han surgido como algo querido por las logias mismas, probablemente por obra de una de sus notas, a saber, su recurso -por táctica- a la formación de asociaciones y fundaciones camufladas que aparentemente no hacen referencia alguna a la masonería. Son las sectas llamadas ahora ‘paramasónicas’ si están integradas solamente por masones, aunque la secta ‘técnicamente’ no pertenezca a la masonería, por ejemplo: la Ancient Arabic Order Nobles of the Mistic Shrine, ‘Orden AntiguaArábiga de los Nobles del Santuario Místico’, vulgarmente Shrine o ‘santuario’, fundada en 1871. Todos sus miembros (más de 700.000 de EE.UU., Canadá, Méjico y Panamá) son masones. En su fundación benéfica: Hospitales Shrine, se atiende gratuitamente a niños y jóvenes enfermos, menores de 18 años, sean o no hijos de masones. Ha adoptado una simbología o apariencia más bien islámica, con grandiosos templos en forma de mezquita, el uso exótico del fez rojo, etc., (pp. 79-80).
La Grand Lodge (logia) Rockefeller 666 es una orden secreta del iluminismo, de signo luciférico, con sede central hasta hace poco en Nueva York. Ahora, su central está en las afueras de la ciudad por motivos de seguridad. En lo alto de su rascacielos se ve el 666, iluminado de noche. Abajo, en el suelo se esfuerza por erguirse la figura de Prometeo, el paradigma mitológico del promotor del progreso científico-técnico y de la rebelión contra lo divino. A esta superlogia sólo pueden pertenecer personas de elevado nivel cultural y económico, con tal que estén iniciados en los últimos grados (30°-33°) del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la masonería.
Aquí encajan también la Orden de la Luz (nombre originario: August Order of Ligth); la Societas Rosicruciana in Anglia fundada en 1866 porque sus primeros miembros deseaban inclinar la masonería hacia el ocultismo más de lo permitido por sus directores. Se ha gloriado de admitir como miembros sólo a masones del tercer grado (Maestro). Está implantada en Inglaterra, Alemania, Francia, India y en varios países sudamericanos (Argentina, Brasil, Méjico, Uruguay, etc.). Cuando su presidenta, Gladis, fue ordenada obispo en 1980, la Conferencia Episcopal de EE.UU. publicó un comunicado. En él señalaba que la ordenación de una mujer por un verdadero obispo, aunque no católico, era no solo ilícita (como en el caso de los hombres sin los requisitos debidos), sino también inválida.
5.2. Sectas de origen (fundadas por masones) e impronta masónica
Los fundadores de algunas sectas son masones, aunque no lo sean ni todos sus adeptos -hombres y mujeres- ni la secta en sí misma. No obstante, suelen manifestar la impronta masónica en su estructura (grados de iniciación), animosidad anticristiana, secreto, etc., por ejemplo: la Sociedad Teosófica de tanta influencia y varias de sus filiales, varias ramas del rosacrucismo [31], la Orden muminati (01) [32] fundada por Gabriel López de Rojas en Barcelona en 1995; la O.T.O (Ordo Templi Orientis), cuyos fundadores Theodor Reuss (1855-1923) y Karl Kellner (1850-1905) eran altos grados masónicos y responsables del Rito de Menphis-Misralm, la OTOA (Ordo Templi Orientis Antiqua), también ligada al Rito de Menphis-Misralm; varios ritos de Menphis-Misraln modernos e irregulares (Rito Antiguo y Primitivo de Menphis-Misralm, Rito Oriental Antiguo y Primitivo de Menphis-Misraïm, Rito Egipcio de Menphis, etc.). Todas las Ordo y los Ritos indicados están implantados en España (especialmente en Cataluña) o al menos vinculados con grupos, cuya central se halla en Barcelona, etc.
A este epígrafe pertenece asimismo la Iglesia gnóstica del iniciador del gnosticismo moderno en 1890, Jules Doinel (1842-1902), masón desde el año 1884, miembro del Consejo de la Orden masónica (1890-1893), archivero del Gran Oriente de Francia y bibliotecario del Museo masónico. También la Iglesia católica liberal, la Iglesia gnóstica prenicena, la Iglesia gnóstica universal, los Elegidos de Cohen, la Sociedad de la armonía universal, el martinismo y varias ordenes derivadas del martinismo (Orden martinista, Orden soberana y militar del templo de Jerusalén, etc.), la Orden Hermética del Alba Dorada (Golden Dawn), La Orden de los Iluminados de Baviera (a partir de 1780, no propiamente en los tres años de su existencia anterior), la Sat B’hai (o ‘Siete plumas’, nombre de un ave que vuela en grupos de siete en la India). Asimismo casi todas las sectas druidas y del templarismo moderno, tan numerosas también en España, especialmente las últimas, etc.
5.3. Sectas de impronta masónica, aunque generalmente no fundadas por masones
Son las llamadas ‘pseudomasónicas’, es decir, las que son tan masónicas intencionalmente o en su proyecto que, a veces, la palabra ‘masonería’ figura hasta en su denominación, reflejan su ideología y organización, pero las distintas Obediencias masónicas las excluyen o no las consideran masónicas, sobre todo después de haberse descubierto su actividad legalmente ilícita e incluso criminal, por ejemplo algunas de Italia meridional, también la Prince Hall Freemasonry, formada por negros de los EE.UU., que no han sido admitidos en las logias estadounidenses hasta hace pocos años.
Hay algunas sectas que se han desarrollado adaptadas a los principios y organización de la masonería, como la hiedra o la enredadera a la pared o al árbol que la sostiene, aunque no siempre hayan sido fundadas por masones, por ejemplo: Odd Fellows, Knights of Pythias, Improved Order of Red Men, etc.
5.4. Sectas de origen masónico, pero desarrolladas al margen de la masonería
Fueron masones los fundadores de la principal rama del espiritismo, la europea y latinoamericana: Allan Kardec (1804-1869)[33], el de los mormones (Joseph/Joe Smith que era maestro masón y su hermano Hyrum Smith -ambos matados por masones-; su sucesor: Brigham Young, etc.)[34], del mesmerismo, etc. Tuvo relaciones especiales con la masonería Mary Ann Baker Eddi (1821-1910), fundadora de la secta Ciencia Cristiana [35]. La pertenencia de Ch.T.Russel a la masonería es afirmada, entre otros, por H. Neuer [36]. E. Zucchini concluye en su estudio (I. c., nota anterior) que Russel o era masón o, al menos, tenia una excelente infonnación sobre el lenguaje y los símbolos masónicos. Se apoya en la importancia del nombre de Dios, las especulaciones sobre la Gran Pirámide, etc., comunes a la masonería y al fundador del jehovismo.
