Escritor español, nacido en Écija (Sevilla) el 1 de agosto de 1578 y
fallecido en Madrid en el 10 de noviembre de 1644, que fue uno de los grandes autores
teatrales del Barroco español. Su gusto por señalar los vicios y
defectos de la sociedad estuvo muy extendido entre los escritores del
Barroco.
Vida
Hizo sus primeros estudios en su pueblo natal, y luego ingresó
en la Universidad de Osuna, donde se graduó como Bachiller en Arte en
1596. Pronto interrumpió sus estudios para aceptar un buen empleo como
sirviente del cardenal Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla. A su
lado no sólo tenía seguridad económica, sino la posibilidad de realizar
grandes viajes. Fue así como conoció la Corte, instalada en Madrid.
En
1660 pasó a Italia como soldado, y se alistó en las tropas de grandes
personajes de la política y la vida militar, como el gobernador de Milán
y el almirante genovés Andrea Doria. A su regreso a España, pasó un
tiempo en Valladolid y Sevilla, para acabar instalándose en Madrid,
donde entró al servicio del conde de Saldaña. Por aquel tiempo, era
frecuente que los escritores buscasen amparo y protección económica al
lado de estos grandes personajes de la nobleza.
En Madrid, Vélez
de Guevara empezó a darse a conocer como escritor. Tuvo grandes éxitos
como autor teatral, y pronto fue amigo de otros famosos autores, como Lope de Vega. Parece ser que, al tiempo que escribía poemas y obra de teatro, trabajaba también como abogado.
A
pesar de su éxito como dramaturgo, nunca dispuso de mucho dinero (entre
otras cosas, porque parece ser que era poco ahorrador). Tuvo que buscar
nuevos protectores, como el marqués de Peñafiel, e incluso solicitar,
ya casi a punto de cumplir cincuenta años, el puesto de ujier de
Palacio.
Se casó en tres ocasiones (1615, 1619 y 1626) y tuvo
muchos hijos, lo que aumentó sus problemas económicos. Algunos
estudiosos de su vida y obra creen que celebró una cuarta boda. En
cualquier caso, protagonizó muchas aventuras amorosas fuera del
matrimonio.
Obra
Luis Vélez de Guevara fue uno de los mejores continuadores del
nuevo teatro creado por el mayor genio de la escena de su tiempo, Lope
de Vega. Además, fue un poeta inspirado (su obra teatral está escrita en
verso) y un buen prosista, como demostró en su narración satírica El diablo Cojuelo (1641). En ella se burla de los vicios y defectos de la sociedad de su tiempo.
En vida, su fama como escritor la ganó con sus obras de teatro en verso. Sin embargo, en la actualidad es más valorado por su narración en prosa El diablo Cojuelo.
Teatro
Como dramaturgo, Vélez de Guevara fue uno de los discípulos o seguidores del madrileño Lope de Vega, que creó la llamada Comedia Nueva. De hecho, Lope y él fueron amigos cuando ambos residían en Madrid.
Al
igual que Lope, Luis Vélez de Guevara utilizó en su teatro temas y
argumentos procedentes de la tradición literaria anterior (como el
Romancero), y de leyendas y canciones populares. Su método de trabajar
era simple: convertían a los personajes de un romance o una canción en
protagonistas de las historias contadas en sus obras de teatro.
Otras
veces, siguiendo también el ejemplo de Lope de Vega y sus seguidores,
Vélez de Guevara se inspiró en episodios reales de la historia de
España.
Como casi todos los dramaturgos de la época, fue un autor
prolífico (es decir, que escribió muchas obras). Se cree que Vélez de
Guevara escribió unas cuatrocientas, aunque sólo un centenar de ellas se
conservan en nuestros días.
Sus obras teatrales más importantes son: La serrana de la Vera, inspirada en una canción tradicional; La niña de Gómez Arias, basada en los personajes de un cantar popular; Reinar después de morir, sobre Inés de Castro; La Baltasara, donde los personajes de una obra contemplan, a su vez, la representación de otra pieza teatral; El diablo está en Cantillana, y También la afrenta es veneno
También escribió teatro religioso, como los autos sacramentales La abadesa del Cielo y El nacimiento de Cristo; y fue, asimismo, autor de entremeses, como La sarna de los banquetes y La burla más sazonada.
Prosa
Ya en su vejez, Luis Vélez de Guevara decidió escribir una sátira en prosa: El diablo Cojuelo. El
pretexto que Vélez de Guevara se inventa para hacer su crítica es muy
original. Presenta a un estudiante, don Cleofás, que, perseguido por la
justicia, va huyendo por los tejados de Madrid. Llega así a la vivienda
de un astrólogo (o mago) y descubre que éste tiene un diablo encerrado
en un recipiente. Es el diablo Cojuelo, quien, una vez liberado por don
Cleofás, levanta los tejados de las casas para que se puedan contemplar
los vicios y pecados de las gentes que viven en ellas.
Al igual que había imitado a Lope de Vega en su teatro, en El diablo Cojuelo Vélez de Guevara imitó a otro genio de la literatura del Barroco, el madrileño Quevedo. En sus famosos escritos denominados Sueños, Quevedo había utilizado la sátira de un modo parecido a como lo hace Vélez de Guevara en su obra en prosa.
Vélez
de Guevara también es "quevedesco" en el lenguaje que emplea. Su prosa
está llena de recursos retóricos de gran dificultad, que, una vez
entendidos, resultan muy ingeniosos. Es un lenguaje culto y complicado,
de gran brillantez.