Biografía de Juan de Mariana


Juan de Mariana

El Padre Juan de Mariana  (Talavera de la Reina, 1536 + Toledo, 16 de febrero de 1624)  nació el año 1536 en Talavera de la Reina. No se sabe en qué día, pues no ha podido encontrarse la fe de bautismo. Es casi seguro que no fue hijo legítimo y se ha dicho que su padre fue un canónigo de aquella ciudad. Es posible que su nacimiento extra legal sea parte por lo menos de la explicación de su carácter, siempre retraído y ocasionalmente violento. En el siglo XVI ser hijo de un personaje eclesiástico debía provocar una censura social que sin duda hirió su sensibilidad desde la infancia. Cuando tenía setenta y tres años y era autor famoso, cargado de gloria, en un escrito dirigido al Papa Paulo V, se llamaba a sí mismo infirnae conditionis horno


Estudió Artes y Teología en la Universidad de Alcalá, ya los diecisiete años ingresó en la Compañía de Jesús, recientemente creada. Su precocidad intelectual y la fama de la misma eran tales que se dice que San Ignacio de Loyola, que residía en Roma, recibió la noticia con satisfacción especial y le envió su bendición. Hizo el noviciado en Simancas y volvió a Alcalá a completar sus estudios. En 1561, cuando contaba veinticuatro años, fue llamado al Colegio Romano, en el cual el Padre Diego Laynez, el segundo General de la Compañía, quería concentrar las mejores mentes de la nueva orden religiosa. El Padre Mariana enseñó en él Teología durante cuatro años. Después enseñó otros dos años en un colegio de jesuitas en Sicilia, y de allí pasó a la Universidad de París. En todas partes sus lecciones fueron objeto de grandes elogios. A pesar de ello, en 1574 regresó a España y vivió en la casa profesa de la Compañía de Jesús en Toledo, hasta su muerte, el año 1623, a los ochenta y siete de su edad.

Toledo había iniciado su decadencia política, social y económica. Hasta 1561 había sido frecuente residencia de la Corte; en aquella fecha Felipe II llevó ésta a Madrid, y tras el breve paréntesis de 1601 a 1606, en que Felipe III la trasladó a Valladolid, volvió a Madrid y ya no se movió. Toledo decayó sin interrupción, pero con lentitud. En 1574 era todavía un brillante centro cultural y social; había allí palacios de grandes familias, personas ilustradas, comunidades religiosas con ricas bibliotecas, importantes órganos de la Administración.

Con todo, no deja de sorprender que el hombre que a los veinticuatro años había sido llamado para enseñar en el colegio más importante que la Compañía de Jesús tenía en el mundo, y que después había sido brillante profesor en la Universidad de París, a los treinta y siete se resignase a trasladarse a una ciudad que ya no era un centro de poder y viviera allí medio siglo. Dos razones se han dado. Una, que su salud se resentía tanto del clima de Roma como del de París ( o por lo menos que así lo creían él o sus superiores). Otra, que su carácter retirado y su afición al estudio prefirieran una población donde había elementos para éste, pero donde no reinaba la inquietud y la fiebre de los grandes centros políticos.

Balmes ha descrito con las palabras siguientes la personalidad de nuestro autor: 

"Por de pronto es bien singular el conjunto que se nos ofrece en Mariana: consumado teólogo, latinista perfecto, profundo conocedor del griego y de las lenguas orientales, literato brillante, estimable economista, político de elevada previsión; he aquí su cabeza; añadid una vida irreprensible, una moral severa, un corazón que no conoce las ficciones, incapaz de lisonja, que late vivamente al solo nombre de libertad, como el de los fieros republicanos de Grecia y Roma; una voz firme, intrépida, que se levanta contra todo linaje de abusos, sin consideraciones a los grandes, sin temblar cuando se dirige a los reyes, y considerad que todo esto se halla reunido en un hombre que vive en una pequeña celda de los jesuitas de Toledo, y tendréis ciertamente un conjunto de calidades y circunstancias que rara vez concurren en una misma persona." (Artículo "Mariana", incluido en el volumen XII de las Obras completas de Balmes, pp. 78 y 79.).
Lucas Beltrán