¿Fue masón Jorge A. Livraga (JAL), fundador de Nueva Acrópolis? ¿Las huellas masónicas (igualdad de todas las religiones, su consideración de Nueva Acrópolis como una ‘filosofía’, no un movimiento religioso ni, menos aún, una ‘religión, etc.) fueron marcadas directamente por la masonería o a través de la Sociedad Teosófica? En 1989 puso en marcha la ‘Operación Giordano Bruno’, entre otros motivos principales para atacar a la Iglesia Católica y, en general, al cristianismo, la religión de ‘el Flaco’ como llamaba despectivamente a Jesucristo. En cada sede de Nueva Acrópolis debe haber una estatua del ‘mártir G. Bruno’. Los actos en su honor culminaron el 17 de febrero del año 2000 con una manifestación internacional en la céntrica Piazza Campo di Fiori de Roma en torno a su estatua, hecha por un masón e inaugurada por las logias romanas en 1869.
III. LA MASONERÍA Y LA NEOPAGANIZACIÓN DEL OCCIDENTE CRISTIANO
De la Cierva acierta cuando subraya ‘el carácter anticristiano, pagano y neognóstico de la Masonería Regular’ (pp. 381, etc.), mucho más la Irregular, así como al señalar cuando descubre una de sus preocupaciones, a saber, ‘que la Masonería, tanto la Visible como la Invisible, puedan conseguir sus fines que he tratado de mostrar y convertirse en las grandes orientadoras de la humanidad por encima de los Estados, las religiones y las creencias de los hombres. Porque el objetivo supremo de todas las instituciones masónicas es la secularización absoluta, la superación o marginación de todas las religiones, especialmente la religión cristiana, por anacrónicas e irrelevantes’ (pp. 621-622).
1. LA MASONERÍA Y EL GIRO DESDE EL ‘TEOCENTRISMO’ y ‘CRISTOCENTRISMO’ MEDIEVAL AL ‘ ANTROPOCENTRISMO’ y ‘EGOCENTRISMO’ ACTUAL
Durante la Edad Media el hombre y su entorno socio-cultural gravitaba en torno de ‘Dios (= ‘Theós’, gr.)’ o tal vez mejor de Jesucristo. La modernidad ha desplazado el centro al ‘hombre (ánthropos, gr.)’ y al ‘ego/yo’ mismo de cada uno con su indigencia de poder y de placer. Es cierto que este giro copernicano se inició en el s. XVI, cristalizado en Lutero en el plano religioso con su ‘libre examen’ y su preferencia por el ‘Dios-para-mí’, en Descartes (1.. mitad del s. XVII) en el filosófico con su ‘Pienso, luego existo’ que transforma la subjetividad individual en criterio de verdad y del conocimiento, en Erasmo en el literario y en el Renacimiento en el artístico [37].
Pero ha sido la masonería la verdadera promotora de este proceso y como su cristalizadora paradigmática desde finales del s. XVIII. Si en la Edad Media la Iglesia católica, el clero, formaba y conformaba la opinión pública, esta función modeladora ha correspondido a la masonería en la Edad Moderna. Como muestra ahí están el imperio evidente del relativismo, del laicismo o reclusión de lo religioso en el foro interno de la conciencia individual y en los templos o sacristías y el secularismo con su marginación de la divinidad (el deísmo inactivo del Gran Arquitecto del universo en la masonería regular, la marginación total de lo divino en la irregular), o sea, la visión agnóstica e idolátrica de lo temporal y terreno. Una vez echada a rodar la bola de nieve, agrandada por la adhesión de más nieve en los primeros metros de su rodamiento, ya no necesita de nuevos impulsos externos. Ella misma avanza arrasando todo lo que se opone a su paso cada vez más veloz. Por si se interponen fuerzas extrañas capaces de desviar su curso, ahí están las organizaciones/pantallas para trazar el cauce adecuado y mantener el rumbo señalado.
2. EL NEOPAGANISMO
El paganismo es el clima y el punto de referencia de nuestro tiempo en Occidente, como en el Medioevo lo era el cristianismo. Como en los programas de ordenador, hay unas pautas (tipo de letra, márgenes, etc.) ‘predeterminadas’ que conforman necesariamente lo escrito ‘por defecto’, o sea, a no ser que uno voluntaria y expresamente las substituya por otras. Hoy se es pagano a no ser que uno haya hecho otra opción contra viento y marea. Uno de los aciertos del libro La masonería Invisible consiste en haber detectado esta realidad en su cap. 6 (pp. 269-334).
En la iniciación masónica se reproduce la muerte y el resurgimiento del iniciando a imitación de los jóvenes dioses (Dióniso/Baco, Osiris, Baal, etc.) de las antiguas religiones mistéricas. Más aún, la teoría o leyenda masónica retrotrae su origen a los misterios de la antigüedad greco-romana con no disimulada preferencia por los egipcios (Isis Osiris); también por los eleusinos y druidas (celtas) en el ritual del grado 23°. ‘El análisis de los rituales’ masónicos muestran que ‘Isis y Osiris con su hijo Horus son hoy prácticamente dioses masónicos’ (p. 391). ‘En el s. XIX enloquecieron en busca de grandes obeliscos (símbolo del pene de Osiris y del culto fálico) para trasladarlos a Occidente’ (p. 391). En 1881 fue colocado uno en el Central Park de Nueva York entre las ovaciones de los 9.000 masones asistentes. El año masónico empieza el uno de marzo. La masonería, fundada en un 24 de junio, celebra sus ‘fiestas solsticiales’; las de San Juan o verano, dedicadas a la celebración del ‘Reconocimiento’, las de invierno a la de la ‘Esperanza’. La restauración popular de las marzas y de la ‘Noche de san Juan’ no siempre está motivada por razones exclusivamente ancestrales y folclóricas.
Además, la masonería, sobre todo la irregular, proyectó el retorno al paganismo también en cuanto a los criterios y costumbres paganos (reconocimiento legal del divorcio, aborto, nudismo, liberación sexual, la abolición de la moral cristiana tanto individual como familiar y social). Al alcance de cualquiera está la Comprobación de lo conseguido. Ya León XIII, en el año 1883, atribuía a la masonería la restauración del paganismo como objetivo y tarea: ‘Es necedad evidente e impiedad temeraria pretender derruir la religión y la Iglesia, fundada y conservada por Dios mismo, para restaurar, tras un intervalo de dieciocho siglos, las doctrinas y la moral del paganismo [38]‘. En los últimos años he leído, en la prensa diaria, más de un artículo, escrito por masones españoles, en los que se decía: ‘superada la bimilenaria noche judeo-cristiana…’ sin poder evitar la sonrisa e ironía socrática de quien, por su condición de filólogo clásico, recordaba el gran número de esclavos (4 de cada 5 habitantes en Atenas y su entorno según el censo del año 313 a. C.) y el desconocimiento total del concepto de ‘persona humana’, así como de su ‘dignidad y derechos ‘ , adquisiciones cristianas en los primeros siglos de la Iglesia, al menos en el plano conceptual.
