Turguénev, poema en prosa "El periodista"

EL PERIODISTA


Dos amigos, sentados a la mesa, están tomando el té.

De pronto en la calle se oye un gran alboroto, se escuchan ayes y lamentos, gritos e improperios, entre risotadas de regodeo.
- Están pegando a alguien, -observa uno de los amigos, asomándose por la ventana.
- Será un criminal, un asesino tal vez, -barrunta el otro. -Quienquiera que sea, no podemos permitir que se tomen la justicia por su mano. Vamos a interceder por él.
- No es un asesino al que están zarandeando.
- Pues si no es un asesino, será un ladrón... Da lo mismo, vamos, hay que arrancarlo de las garras de la muchedumbre.
- Es que tampoco es un ladrón...
- ¿Que no es un ladrón? Pues será un cajero, un ferroviario, un proveedor del ejército, un mecenas, un abogado, un redactor bienintencionado, un filántropo... Es igual, ¡hay que ayudarle!
- Es que... están vapuleando a un periodista.
- ¿A un periodista? Sabes qué, terminémonos primero el té.

Junio de 1878