El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
Gabriel
John Utterson comienza a investigar al nuevo amigo del Dr. Jekyll, Mr.
Hyde, un personaje sombrío y misterioso. Todo se complica cuando Hyde
asesina a un parlamentario británico ante un testigo y Jekyll se vuelve
cada vez más solitario y melancólico. Gabriel se da cuenta de que hay
una siniestra relación entre Jekyll y Hyde: parece que la maldad del
segundo consume al primero, anulándolo progresivamente…
Reseña:
La teoría del psicoanálisis, concebida por el neurólogo vienés Sigmund
Freud, se basa en un modelo estructural que divide la psique humana en
tres categorías: el Ello
, el Yo y el Superyó. La primera (el Ello)
categoría correspondería con nuestro subconsciente, que alberga los
instintos más primitivos de la especie (el hambre, el deseo sexual, la
agresividad y los impulsos irracionales) y que persigue la satisfacción
de los mismos. A fin de contrarrestarlo, el Superyó
representa la parte racional que engloba los pensamientos morales y
éticos recibidos de la cultura, que incluyen la capacidad de
autoevaluación, la crítica y el reproche. Finalmente, el Yo actúa como regulador entre las demandas del Ello y del Superyó.
Curiosamente, Robert Luis Stevenson ya había planteado esta división, aunque de forma inconsciente, en «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
» que exploraba la dicotomía psicológica del ser humano. Al igual que ocurría en «El retrato de Dorian Gray»,
el autor evidenciaba la hipocresía de la sociedad victoriana, que
obligaba al individuo a reprimirse. Sin embargo, esta cohibición pública
solo era soportable a través de la satisfacción privada de una serie de
deseos «cuestionables». En consecuencia, se generaba una dualidad en el
compartimiento del individuo, que daba lugar al nacimiento de dos
personas completamente diferentes dentro de un mismo cuerpo. Este
conflicto interior es una simbolización de la eterna lucha entre el bien
y el mal personificado en la doble figura de Jekyll y Hyde.
A pesar de la relevancia de estos dos personajes, que en realidad son uno solo, Robert Luis Stevenson narra los acontecimientos desde la perspectiva del señor Utteson, abogado y amigo del doctor Jekyll. De hecho, «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
»
nos describe durante gran parte de sus páginas las investigaciones del
señor Utteson para descubrir la identidad del misterioso protegido de su
compañero, el señor Hyde. Conforme avanza el relato, las incógnitas
alrededor de este individuo crecen, así como la tensión psicológica, sin
que el abogado sea capaz de darle respuesta ante el silencio de Jekyll,
quien se muestra cada vez más solitario y melancólico.
La
narración en tercera persona tiende a ser un recurso muy empleado en
las novelas policíacas, pues la intención del autor era, precisamente,
mantener esa incógnita para que el lector se formase un juicio previo,
aun sabiendo que no disponía de toda la información y sorprenderlo en
las últimas páginas. Es decir, consigue desviar la atención del lector
para ocultarle el desdoblamiento de su protagonista hasta el final de la
novela, cuando se cambia a la primera personal y el propio Jekyll nos
proporciona las respuestas del misterio a través de una carta.
En este último capítulo, Robert Luis Stevenson implica al lector
en la narración, quien abandona el papel de espectador externo para ser
el receptor de la misiva. De esta forma, consigue que la empatía con un
personaje que, hasta ese momento, había tenido un papel secundario
frente al señor Utteson, a consecuencia del distanciamiento por parte
del autor.
Es
cierto que las pesquisas del abogado resultan interesantes al principio
de la novela, pero la narración acaba resultando demasiado lineal por
esa imposibilidad de conocer toda la historia completa. Por este motivo,
Robert Luis Stevenson nos proporciona una serie de pistas, aunque no de
forma directa, sino a través de metáforas que solo es posible captarlas
mediante una lectura pausada. Por ejemplo, Hyde siempre accede a la
casa del doctor Jekyll por la puerta trasera que presenta un aspecto
herrumbroso y corrompido, en contraste con la fachada principal. Esta
imagen es una alegoría de la doble personalidad de su propietario.
O también la metamorfosis en la apariencia del señor Hyde, así como la repulsión que inspira.
De hecho, toda la novela de «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
»
es una magnífica metáfora ética en la que su autor consigue
personalizar el eterno conflicto entre el bien y el mal a través de su
protagonista. Un planteamiento psicológico que nos permite profundizar
en la disyuntiva que representa para el individuo la satisfacción de sus
deseos frente a la necesidad de cohibirse en público, así como las
consecuencias sobre su personalidad bajo la forma de una novela
policíaca. Una vez más, las apariencias nos engañan.
LO MEJOR:
La originalidad del planteamiento. Las metáforas implícitas en la
historia y que proporcionan al lector pistas sobre el misterio en torno
al doctor Jekyll y Mister Hyde. El último capítulo.
LO PEOR:
El protagonismo de Utterson frente a Jekyll y Hyde. La narración en
tercera persona, que provoca un distanciamiento del lector con la
historia.
Sobre el autor:
Robert Louis Stevenson, nacido en Edimburgo el 13 de Diciembre de 1850, está considerado uno de los clásicos de la literatura del S.XIX.
La literatura de Stevenson se
centra en novelas de fantasía y de aventuras, dando como resultado una
excelente producción que le valdría el éxito popular. Obras como La isla del tesoro (1883), El extraño caso del Dr.Jeckyll y Mr.Hyde (1886) o Flecha negra (1888) han sido traducidas a decenas de idiomas y adaptadas al cine, el teatro o la televisión en multitud de ocasiones.
Debido a su frágil salud, Stevenson viajó
por el mundo entero en busca de climas más saludables, convirtiéndose
en un experto de la literatrua y el ensayo de viajes.
Sus últimos años transcurrieron en las Islas Samoa, donde murió el 3 de Diciembre de 1894.
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