3. DOS RASGOS SINTOMÁTICOS DE LO MASÓNICO
Aunque no exclusivos, he aquí dos síntomas de la presencia de la masonería y de su talante, sobre todo si figuran unidos o en la misma realidad.
3.1. El silenciamiento de Jesucristo
Si la masonería irregular prescinde de lo divino, la regular cree en ‘el Gran Arquitecto del Universo’, pero entendido en un sentido neutro, indefinido, abierto a cualquier forma de entenderlo o, si se prefiere, deísta. En una concepción así no cabe Jesucristo, un hombre de carne y hueso al mismo tiempo que Dios verdadero. Es lógico. Pero no es lógico que, en los documentos y libros de uso interno en la masonería, se le silencie, y que ni siquiera se le mencione, a pesar de estar escritos en un contexto socio-cultural cristiano.
En la portada de las Constituciones de la masonería (Anderson) figura la fecha de su publicación en latín según la era cristiana: Anno Domini 1723; a continuación según la masónica: In the Year of Masonry 5723, o sea, añadidos los 4.000 años que, conforme a la cronología judía, transcurrieron entre la creación de la luz o del universo y el nacimiento de Cristo. Pero muy pronto suprimieron hasta esta mención del ‘Año del Señor’. De hecho, en los no pocos documentos masónicos que he manejado, suele figurar la sigla: ‘e. v.’ = ‘era vulgar’ con los años de la cronología cristiana, también ‘e. m’ = ‘era masónica’ y ‘a.l.’ = ‘año de la luz’, que añade 4000 años a la era cristiana. Últimamente predomina ‘E. C.’ = ‘Era Común’, sigla usada también en las publicaciones judías, en las del Orden Illuminati y otras sectas paramasónicas, del feminismo radical y en las de los testigos de Jehová, menos en el original inglés que en su traducción al español, así como en algunos libros de venta al público sobre cualquier materia, praxis que, por ser todavía rara, permite intuir la condición masónica de autor. Esta datación lo único que consigue es silenciar la mención explícita del nombre ‘Jesucristo’, no la implícita.
Por su parte, el Diccionario enciclopédico de la masonería del masón Lorenzo Frau Abrines (Edit. Valle de México, I, México D. F. 1976, col. 640), en cinco volúmenes, dedica a la palabra Jesu-Cristo dos líneas de una columna (no página): ‘Encarnación del Dios de los cristianos, cuyo martirio y muerte sirve de mito a las ceremonias de los Rosas Cruces’, definición que ignora el misterio trinitario y que se encarnó el Hijo, no Dios en cuanto Dios Uno, ni el Padre ni el Espíritu Santo. En cambio, dedica 451 líneas a Rama, dios mítico hindú, y muchas más que a Jesucristo a cualquier masón, en cualquier supuesto mucho menos conocido e influyente en la historia que Jesucristo [39]. El mismo intento de silenciamiento de Jesucristo explica la interpretación masónica de INRI [40], sigla puesta sobre el madero de la cruz por Pilato (Jn 19,19). El clima de tolerancia y él afán de dialogo interreligioso ha impulsado a algunos (R. Panikkar, J. Hick, etc.) a vincular la salvación cristiana no a Jesucristo ni a la Iglesia fundada por él, sino a Dios. Este modelo teocéntrico, no cristocéntrico, sería el camino expedito, más fácil y seguro para la reinterpretación relativista, adaptada a las circunstancias actuales, de la doctrina cristiana y para el diálogo interreligioso, sobre todo con las religiones monoteístas (hebraísmo, islamismo). Es comprensible el impacto del documento Dominus Iesus, publicado por la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe con la aprobación del Papa Juan Pablo II. Se comprende también la reacción de la mentalidad masónica de Antonio Garrigues Walker en un artículo publicado el 23.10.2001 en el ‘Intemational Herald Tribune’, diario realizado por el ‘The New York Times’ y el ‘Washington Post’ para Europa. Según él, Dominus Iesus usa un ‘lenguaje ofensivo para los creyentes de otras religiones… Todas las religiones se presentan a sus seguidores como religiones verdaderas. Pero pocas lo han hecho con tan fría atención a los detalles y convicciones intelectuales como Dominus Iesus’. He aquí el título del artículo: ‘El dogma de la Iglesia perjudica la búsqueda de una paz global’[41].
3.2. El enfrentamiento de la masonería con la Iglesia católica
Asciende a 200 el número de condenas oficiales, pontificias, de la masonería por parte de la Iglesia católica. Ya, 15 años después de la aparición de las Constituciones de la masonería, el Papa Clemente XII publicó su primera condena (In eminenti, 4.V.1738). Aunque se admitiera, como objetan algunos autores (J. A. Ferrer Benimelli, etc.), que prefieren disculpar a la masonería culpando a la Iglesia, el influjo de motivaciones socio-culturales (avatares de los Estados pontificios) e incluso un cierto desconocimiento de las diversas ramas masónicas, no puede negarse que la razón última de un antagonismo tan persistente y la intención de los documentos pontificios es objetiva, religiosa, teologal.
El motivo de la excomunión de los masones, aducido en el Código de Derecho Canónico, promulgado en 1917 y vigente hasta 1983 es ‘la maquinación (de la masonería) contra la Iglesia’. La historia y hasta los mismos rituales masónicos aportan los datos de la trama masónica contra la Iglesia católica, por parte sobre todo de la masonería irregular. El rito de iniciación del grado 30° exigía al aspirante a Caballero Kadosch pisotear la tiara pontificia. ¿Se conserva todavía este rito?
No pocos síntomas y documentos convergen en la afinnación del influjo de la masonería en cuanto tal (no solo de sus miembros como individuos particulares) en la política de los países. Un caso. El 14. VII.1931, fecha de la apertura de las Cortes Constituyentes de la República, el Gran Maestre de la Gran Logia Regional del Nordeste propone a Martínez Barrio, Gran Maestre Nacional, la posibilidad de ‘constituir en el Congreso lo que podría denominarse minoría masónica, de cuya eficacia creemos inútil hacer elogio, pues está en el ánimo de todos’. El seis de agosto del mismo año la Gran Comisión de Asuntos Generales del Gan Consejo dicta el dictamen favorable: ‘Se autoriza la reunión colectiva de masones, cualquiera que sea la logia u obediencia a la que pertenezcan o hayan pertenecido, y que ostenten el cargo de diputados a Cortes con el propósito de procurar la aplicación de los principios de la Orden en sus actividades políticas [42]‘. En estas Cortes había 141 diputados masones de un total de 470. Curiosamente los 141, a pesar de pertenecer a distintos partidos políticos, se pusieron de acuerdo en las votaciones de la ley de Confesiones y Congregaciones del 17.V.1933 (los religiosos no podrán dedicarse a la enseñanza a partir del siguiente curso académico), la escuela única, laica y obligatoria, la expulsión o sometimiento de las órdenes religiosas, también de la Compañía de Jesús, el divorcio, la condición civil de los cementerios, etc., o sea la imposición del secularismo radicalizado en España. Un documento masónico interno manda a todas las logias argentinas promover ‘candidatos liberales’ en las próximas elecciones de diputados’porque ‘proyectos como el del divorcio no son votados sino por representantes que profesen ideas liberales’. Pero debe hacerse ‘en forma profana’, es decir, sin que ‘los profanos’ o no masones perciban que reciben inspiraciones de la masoneria [43].
