Jacques Bossuet
(Dijon, 27 de septiembre de 1627 + París, 12 de abril de 1704) Religioso, predicador y
escritor francés. Discípulo de los jesuitas, fue arcediano en Metz. De
regreso a París (1659) y entregado a la oratoria sagrada, su fama se
extendió gracias a sus sermones fúnebres, como el dedicado a Ana de
Austria (1667). En 1670 Luis XIV le nombró preceptor del delfín, a quien
dedicó diez años de su vida y obras como el Discurso sobre la historia universal
(1681). Concluida esta misión, fue nombrado obispo de Meaux (1681).
Intervino en la Asamblea del clero, combatió la Reforma protestante y,
oponiéndose a su amigo Fénelon, intervino en la querella del quietismo.
Enemigo del teatro por considerarlo inmoral (lo criticó acerbamente en Máximas y reflexiones sobre la comedia,
obra de 1694), en el último período de su vida retornó a la
predicación. Entre sus muchas obras cabe destacar, aunque inacabada y
editada tras su muerte, Política deducida de las propias palabras de la Sagrada Escritura (1709).
Nacido en una tradicional familia de
magistrados, J. B. Bossuet estudió con los jesuitas, y en 1650 se ordenó
sacerdote en París y obtuvo el título de doctor en Teología. Demostró
sus aptitudes de predicador en Metz y despertó el interés de San Vicente
de Paúl, quien le encargó varios sermones y oraciones fúnebres. En 1669
fue nombrado obispo de Condom y en 1670 el rey Luis XIV le encargó la educación del delfín, heredero de la corona.
Siendo preceptor en la corte escribió algunas de sus principales obras, como el Discurso sobre la historia universal
(1681), donde explicó sus argumentos para la construcción de una
concepción providencialista de la historia. En 1681 recibió el
nombramiento de obispo de Meaux, y en 1697 el de Consejero de Estado.
Buscó la unión de católicos y protestantes bajo el gobierno de un rey
filósofo cristiano y participó de las polémicas suscitadas en el seno
del cristianismo. Muchos de sus textos fueron utilizados como
referencia en las controversias religiosas de la época; un ejemplo es su
Historia de las variaciones de las Iglesias protestantes (1688).
Sus obras, de una prosa lírica y vehemente, muchas de ellas inspiradas en la elocuencia de Cicerón y San Agustín, incluyen las Oraciones fúnebres de Enriqueta de Francia (1669), que constituyen un modelo del género, Política deducida de las propias palabras de la Sagrada Escritura (1709) y Del conocimiento de Dios y de sí mismo (1722).
Numerosos historiadores lo reconocen como uno de
los principales teóricos del sistema político del Antiguo Régimen o
monarquía absoluta de derecho divino, cuyos conceptos dominaron la
teoría política del siglo XVII en toda Europa y se mantuvieron hasta la
época de la Revolución Francesa. El ideario de Jacques Bénigne Bossuet
defendía la igualdad entre todos los hombres, pero entendía que la única
forma de garantizar la paz y la seguridad era la implantación de un
Estado gobernado por un rey cuya autoridad le era dada por Dios, y en
quien los hombres debían depositar su derecho natural a regirse.