Biografía de Melino, poetisa griega

Oda a Roma

“Salve, Roma, hija de Ares,
marcial soberana de áureo ceñidor,
que ocupas en la tierra un venerable Olimpo,
siempre inconquistable
Sólo a ti, sublime, te concedió el Destino
la imperial gloria de un poder infrangible,
para que, dueña de un vigor soberano,
tomes el mando.
Bajo tu yugo de potentes riendas,
el pecho de la tierra y del mar gris
se ve embridado. Y tú pilotas sin yerro
las villas de sus gentes.
El poderoso tiempo, que todo lo derrota
y que muda la vida, de un modo a cada uno,
sólo a ti la brisa del poder que hincha tus velas
no te la cambia.
Pues tú sola de todos, los más poderosos
guerreros y grandes das a luz,
como si dieras rica mies del fruto de Deméter,
pero de hombres”.


Melino (en griego: Μελιννώ) fue una poetisa de la Antigua Grecia en un período desconocido, más probablemente en la época de esplendor del Imperio Romano (hacia el siglo II).​ Juan Estobeo dice que nació en Lesbos, no obstante su obra tiene características del dialécto dórico.

Utilizó la misma forma métrica que Safo de Lesbos. La única obra de Melino que llegó a nuestros días (a través de Estobeo) es una Oda a Roma. Es un himno a la diosa que personifica a la potencia antigua. Al final de cada estrofa existen pausas que pueden guardar relación con el modo de ejecución del himno, en cinco momentos sucesivos o estaciones de un ritual (quizás una procesión) en honor a la diosa Roma. Su final abrupto, sin ruegos, puede entenderse como que no es una divinidad a la que implorar a la que está dedicado el himno, sino a la hipóstasis de un poder hegemónico.​ Fue parte del clima de una época que favoreció una literatura filorromana.

Estobeo había entendido que la oda no estaba dedicada a Roma sino a la fuerza (ambas palabras son homófonas y homógrafas en griego), confusión señalada por Hugo Grocio. Es posible que Melino haya explotado conscientemente la ambigüedad de la palabra.​ Hasta el siglo XIX se atribuyó este poema a Erina, cuya autoría es imposible cronológicamente.


Foto: Juramento de los Horacios (en francés Le Serment des Horaces) es una obra de Jacques-Louis David realizada en 1784, antes de la Revolución francesa. El cuadro tiene una dimensión de 330 x 425 cm y se conserva en el Museo del Louvre.