A veces no es posible deslindar con precisión cuál es la motivación más influyente en la animosidad contra lo católico si la condición masónica de un político, el real o supuesto interés de su partido y de su país o las dos realidades al unísono. El Presidente (1901-1908) de EE.UU., Theodore Rooselvelt, ‘masón confirmado que se había forjado una falsa leyenda de heroísmo contra España en la guerra de Cuba’ (p. 400-401), miembro de la Orden Skull and Bones, dijo en 1912 en Argentina: ‘La asimilación de los países latino-americanos a los USA será larga y dificultosa mientras continúen siendo católicos’. Más tarde Nelson A. Rockefeller, miembro del CFR, gobernador de Nueva York y vicepresidente de EE.UU., tras haber recorrido Hispanoamérica, elaboró el Informe conocido por su apellido, presentado al Presidente Nixon en agosto de 1969. En él se consigna el cambio operado en la Iglesia católica tras el Conc. Vaticano II y concluye: ‘La Iglesia católica ha dejado de ser un aliado de confianza para USA y la garantía de estabilidad social en el continente sudamericano’ Por ello insiste en ‘la necesidad de substituir a los católicos por otros cristianos en América latina’, más concretamente ‘apoyando a los grupos fundamentalistas cristianos y a iglesias tipo Moon y Hare Krishna ‘.Con otras palabras, incita a usar a los fundamentalistas protestantes y a algunas sectas como instrumentos religiosos al servicio del colonialismo económico y político de EE.UU. en Hispanoamérica. No hace falta decir que la familia Rockefeller es tradicionalmente masónica.
El Instituto Lingüístico de Verano (= ILV), fundado en 1934 por W. Cameron Townsend, predicador evangelical, como organización encargada de los aspectos técnicos educativos, lingüísticos y de antropología aplicada. Pero su estudio y enseñanza de las lenguas indígenas era un medio camuflado de evangelización protestante de los nativos al mismo tiempo que de difusión de la masonería. Desde 1975 ha estado subvencionado por Rockefeller (Center, Nueva York) a través de grupos de masones y ha sido catalogado como una de las organizaciones/pantalla de la masonería y del imperialismo yanki. Tenía proyectos en 36 países, de algunos de los cuales ya ha sido expulsado (Ecuador, Panamá, Perú, Vietnam, India, Nepal, Nigeria, etc.). En 1979 el gobierno mejicano rompió con el ILV, pero, al menos en Chiapas, sigue actuando a través de una Asociación civil, la cual dijo que asumía la vertiente científico-técnica del ILV, no la ideológica [44]. Todavía en julio de 1996 la prensa diaria informaba -también con fotografías- de una manifestación de 150 dirigentes de logias mejicanas, celebrada en Chiapas, en protesta por las reformas de la Constitución (art. 24, 27, 30, 50 y especialmente el 130), introducidas en 1992, o sea, que al menos caen en el anacronismo e injusticia de pretender mantener a la Iglesia católica en las catacumbas y a sus ministros (obispos, presbíteros) como ciudadanos de segunda categoría (sin derecho a votar, etc.). La unión de los protestantes con la masonería ha sido tal que, al principio del s. XX el 60% de los protestantes mexicanos eran masones [45]‘. La secta Luz del mundo con sede central en Guadalajara (Méjico) ha estado y al parecer está patrocinada por la Masonería del Rito Oriental Mexicano [46].
Ya antes de la independencia de Iberoamérica había logias masónicas en sus distintas naciones. ‘Durante todo ese tiempo hasta hoy la Masonería iberoamericana se ha mostrado enemiga de la Iglesia católica’, de modo más radical y con ramalazos persecutorios en Méjico (pp. 431 ss.). ‘Los burgueses acomodados (de Iberoamérica) habían mantenido relaciones tensas con la Corona y con el gobierno de la madre patria (España) acusados de ‘defender demasiado’ a los indígenas y de impedir su explotación. Además la elite criolla que condujo a la revolución (contra España) estaba profundamente contaminada por el credo masónico que dio a los movimientos de independencia un carácter de duro anticlericalismo’. La invasión de España por los ejércitos napoleónicos absorbió la atención de la Corona y de la iglesia española.’Resulta innegable el hecho de que, en cuanto se liberaron de las autoridades y de la Iglesia, los criollos invocaron los principios de la hermandad universal masónica y de los ‘derechos del hombre’ de jacobina memoria para liberarse de las leyes de tutela de los indios. Las logias dirigentes de América meridional hicieron frente común con las logias de América septentrional primero para vencer a la Corona de España y después a la Iglesia católica. De este modo nació la dependencia -que marcará toda la historia y que continúa de hecho hoy- del Sur respecto al Norte [47]‘.
3.3. ¿Es posible la doble pertenencia masónica y católica?
Los masones plantean una y otra vez la posibilidad de esa doble pertenencia, o sea, si sus miembros, además de masones, pueden ser católicos al mismo tiempo. Según ellos, la masonería no es una religión. De la Cierva parece estar de acuerdo con este parecer, aunque con cierta sordina (p. 371). No obstante creo que la masonería regular es una religión, pues reúne en sí todos los elementos de la religión en sentido estricto, pero no lo es la irregular a no ser como ‘religión alternativa’ o en la acepción metafórica de la palabra ‘religión’ [48]. De acuerdo con el autor: ‘En todo caso la Masonería no se identifica con ninguna religión concreta; las acepta todas, las trasciende a todas con su Luz misteriosa, proveniente de la Religión Primitiva que tanto exaltaba Albert Pike’ (p. 371). Más aun, los masones se proclaman ‘la religión’, o sea, poseedores del núcleo religioso originario, de lo común a todas las religiones, en contraste con las diversas religiones institucionalizadas que quedan reducidas a meras exteriorizaciones de ese núcleo, a manifestaciones exotéricas más o menos fosilizadas y degeneradas.
