Cervantes, inventor de la novela moderna y de un mito aún vivo

Cervantes

Madrid. Miguel de Cervantes, muerto en 1616, cuyos restos un equipo científico cree haber hallado en Madrid, es considerado el inventor de la novela moderna y de un mito del deshacedor de entuertos todavía vigente, explica su biógrafo Jean Canavaggio, profesor de literatura en París.
-¿Es Cervantes un gigante literario?

-Se dice que Cervantes creó la novela moderna. Hay algo de cierto en esta afirmación. Dio la palabra a sus personajes en lugar de relatar desde el exterior lo que les sucede. Así, interiorizan de algún modo su aventura. Don Quijote y su escudero Sancho Panza pertenecen a clases sociales totalmente diferentes, cada uno tiene un punto de vista sobre el mundo y eso da a la aventura su complejidad.

En el siglo XVII su novela fue muy apreciada pero no se le consideró como un gran escritor. Fue traducido, tuvo mucho éxito pero simboliza un poco a la España de su tiempo: se dice que Don Quijote es la encarnación de España, el personaje que encarna su decadencia, la de una España que se aleja de la modernidad. Después, en el siglo XVIII las cosas cambian: la gente se da cuenta que hay en el personaje y sus aventuras algo nuevo. Se dicen 'somos Don Quijotes pero no nos atrevemos a dar el paso que él dio, a reformar el mundo".

Esta revolución, que hace que la novela no sea ya lo que se cuenta sino la forma cómo el personaje lo cuenta, la aplican a través de sus propias obras. Son los románticos alemanes quienes verán en El Quijote la biblia de la humanidad.


Un cierto número de escritores en diferentes países declinan esta interpretación: Gustave Flaubert que convierte a "Madame Bovary" en una especie de Don Quijote femenino, los rusos con Fiódor Dostoyevski y su "Idiota", Franz Kafka... Hay toda una constelación de nombres que nos llevan hasta el siglo XX.

-¿Por qué Don Quijote es una obra mundialmente conocida?

-Hay dos tipos de conocimiento de esta obra. El conocimiento de los que la han leído, que son numerosos pero no tan numerosos como los lectores de "Harry Potter" o "Millenium". Y después están lo que han oído hablar del personaje, especialmente a partir de la aventura de los molinos de viento.

Éste ya no es el héroe imaginado por Cervantes, es su proyección como mito. Un personaje visto al principio como un personaje cómico que se convierte después en un caballero ideal y reconcilia estos dos aspectos de su destino. Es al mismo tiempo el que hace reír porque es anacrónico e inadaptado pero también alguien que mantiene sus ideales más allá de sus fracasos. Es algo de lo que se apoderan a la vez la iconografía, el cine, los medios, los cómics. Es un personaje reconocible de inmediato.

No existe un mito en la historia de las letras modernas que sea reconocible de esta forma. Ni Fausto, ni Don Juan... Mientras que a Don Quijote lo reconocemos inmediatamente y lo encontramos en todas partes, incluso impreso en camisetas. Es un vector de la industria turística.

-¿Sigue estando vigente?

-Hoy día el Quijote es un personaje con el que nos identificamos y del que nos alejamos en el momento en que nos vamos a confundir con él. Admiramos lo que hace pero nos damos cuenta que su misión utópica es imposible.

En París se creó en 2006 una asociación que se llama "Enfants de Don Quichotte" (hijos de Don Quijote), plantaron tiendas de campaña junto al canal Saint Martin (para dar visibilidad a las personas sin hogar, ndlr) diciendo: "luchamos en el mismo combate, contra la pobreza, contra la miseria". Es el deshacedor de entuertos que aunque fracase en lo que emprende, vuelve a empezar.