Elsa Morante
(Roma, 18 de agosto de 1912 + Roma, 25 de noviembre de 1985) Escritora italiana. Vivió de actividades afines a la literatura, a partir de los años de la década de los treinta, y participó de la febril actividad cultural que se desplegó por toda Italia en el período del boom económico, alrededor de 1960. Inspirada en la gran tradición rusa y francesa, comenzó en su adolescencia a tramar historias que se publicaron con notable éxito en los periódicos. Aunque después rechazó estas producciones juveniles, fueron una especie de taller de experimentación de su primer libro de relatos, Il gioco secreto (1941), y de la vastísima novela Mentira y sortilegio (1948), por la que recibió el Premio Viareggio. En 1941 se casó con A. Moravia, del que fue compañera en la lucha antifascista y en los decenios posteriores. Su final fue patético para la entusiasta luchadora que había sido: enferma y abandonada por Moravia, pasó sus últimos años en una residencia.
Los relatos de Il gioco segreto
destacaron enseguida, ya que parecían obedecer al "reclamo" de un
realismo mágico en continua tensión de búsqueda y revelación de los
aspectos secretos de la aventura humana, ejemplificada en casos inéditos
cuyas raíces ahondaban en el terreno de la autobiografía. Menzogna e sortilegio
(1948) fue la primera revelación de una escritora original, ciertamente
en los primeros puestos de los valores literarios de posguerra.
Esta
extensísima novela, de más de setecientas páginas, está ambientada en
el Mediodía y se extiende en las aventuras de una familia durante tres
generaciones; pero, repleta como está de casos, aventuras, rarezas,
caracteres, todas las notas realistas están como dominadas por una
inteligencia fabuladora y por el gusto exquisitamente musical de la
escritora, que adopta la sutileza psicológica como un más exquisito
recurso de fabulación. Las partes poéticas de la novela (que abunda en
amores y sueños de adolescencia) han hecho pensar en Alain-Fournier: las
de trama más densa en los novelistas del XVIII, Marivaux o Laclos. Y la
sabia alternancia de todos estos tonos distintos acompasados en un
inextinguible allegro de la fantasía, hace de Menzogna e sortilegio un libro excepcional y personalísimo.
La segunda novela, La isla de Arturo (L'isola di Arturo,
1957), de extensión más breve, toca más profundamente, sin ya esa feliz
despreocupación, temas ambiguos y dolorosos. Los personajes son pocos, y
están unidos por pasiones ardientes (el tierno amor de un hijo por la
joven madrastra, mientras el mítico padre se revela pederasta) en un
paisaje encantado. Y al menos en toda la primera parte, este resonar de
fondo, entre stendhaliano y romántico, de sentimientos secretos en medio
del esplendor mediterráneo de una vida inocente da resultados
excepcionales. En 1963 Elsa Morante publicó en Lo scialle andaluso algunos nuevos relatos junto con alguno de Il gioco segreto.
Su prosa, como ha observado la crítica, "se asemeja a ciertas fábulas
barrocas, las cuales ostentan las riquezas más opulentas y suntuosas de
la fantasía decorativa; y luego las transforman hábilmente en un amable
divertimento musical".
Una autora tan independiente
de las imposiciones del gusto corriente, pero completamente distinta, es
la que encontramos en el libro de versos publicado en 1968, Il mondo salvato dai ragazzini.
La vena de alegre anarquía, de rechazo de las responsabilidades, de
contestación, que es ya advertible en su interpretación "mitológica" de
la realidad, ahora se hace explícita y se plasma en una poética de la
discordia.
En 1974 publica La historia, un
retorno a la narrativa neorrealista ignorada en el momento de su
triunfo. Se trata de una tentativa de epopeya popular con episodios
bellísimos, donde todo es vivido en una profundidad visceral y en una
aproximación del mundo humano, como se ha dicho, al de los animales y
las plantas. Su última novela, Aracoeli (1982), retoma su tema
predilecto de las obsesivas relaciones familiares, representando los
aspectos turbios y las frustraciones de una relación madre-hijo, como en
una especie de desafío al psicoanálisis y con una técnica compositiva
en la que encontramos yuxtaposiciones de tiempos distintos.