La guerra de Granada
1568, víspera de Navidad, Granada. Los moriscos se alzan en armas, la violencia inunda las Alpujarras y se extiende por los valles y las costas del sureste de la península ibérica. Esperan que les llegue el apoyo de los otomanos. La escuadra turca se mueve por el Mediterráneo con total impunidad. Turcos y berberiscos asolan la costa del Levante y del sur de la península, llevando miles de cautivos al norte de África. Las Baleares sufran continuas rapiñas, Formentera ha quedado deshabitada. Hay zonas de la costa habitadas sólo por moriscos, que facilitan ayuda a los saqueadores. Los moriscos esperan la restauración de Al Andalus y están dispuestos a llegar hasta el final.

(Granada, 1503-Madrid, 1575) Político y escritor español. Dotado de una sólida formación humanística, desempeñó con gran brillantez el oficio de diplomático, al servicio de Carlos I, y fue embajador en Inglaterra y Venecia. En 1542, el emperador le encomendó la delicada misión de representarle en el concilio de Trento, donde el conflicto de intereses entre el papado y Carlos I lo enfrentó con Paulo III, que se oponía a la presencia española en Italia. En 1547 fue nombrado gobernador y capitán general de Siena y embajador en Roma, pero el nuevo Papa, Julio III, exigió y consiguió su relevo en 1551.
Tras su vuelta a España, entró en el influyente Consejo de Estado y fue nombrado caballero de la Orden de Alcántara, pero su figura acabó concitando serias dudas y recelos, por lo que fue desterrado a Granada en 1568. Cuando estalló la revuelta de los moriscos en las Alpujarras (1568-1570), luchó junto a su sobrino, el marqués de Mondéjar, para sofocarla. Fruto de esta experiencia es su libro La guerra de Granada, publicado en 1627, que narra la historia de la sublevación de los moriscos.