La Conferencia Episcopal de Alemania nombró una Comisión de teólogos católicos que mantuvo numerosos encuentros con otra masónica desde el año 1974 hasta 1980, animada por el clima conciliar de apertura y diálogo. El objetivo era triple: ‘Comprobar los cambios internos operados en la masonería alemana’, publicados y exaltados por los masones; ‘examinar si es compatible pertenecer al mismo tiempo a la Iglesia católica y a la masonería’ y ‘si la respuesta, era afirmativa, preparar el cambio de la opinión pública’. Pero la respuesta fue negativa respecto de cualquier clase o rama de la masonería, o sea, no solo para la más abiertamente hostil a la Iglesia, sino también para la ‘bien dispuesta’ hacia la misma, la apellidada christlicher = ‘cristiana’ en Alemania, o sea, la regular, pues también en esta hay ‘dificultades insuperables’ que hacen incompatible la pertenencia simultánea a la masonería y a la Iglesia. Y esto a pesar de no haberles permitido comprobar más que lo relativo a los tres primeros grados, o sea, el vestíbulo del edificio masónico [49].
El 26.XI.1983 la Congregación para la Doctrina de la Fe, con la aprobación del Papa, ha excluido una vez más la doble pertenencia: ‘El juicio negativo de la Iglesia sobre la masonería no ha variado porque sus principios siempre han sido considerados incompatibles con la doctrina de la Iglesia. Por lo tanto, sigue vigente la prohibición de formar parte de la masonería. Los católicos que se hagan miembros de la masonería están en pecado grave y no pueden recibir la sagrada Comunión [50]‘. Como se ve el motivo de la incompatibilidad ahora radica en ‘los principios’, en la naturaleza de la masonería, al margen de que sus actuaciones concretas sean o no maquinaciones contra la Iglesia. No hace falta decir que ‘el estado de pecado grave’ impide el ejercicio de una serie de derechos de los miembros de la Iglesia [51].
El artículo Reflexiones a un año de la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe. lnconciliabilidad entre la fe cristiana y la masonería, publicado en ‘L’ Osservatore Romano’ (23.2.1985) sin firma, expresivo de la posición oficial de dicha Congregación, se estructura en tres ‘reflexiones’:
a)Teórica, a saber, el relativismo que resulta determinante, ya que ‘transforma la estructura del acto de fe de manera tan radical que no es aceptable por parte de un cristiano al cual la fe le es querida’, y el secreto, por el cual los masones corren ‘el riesgo de convertirse en instrumento de estrategias desconocidas por ellos’.
b) Práctica, pues ‘un cristiano no puede vivir su relación con Dios en una doble modalidad escindida’, o sea, ‘en una forma humanitaria-superconfesional’ (en cuanto masón) e ‘interna-cristiana’ (en cuanto católico). Además, ‘un católico no puede participar en la plena comunión de la fraternidad cristiana y, al mismo tiempo, mirar a su hermano cristiano, desde la perspectiva masónica, como a un ‘profano”. c) Socio-cultural. El entorno socio-cultural impulsa hoy al relativismo, al igualitarismo de todas las religiones, etc., algo incompatible con la fe cristiana. No obstante, los masones parecen seguir interesados en mostrar que la masonería ha cambiado en su relación con la Iglesia y que consiguientemente esta es la responsable de su animadversión hacia ellos.
Con palabras de Jesucristo, la Iglesia será siempre como ‘un campo con trigo y zizaña’ (Mt 13, 24-30), o sea, entre sus miembros habrá santos y pecadores e incluso empecatados como, por ejemplo, los cristianos que, además de laicos o laicas y especialmente sacerdotes u obispos, son masones. (pp. 197-268). En nuestros días hay ciertamente obispos masones. No procede dar el nombre de algunos, pues sin duda lo negarán y, por razones obvias, no es posible manifestar las fuentes. Resulta lamentable que el secreto masónico y las consecuencias de su violación impidan publicar sus nombres si bien, con el paso de los años, termina por divulgarse todo. Más aún, se habla de la existencia de la ‘Logia Ecclesia ‘ formada por clérigos que desempeñan diversas funciones en el Vaticano. ‘El general Fulberto Lauro, miembro de la logia P2 testificó ante la Comisión parlamentaria de encuesta que ‘en la logia de Gelli figuraban también cardenales y obispos’. Idéntico testimonio comunicó otro miembro de la P2, el general Franco Pichiotti, secretario de organización de la logia’ (p. 263). Aunque no figuran eclesiásticos en los 922 de la lista publicada de la logia P2 (pp. 213-238), es posible que los hubiera, ya que la P2 contaba con más de 2.000 afiliados (p. 264). ¿Pero existe una logia, encubierta o no, integrada ritual [52] y exclusivamente por clérigos del Vaticano? Algunos masones así me lo han dicho y otros lo han publicado. No es lo mismo la existencia de algunos masones que la de una logia [53]. Respecto de esta última, carezco de datos fidedignos para afirmarlo.
Conozco a un sacerdote, incardinado en una diócesis castellana, al que un masón de los grados superiores (30º-33°), le propuso la incorporación a la masonerfa en el Rito Escocés Rectificado (de 7 grados) ‘más discreto (o sea, más secreto que el Escocés Antiguo y Aceptado, el de los 332 grados), más rústico y en el que los clérigos se encuentran a gusto’. En este Rito se venera a ‘Xchesuah’ = ‘Jesús’, no hay ceremonias sacrílegas, se estudia la proyección ‘mística’ del arte románico y gótico, no hay judíos. Los masones que se sienten visceralmente anticristianos lo consideran demasiado suave y hasta blandengue. Al negarse a ser masón, se le pidió los motivos. Cuando, entre otros, adujo la disposición de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa, se le replicó: ‘Estará de acuerdo en que, dentro de cada uno, hay como un dios, o sea, la voz de la conciencia que le obliga’.- Ciertamente respondió, y eso incluso aunque sea errónea. El masón añadió: -’Estará también de acuerdo en que su conciencia le obliga como a Karol Woityla la suya’. -Ciertamente, contestó. -’Luego, un católico puede ser masón, aunque Karol Woityla, diga que, si lo es, está en pecado grave’. -’Pero Karol Woityla es el Papa y la conciencia sabe que en materia de fe y costumbres, en determinadas condiciones, está obligada a someterse al dictamen del Papa’. El masón concluyó: -’ No sabía que Usted fuera tan dogmático e intolerante’. Esta conversación refleja bien el talante relativista y subjetivista de la masonería.
