Exposición monográfica de Borges en Madrid
La Casa de América presenta El infinito Borges, una exposición que ahonda en distintas facetas del escritor en el 30 aniversario de su muerte.
Jorge Luis Borges (1899, Buenos Aires, Argentina/1986, Ginebra, Suiza) es considerado el padre de la novela hispanoamericana. El escritor argentino supuso un punto de inflexión en el rumbo de la literatura gracias a unas obras que inundaba de conceptos como el tiempo, el destino o la realidad, que entendía de una forma muy personal y que han traspasado esas páginas para convertirse en ideas universales.
La Casa de América presenta "El infinito Borges", una exposición con más de 300 piezas relacionadas con la vida privada y pública del autor, montada íntegramente con fondos del Museo del Escritor, que acerca al público a su figura en el 30 aniversario de su muerte. "Si bien su obra no es tan extensa como la de otros autores, es tan diversa y tan original que abre diferentes posibilidades, no se acaba nunca. El título de la exposición juega con un doble sentido: Borges es infinito y también Borges es el nombre particular de un tipo de infinito", explica a Libertad Digital Claudio Pérez Míguez, uno de los comisarios de la exposición.
"Borges es el escritor más importante del siglo XX en lengua castellana. Después de Borges, la literatura en castellano ha cambiado y ya no se puede prescindir de su obra, bien para tratar de emularla o porque no gusta. Por supuesto, todo el boom latinoamericano no podría ser entendido sin Borges", opina Pérez Míguez . "Cuando Vargas Llosa o García Márquez hicieron su obra no pudieron dejar de tener en cuenta a Borges y lo dicen ellos mismos. Mas allá de que la obra de García Márquez, por ejemplo, no se parece en nada a la de Borges, pero sí que le tiene presente. Es como hacer arte después de Picasso", añade.
"Borges es el escritor más importante del siglo XX en lengua castellana. Después de Borges, la literatura en castellano ha cambiado y ya no se puede prescindir de su obra, bien para tratar de emularla o porque no gusta. Por supuesto, todo el boom latinoamericano no podría ser entendido sin Borges", opina Pérez Míguez . "Cuando Vargas Llosa o García Márquez hicieron su obra no pudieron dejar de tener en cuenta a Borges y lo dicen ellos mismos. Mas allá de que la obra de García Márquez, por ejemplo, no se parece en nada a la de Borges, pero sí que le tiene presente. Es como hacer arte después de Picasso", añade.
"El infinito Borges" explora distintas facetas del autor como sus relaciones familiares; su vinculación con otros escritores como Julio Cortázar, Ramón Gómez de la Serna o Ernesto Sabato; su vinculación con el cine o la relación de su familia con el presidente Sarmiento. Exhibe primeras ediciones, libros dedicados, grabaciones de su voz, fotografías con su círculo intelectual, ilustraciones -muchas de su hermana- o guiones cinematográficos como los de Los Orilleros o El paraíso de los creyentes. "Podríamos destacar una foto de su abuela inglesa- que le leía clásicos de la literatura anglosajona-, firmada en 1915, un año muy importante para la familia Borges o un libro Wine, Water and Songs de Chesterton, firmado por Borges en el reverso, como solía hacer con todos los libros, en 1919 en Granada", apunta el comisario de la muestra.
Los textos de Jorge Luis Borges están colmados de simbología, originalidad y belleza, con un lenguaje claro pincelado de ironías y con una mezcla de géneros muy innovadora. "Nos ha dejado una obra que era un clásico desde antes de que muriera. Es una obra inabarcable, se pueden armar bibliotecas completas con cosas escritas sobre Borges, desde relaciones con las matemáticas a la ciencia ficción o a la arquitectura. No es volumétrica, pero es tan original, con tantos huecos y mezclando tantos conceptos, que es su gran legado", describe Claudio Pérez.
"Fue un escritor rompedor en todos los sentidos, fue una revolución. En todos los siglos hay grandes autores, pero solo unos pocos dan una vuelta de tuerca a partir de la que las cosas no vuelven a ser iguales. Borges es uno de esos pocos. Desde Borges nada ha vuelto a ser lo mismo. Nadie puede escribir prescindiendo de su existencia", explica.
Los textos de Jorge Luis Borges están colmados de simbología, originalidad y belleza, con un lenguaje claro pincelado de ironías y con una mezcla de géneros muy innovadora. "Nos ha dejado una obra que era un clásico desde antes de que muriera. Es una obra inabarcable, se pueden armar bibliotecas completas con cosas escritas sobre Borges, desde relaciones con las matemáticas a la ciencia ficción o a la arquitectura. No es volumétrica, pero es tan original, con tantos huecos y mezclando tantos conceptos, que es su gran legado", describe Claudio Pérez.
"Fue un escritor rompedor en todos los sentidos, fue una revolución. En todos los siglos hay grandes autores, pero solo unos pocos dan una vuelta de tuerca a partir de la que las cosas no vuelven a ser iguales. Borges es uno de esos pocos. Desde Borges nada ha vuelto a ser lo mismo. Nadie puede escribir prescindiendo de su existencia", explica.
La década más prolífica de Borges es la de los años 40. El autor argentino renegó
de muchos de sus primeros trabajos de los años 20 -obras que no volvió a
publicar o las publicó con grandes modificaciones-. En Ficciones (1944) presentó todo su universo imaginativo y en El Aleph (1949) consolidó este estilo que combinaba preocupaciones filosóficas y fantasía de una forma incomparable.
"Borges
se hizo muy conocido a partir de los años 60, cuando recibió el Premio
Formentor. Hasta ese momento era sumamente respetado y una figura de
referencia, pero en el círculo de los intelectuales. Hoy en día está
traducido a más de treinta idiomas, pero la primera traducción -que está
en la exposición- se hace en el año 55, cuando es bastante tardía".
La polémica del Nobel
Quizás, como considera Claudio Pérez, la falta del Premio Nobel en el palmarés de Borges ha sido más notorio que su concesión. "Hay distintas versiones de por qué no se lo otorgaron, pero la más difundida es por razones políticas ya que anteriormente había recibido un premio por parte de Pinochet. También se dijo que era porque él era de derechas y, en esos tiempos, el Nobel tenía una tendencia de izquierdas. Hay otros rumores que apuntan a que el secretario de la academia sueca le dio un escrito propio y él lo criticó mucho y no se lo perdonó. Más allá de que le hubiera venido bien el dinero, ha sido más trascendente que no se lo hayan dado".
Sin embargo, la política no le interesaba demasiado "más allá de que era un hombre que decía en cada momento lo que pensaba". "A veces esto le pasó factura. Se le utilizó injustamente en Argentina por determinados sectores políticos. Él vio con buenos ojos que la dictadura militar arrojase del poder a Isabel Perón, pero eso no quiere decir que haya apoyado lo que los militares hicieran después. Hay una petición, aún durante la dictadura, de las abuelas de la plaza de mayo para que apareciesen los niños y él la firmó".
Su amor a España
Para recordar sus dos años de estancia en España, en los que recorrió diferentes ciudades como Sevilla, Mallorca, Madrid, Granada, Barcelona, la exposición exhibe, por ejemplo, la primera publicación de los poemas España y Alhambra. Borges volvió muchas veces a nuestro país, con el que siempre mantuvo buena relación.
Fecha: del 22 de abril al 21 de mayo de 2016.
Lugar: Casa de América (sala Frida Kahlo).
Hora: de lunes a viernes de 11:00 a 19:30. Sábados de 11:00 a 15:00. Domingos y festivos cerrado. Entrada libre hasta completar aforo.
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