Estas Navidades, editada por Círculo Rojo, llegará a las librerías españolas
“Con la piel de cordero”, la primera novela que se escribe
sobre la vida personal y política de Santiago Carrillo. Se trata de un trabajo
literario de Josele Sánchez que deja al descubierto un Santiago
Carrillo completamente alejado de la imagen de político sensato y conciliador
con un papel decisivo en la Transición democrática española. De hecho, el relato
describe verdaderas atrocidades llevadas a cabo, según el
autor, por Santiago Carrillo e incluso ofrece un listado, con nombres, apellidos
y lugares de ejecución, de militantes comunistas presuntamente asesinados por
órdenes suyas.
Josele Sánchez (Bunyol-Valencia, 1964) es un escritor contundente,
polémico y sobrado de oficio. Columnista de prensa, analista político y
periodista nómada en el territorio siempre movedizo de lo "políticamente
incorrecto", Sánchez es licenciado en Periodismo y en Ciencias Empresariales y
Máster en Dirección de Empresas y Dirección de Marketing por EADA Business
School. Actualmente, el autor de “Con la piel de cordero” desarrolla una
intensa labor docente en universidades y escuelas de negocio españolas e
hispanoamericanas y posee una vasta producción literaria que abarca
desde la poesía hasta el ensayo, pasando por el cuento infantil y, por supuesto,
la novela.
“Con la piel de cordero” es una de esas obras que desde un primer momento
parecen predestinadas a levantar ampollas y a crear polémica. De hecho, un grupo
de estudiantes madrileños ya ha contactado con el escritor solicitándole que
presente la novela en la Universidad Complutense de Madrid, de la que es rector
José Carrillo, hijo del líder comunista. La respuesta de Josele Sánchez no se ha
hecho esperar: “Estaría encantando de acudir con la novela a la
Complutense, pero dudo mucho que el rector esté dispuesto a aceptarlo”.
Y ha mandado un mensaje tan claro como categórico al director universitario:
“Debe ser muy difícil vivir sabiendo que eres el hijo de un
asesino”.
“La novela es una deuda que tenía pendiente con mi padre, que murió hace
algunos años”, explica Josele Sánchez en conversación telefónica con "La Tribuna del País Vasco". “Ahora, simplemente,
he cumplido con mi promesa. Cuando murió Santiago Carrillo, me dio mucho
coraje observar todo el montaje social que se desplegaba en su honor.
La Monarquía, el mundo político y los medios de comunicación trataron el hecho
como si esta persona hubiera sido alguien loable, dejando oculta la auténtica
realidad de su trayectoria vital”.
“Yo no soy historiador, soy escritor y,
por ello, intenté construir una novela encabezada por un personaje que tuviera
vida propia. La historia que presento es independiente de la investigación que
se ofrece alrededor de Carrillo y, por ello, hay también en la trama amor, sexo
y peripecias profesionales. El reto consistía en ligar todo esto, de una
forma eficaz, con lo que quería contar de la figura de Carrillo”.
Para construir su historia, el autor de “Con la piel de cordero” crea el
personaje de Marcos Larrazábal, un periodista que debe investigar la vida del ex
secretario general del Partido Comunista de España (PCE). Más allá de su
participación en las matanzas de Paracuellos sobre lo que tanto se ha escrito,
el personaje de la novela descubre un pasado oculto y maléfico del político
comunista desconocido por la opinión pública: “la posible participación
de Santiago Carrillo en el estrangulamiento de su primera mujer; su
involucración en la condena a muerte de José Antonio Primo de Rivera, fundador
de Falange Española, y en el brutal asesinato de Leon Trotski, e incluso la
sistemática eliminación física de militantes comunistas incómodos son
algunas de las “perlas” con las que se irá encontrando el lector de una novela
que, además, engancha desde la primera hasta la última página.
¿Con qué dificultades se encontró a la hora de planificar la
historia?
La gran dificultad de la novela ha sido intercalar con éxito
acontecimientos históricos con la trama argumental de ficción que estaba
desarrollando. Quería conseguir que, de una forma obvia, quedara
claramente expuesto ante el lector lo que era una verdad histórica y lo que era
un elemento de ficción. Es una novela con saltos en el tiempo y con saltos
geográficos que, en mi opinión, consiguen dar consistencia a la trama y logran
atrapar al lector.
Por otro lado, tampoco fue fácil conseguir la documentación necesaria
para escribir la novela. He estado dos años investigando para escribir
una obra sobre Santiago Carrillo en la que el lector se va a encontrar con
muchas sorpresas sobre este personaje. Se trata de hechos históricos que
deberían haber llevado a Carrillo ante los tribunales.
¿Qué revelaciones hace la novela sobre la figura de
Carrillo?
En la novela explico, por ejemplo, que Santiago Carrillo asesinó a su primera
mujer y la enterró en la vivienda que Dolores Ibarruri (“La Pasionaria”) tenía
en París. Este hecho estuvo en conocimiento de José Manuel Lara, editor de
Planeta, y no lo publicó por presiones de la Casa Real. Parece
una trama de ficción, pero no lo es. Todo es demostrable. Esta información
estuvo en manos de Lara a través de un libro que publicó de Enrique Lister,
titulado “Así destruyó Carrillo el Partido Comunista”.
En su opinión, ¿por qué posee Santiago Carrillo la imagen positiva
que actualmente tiene en España?
Cuando el Rey Juan Carlos todavía era príncipe, hubo un pacto para marcar de
algún modo lo que iba a hacer el Partido Comunista una vez que Franco muriera. A
través de ese pacto, Santiago Carrillo se aseguró de que se limpiara su nombre,
su pasado y su expediente. Carrillo se aseguró de que no pudiera ser juzgado por
ningún motivo y que, además, no se le hiciera responsable de ninguna de las
cosas que había hecho. Tanto es así que el único exiliado del Partido Comunista
que no pudo volver a España en la Transición fue Segundo Serrano Poncela, mano
derecha de Santiago Carrillo en la matanza de Paracuellos, a quien Martín Villa,
en aquel momento ministro del Interior, impidió regresar a España. Se trataba
cumplir el pacto con Santiago Carrillo para que el Partido Comunista no montara
una nueva revolución y permitiera la evolución de la Transición democrática. La
Monarquía, a cambio, se comprometió a proteger a Santiago Carrillo, y así lo
hizo hasta el último momento.
¿Cómo ve al Partido Comunista actual?
La novela explica cómo Santiago Carrillo ordenó eliminar
selectivamente a militantes del Partido Comunista que le resultaban
incómodos. De hecho, en la obra se incluye una relación de nombres de
víctimas.
Carrillo, cuando destrozó el PCE, lo destrozó totalmente, incluso
económicamente. Gerardo Iglesias le sustituyó en la secretaría general, pero
cuando quiso actuar de una forma independiente se encontró con la férrea
oposición de Carrillo y sus hombres. Ocurría que Carrillo había acordado con
Alfonso Guerra que el cuerpo central del PCE acabara en el PSOE y, de hecho, así
ocurrió, excepto con el propio Carrillo, que acabó siendo “fichado” por
el Grupo Prisa.
El Partido Comunista fue el gran sufridor de Santiago
Carrillo, tal y como reflejo en la novela. Los militantes comunistas
eran los más honrados que había en el frente republicano, pero tenían los
dirigentes más deshonestos. Los líderes comunistas abandonaron a sus hombres en
la Guerra Civil y, posteriormente, hicieron lo mismo en el exilio.
Finalmente, con Julio Anguita, el PCE se incluyó en Izquierda Unida, donde
hoy es algo puramente testimonial.
Fuente: www.elespiadigital.com