4. VALORACIÓN CONCLUSIVA
Acabo de comentar dos cuestiones de las muchas planteadas por Ricardo de la Cierva en su monumental obra sobre La Masoneria Invisible, que es una verdadera enciclopedia. Pues, aunque no por orden alfabético, en sus 668 pp. contiene, desarrollada con rigor científico de historiador, afanoso por buscar y exponer la verdad, una visión general y completa: la conexión judeo-masónica (cap. I), masonería y cristianismo (II), la masonería y la Iglesia católica (III-V), masonería y paganismo (VI), masonería y satanismo (VII), masonería aparente y real (VIII: la masonería en Inglaterra, EE.UU., Francia, Iberoamérica, España, la masonería y las tres Internacionales, los crímenes masónicos), la masonería universal (IX), Felipe González y la Masonería Invisible (epílogo), Borbones masones (postdata). Un ‘índice onomástico’ (pp. 669-678) facilita la localización de las personas y personajes citados, si bien ocupará alguna página más si se hace completo.
Como toda obra humana, también esta es inevitablemente perfectible. Su manejo quedaría más enriquecido y completo con un índice temático, al menos de las cuestiones a las que no permite llegar el índice general y sus diferentes epígrafes. En cuanto al contenido estoy convencido de que los masones se sentirán molestos por su vinculación con el satanismo. Y con razón, pues una cosa es el satanismo, otra el luciferismo y otra la Wicca o brujería moderna, que son las tres especies o ramas del demonismo (todo lo relacionado con el Demonio -el término más usado en el N. Testamento: 63 veces, Satanás 36, etc.- y con la demoniaco). Aunque algunos masones, ya efectivos, ya en estado durmiente, hayan fundado o al menos podido fundar sectas satánicas, de ordinario se han inclinado por las luciféricas. Además, la masonería en cuanto tal (sus ritos, etc.) a veces dicen relación a Lucifer, no propiamente a Satanás. Lo confirma la información, merecedora de todo crédito, facilitada por algunos masones sobre los grados 18° y 29°, así como varios libros de los Grandes Maestros y fundadores de órdenes que abordan esta cuestión [54].
Esto no quiere decir que algunos ritos masónicos no hayan sido transplantados a algunas sectas satánicas. En un rito del grado 29° se pisotea y escupe sobre un crucifijo o simplemente sobre una cruz (sin el Crucificado) [55]. Este rito ha sido asumido por la OTO (Ordo Templi Orientis), así como en casi todas sus delegaciones y ramificaciones, presentes en casi todas las partes de la tierra, también en España (Cataluña). Dicen que no lo hacen por odio ni por desprecio hacia Jesucristo, sino como repulsa de un símbolo asociado a la muerte violenta. ¿Por qué no ver en la muerte de Cristo, clavado en la cruz, la muestra palmaria de su amor infinito a Dios Padre y a sus hijos, los hombres? Además, un masón me reconoció que así se elimina cualquier resto residual de respeto sagrado hacia Jesucristo y el cristianismo.
Invito al autor a descorrer un velo que, si no recuerdo mal, no ha tocado, a saber, la relación entre la brujería y la masonería. He aquí dos indicios que seguramente conoce. La Wicca gardneriana (fundada por el masón G. B. Gardner, 1884-1964) está estructurada en tres grados, precisamente los tres primeros de la masonería. Los miembros de un grupo canario son aproximadamente masones (la mitad) y brujas la otra mitad.
El autor se ha adentrado por los vericuetos de la ‘masonería invisible’, la desconocida incluso por la mayoría de los mismos masones. ‘El 5% de los masones pertenecen a la Masonería Invisible’ (p. 354), cuyas ramificaciones, más o menos camufladas, al parecer controlan los centros de decisión económicos, el poder político [56], los motores propulsores de un nuevo Orden mundial. Dada la opacidad, por no decir tenebrosidad, de las realidades masónicas y de sus organizaciones/pantalla, así como la ausencia de archivos abiertos y de fuentes documentales garantizadas parece lógico que, a veces, se tenga la impresión de lo intuido más que mostrado y demostrado. Aunque, como Faetonte, el autor no siempre hubiera conseguido del todo lo intentado, en compensación -como este personaje mítico, hijo del Sol- merecería su epitafio, el hexámetro que Ovidio ‘viera’ ‘inscrito en una roca’, o sea, de duración y vigencia perenne: Quem si non tenuit, magnis tamen excidit ausis [57], o sea, ‘si no lo consiguió, al menos cayó en una tarea de gran osadía’, en una empresa heroica.
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[1] La masonería invisible. Una investigación en Internet sobre la masonería moderna, Editorial Fénix, Getafe 2002, 678 pp.
[2] W. HANNAH, Darkness visible, Augustine Publishing, Devon 1988.
[3] Ital. laico, port. leigo, francés: lai.
[4] Afirmación de Juan Simeón Vidarte (‘Erasmo’ de nombre iniciático,
masónico), ‘grado 33º’, según consta en la firma del ‘proemio’ de la Historia de la masonería en Hispanoamérica, sin editorial ni lugar de edición, 1965 (la 1ª edición, pocos años después la 2ª, que es la que uso) p, X.
[5] De la obra comentada de R, De la Cierva: La masonería invisible. A ella remito cuando, en el texto, figura un número de página entre paréntesis sin cita bibliográfica alguna.
[6] G. F. DlLLON, Grand Orient. Freemasonry unmasked, The Britons Publ. Society, Londres 1950.
[7]Véanse sus signos y su correspondencia con las letras en mi Diccionario enciclopédico de las sectas, BAC, Madrid 2001 3, 51.
[8] Probablemente por influjo del bautismo, sacramento de la iniciación en el cristianismo, la iniciación masónica imprime ‘carácter’, o sea, una vez iniciado, uno no deja de ser masón, aunque no cumpla las obligaciones masónicas, a no ser que sea oficialmente ‘radiado’ = ‘expulsado, excomulgado’ de la masonería. Por este motivo los ‘durmientes’ siguen figurando en las listas masónicas. En la de la logia P2 se lee in sonno después de 37 nombres, apellidos y lugar de residencia.
[9] R. DE LA CIERVA, El triple secreto de la masonería… , Fénix, Madridejos (Toledo) 1994, 295-299, 339-343.
[10] Cf. J. A. VACA DE OSMA, La masonería y el poder, Planeta, Barcelona 1992, 119-122, 211, etc.
[11] Una piedra así es lo único que hay en la sala del edificio de la ONU (Nueva York) destinada a la oración de cuantos lo deseen. Los guías explican que no se podía poner ningún símbolo de una religión determinada (la cruz cristiana, la media luna islámica, la rueda budista, la estrella del hebraísmo) para evitar cualquier discriminación e intolerancia. ¿Pero por qué está uno de los símbolos masónicos más conocidos?
[12] Conjunto de ‘logias’ o ‘talleres’ federadas, sometidas a la misma y única autoridad. En España las principales Obediencias son la Gran Logia de España (GLE, casi 2.000 miembros), Gran Logia Federal de España (unos 250), etc., de la masonería regular; la Gran Logia Simbólica (más de 350), Gran Oriente Español (GOE: unas decenas, pues el 31.3.2001 decidió su unificación con la GLE ‘en forma de confederación sin pérdida de la personalidad jurídica por ninguna de las dos Obediencias masonas’, aunque de hecho se trata de la integración del GOE en la GLE, fecha histórica, p. 504), Gran Oriente de Cataluña (más de 90) con 6 logias en Barcelona, Gerona (radicalmente anticristianas e independentistas; hace poco han incorporado la logia Agartha, ‘salvaje’ o independiente hasta ahora con unos 20 miembros, varios de ellos de Fueza Nueva y de CEDADE, seguía la línea tradicionalista de R. Guénon), Gran Obediencia Femenina Española (unas 50 masonas), etc. Cada Obediencia suele tener su propia Constitución (basada en la Constitución originaria, la de Anderson) y su propio Reglamento o aplicación de la Constitución a lo Concreto y de reforma más fácil. CEDADE es la sigla del ‘Círculo Español De Amigos De Europa’, fundado en 1966 en Barcelona, punto de referencia del nazismo español. En 1985 experimentó una escisión provocada por su vicepresidente Francisco Sánchez Blas, denominada Sociedad Thule, alusión sin duda intencionada a la homónima creada en 1918 en Alemania, a la cual pertenecieron no pocos dirigentes nazis (H. Himmler, R. Hess, etc., y el mismo A. Hitler).
[13] Erklärung der Deutschen Bischojkonferenz zur Frage der Mitgliedschaft von Katholiken in der Freimaurerei en ‘Amtsblatt der Erzbistums Köln’, 1 de junio 1980, 102-111, traducido al italiano en ‘L’Osservatore Romano’, 2 julio 1980; al francés ‘Documentation Catholique’ 78 (1981) 444-448. ¿Por qué no al español?
[14] Cf. R. DE LA CIERVA, El triple secreto…, 209 ss.
[15] Cf. R. DE LA CIERVA, o.c., 80 ss.
[16] Cronache. Italia, ‘Civiltà Cattolica’ 2, abril, 1994, pp. 75-76.
[17] EL Triángulo (más de 3 y menos de 7 masones) es como el embrión de la logia, oficialmente implantado cuando, en una localidad, no hay el número mínimo requerido para formar una logia.
[18] Cf. el texto en V. M. ARBELOA, La masonería y la ley de Congregaciones Religiosas en AA.VV., La masonería en la historia de España. Actas del 1er Symposium de Metodología aplicado a la historia de la masonería española, Zaragoza 1983, Zaragoza 1985 2, 185. La homónima Ligue Française de l’Enseignement, fundada mucho antes (año 1866), cambió su nombre en 1926 porConfédération générale des oeuvres laïques. Estaba integrada en lo que, en el léxico interno de las logias, se llamaba Fraternelles Maçonniques, que se desmembraban en tres clases de Cercles = ‘Círculos’, a saber: D’ Études, Politiques y Sindicales.
[19] O sea, ‘la que no trata de inculcar ninguna creencia o ideología particular, sino formar hombres libres e independientes… La masonería no intenta negar el derecho de los padres a que elijan el centro que prefieran para sus hijos, pero…sólo entre centros omnilaterales, pero nunca para la elección de una escuela unilateral, es decir, la confesional, donde se enseña una religión (católica, protestante, etc.) o ideología (marxista, etc.) determinada’ (E ESPINAR DE LA-FUENTE (Gran Comendador del Grado 33), Esquema filosófico de la masonería, Istmo, Madrid 1981, 235-247.
[20]. Las palabras entrecomilladas están tomadas de la prensa diaria.
[21]. Por ejemplo: el curso ‘Las culturas en la escuela ‘ coordinado por la Cátedra Manuel Azaña de la Fundación Cives y organizado por el Centro de Formación e Innovación Educativa de Burgos a finales de noviembre del 2002 para inmigrantes.
[22]. Se autodefine como una ONG independiente y no confesional, integrada por profesionales de la educación y otras personas interesadas en conseguir que la educación y la cultura sean instrumentos para el desarrollo de los ciudadanos, en el seno de una sociedad basada en la tolerancia, la democracia y la solidaridad.
[23]. Cf. E. DE GUADALUPE, La masonería según sus propios documentos, Buenos Aires 1952, 38-40, 46-51. No hace falta decir que los documentos pertenecen a las logias masónicas de Argentina.
[24]. Cf. su definición en M. GUERRA, Diccionario enciclopédico de las sectas, BAC, Madrid 2001 3, 862-867; más ampliamente expuesta en IDEM, Lo que no es y lo que es una secta en AA. VV., Sectas, ¿De qué hablamos? Historia de las Religiones, Sociología, Evangelización, Instit. Martín de Azpilcueta, Pamplona 1999,11-86.
[25]. Cf. M. GUERRA, El budismo y su situación actual en Europa. ‘Relaciones Interconfesionales’ 26, nº 65 (2002) 81-99, especialmente las pp. 84-86.
[26]. Annie Besant (1847-1933), miembro de la Sociedad teosófica desde 1889, Secretaria de la misma en vida de la fundadora y, tras su muerte, su Presidente desde 1907, fue una activa militante en el ateísmo, perteneciente a la masonería, mixta (con hombres y mujeres como miembros, o sea, de la masonería irregular, la más anticatólica): Derecho Humano y organizadora de la Co-masonería.
[27]. Cf., por ejemplo, J. A. MARINA, Dictamen sobre Dios, Anagrama, Barcelona 2001.
[28].¿Qué son los sucesivos e interminables ‘renacimientos’, el Nirvana, etc.?
[29]. Palabras del masón Albert Pike en su obra monumental y tan representativa de lo masónico: Morals and Dogmas of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry, 1966, 219.
[30]. Valoración certera de Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza, Plaza y Janés, Barcelona 1994, 103-104.
[31]. Desde el comienzo la masonería hundió algunas de sus raíces en el rosacrucismo, como lo ha mostrado la historiadora inglesa Frances A. Yates, aunque más tarde no pocas ramas o sectas rosacruces brotaron y florecieron en la masonería, sobre todo en la ocultista.
[32]. Cuenta con 160 miembros. Tiene sus capitulos (logias) en España (Barcelona, Madrid), Brasil, Bolivia y EE.UU. Los afiliados residen en 20 paises (Alemania, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Ghana, Guatemala, Marruecos, Panamá, Perú, Portugal, Venezuela). Profesionalmente son periodistas, escritores, empresarios, personas ligadas a la Banca, militares norteamericanos de la OTAN (masones de los grados 30º-33º), un mejicano funcionario de instituciones como la ONU en Nueva York. Varios de ellos son masones como el fundador (grado 33º). Ha sido reconocida por la Gran Logia Rockefeller 666.
[33]. Lo masónico se refleja en su concepto deísta de la ‘Inteligencia infinita’ (Dios) que descansa una vez hecho el universo, su aspiración a hacer desaparecer la iglesia de Jesucristo en respuesta a que, según él, la aparición de la Iglesia provocó el retroceso del espiritismo hasta su casi desaparición, etc.
[34]. Unos 30 años después de la fundación del mormonismo se enmarañaron las relaciones entre este y la masonería de tal manera que está prohibida a los mormones su pertenencia a la misma. Cf. Los artículos de M. W. Hoer, E. Zucchini y E. Pavesi sobre la masonería y el mormonismo, los testigos de Jehová y E. A. Mesmer (mesmerismo) AA. VV., Masoneria e religioni, Elle di Ci, Leumann (Turín) 1994, 81-113, 114-125, 126-129 respectivamente.
[35]. Sus adeptos en todo el mundo pasan de 450.000. En España tiene centros en Barcelona, Fuengirola, Madrid, Palma de Mallorca, etc.
[36]. En Die Freimauer: Religion der Mächtigen, Schwengeler, Berneck -Suiza- 1992, 35.
[37]. Cf. los pasos o manifestaciones de este proceso en M. GUERRA, Jesucristo y nosotros, UCAM, Murcia 2002, 12-15 y una exposición más amplia en IDEM, La degradación del sentido religioso en la modernidad y posmodernidad occidental, ‘Analecta Cracoviensia’ 27 (1995) 123-140.
[38]. En su encíclica Humanum Genus AAS 16 (1883/1884) p. 422.
[39] 47 líneas al general español Prim, 83 a Manuel Azaña, Presidente de la II República Española, 425 a Juan A. Ríos, Presidente de Chile (1941-1946); 1293 a G. Washington, Presidente de EE.UU. Invito al lector a hacer una confrontación similar en algunos diccionarios y enciclopedias de gran venta.
[40] Igne Natura Renovatur Integra = ‘Toda la naturaleza es renovada por el fuego’ (iniciación en el grado 18º). De la masonería lo ha tomado el gnosticismo moderno (Samael Aun Weor, etc.), si bien con una lectura incorrecta:Ignis Naturam Renovatur Integram, incompatible con la sintaxis latina.
[41]. Las palabras entrecomilladas están tomadas de la revista ’30 Días’ 19 (2001) p. 29.
[42]. Cf. el documentado y muy interesante estudio de Mª. D. GÓMEZ MOLLEDA, La masonería en las crisis españolas del s. XX, Taurus, Madrid 1986, 313 ss.
[43]. Cf. E. DE GUADALUPE, o.c., 32.
[44]. Cf. mi Diccionario enciclopédico de las sectas… , s. v. Instituto Lingüístico de Verano, así como las fuentes y la bibliografía aducidas al final.
[45].Afirmación del protestante Jean Pierre Bastián, Historia del protestantismo en América Latina, CUPSA, México 1990, 138.
[46]. Cf. Fl. AMATULLI, Religión, política anticatolicismo. La extraña mezcla de la iglesia La Luz del Mundo, Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, México 1989,24.
[47]. V. MESSORI, Leyendas negras de la Iglesia, Planeta, Barcelona 1996, 47-52.
[48]. Cf. mi Historia de las religiones, BAC, Madrid 2002 2, 25-37.
[49]. Cf. su cita en la nota 13.
[50]. Declaratio de associationibus massonicis, AAS 76 (1984) 300.
[51]. Aparte de no poder recibir la sagrada comunión, los señalados en los cánones nn. 980, 987, 1007. Además, deben seguir unas normas especiales en la celebración de su matrimonio (cánon 874, 893) y en las exequias fúnebres (cánon 1184).
[52]. Para que haya una logia se requieren al menos ‘siete hermanos maestros’; de ordinario la forman de 18 a 30 masones. Si pasan de 100 se desdobla.
[53]. No ofrece garantía la lista de Carmine ‘Mino’ Pecorelli (pp.257-263), fundador de la agencia informativa ‘Op’ vinculada a los servicios secretos italianos, miembro de la logia P2, aunque a los pocos meses de su ingreso -el 1.I.1977- rompió con Gelli y atacó a su logia, se burló de los ritos masónicos, rozó los manejos de la Mafia, murió asesinado a balazos en 1978 sin que se haya descubierto al responsable. Pues el mismo Pecorelli reconoce que ‘la lista puede ser apócrifa’, aunque decide publicarla para comprobar su autenticidad o falsedad en las reacciones de los interesados’ (p. 256). Es éticamente inadmisible echar la sombra de la duda sobre 124 eclesiásticos sin probar nada, sobre todo sabiendo que los mismos masones pueden entregar una lista para desprestigiar a determinadas personalidades. De esa lista R. de la Cierva admite ‘la verosimilitud masónica’ de Giovanni Caprile, de Luigi Dadaglio (Nuncio en España, etc) y de su consejero mons. Pasquinelli, del P. Giulio Girardi (promotor de la Teología de la Liberación), etc. Me consta que son masones varios (también religiosos) de la Teología de la Liberación en Iberoamérica, algunos de ellos españoles.
[54]. Por ejemplo, El secreto masónico de Robert Ambelain, Gran Maestre de Menphis-Misralm y grado 33º, etc.
[55]. La acción de escupir sobre el crucifijo es una de las manifestaciones del demonismo como contracristianismo o la perversión del rito del bautismo, en el cual se soplaba y se escupía hacia Occidente, supuesta morada de Satanás según la tradición, por oposición al Oriente, símbolo de Jesucristo (y también de la masonería). Esta ceremonia se conserva todavía en el rito griego del bautismo.
[56]. He aquí, como curiosidad, los principales nombres de políticos masones, ya fallecidos Antonio Alcalá Galiano, Enrique O’Donnell, José I (Pepe Botella), Juan AIvarez Mendizabal, Rafael de Diego, Agustín Argüelles, F. Cea Bermúdez, Francisco Martínez de la Rosa, Baldomero Espartero, José María Calatrava, Rafael Maroto, Ramón Narváez, Casto Méndez Núñez, Nicolás Salmerón, Francisco Pi Margall, Francisco Serrano, Manuel Ruiz Zorrilla, Juan Prim, Amadeo de Saboya (rey), Práxedes Mateo Sagasta, José Rizal (‘padre de la independencia de Filipinas’), Giner de los Ríos, Alejandro Lerroux, Diego Martínez Barrio, Rodolfo Llopis, Santiago Casares Quiroga, Melquíades AIvarez, Marcelino Domingo, Manuel Azaña, Manuel Portela Valladares, José Giral, Luis Jiménez Asúa, Julio AIvarez del Vayo, Luis Companys. De los 12 ministros del gobierno republicano (14.IV.1931) seis eran masones.
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