Escritor, dramaturgo y poeta en lenguas italiana y
francesa que dio vida al movimiento futurista, manifestación de una
profunda exigencia renovadora de las formas expresivas (Alejandría, Egipto, 22 de diciembre de 1876 + Bellagio, Como, 2 de diciembre de 1944).
Cursó
sus primeros estudios en su ciudad natal y en París, y se graduó en
leyes en la Universidad de Génova, aunque jamás ejerció la abogacía;
decidió dedicarse por completo a la literatura. De formación casi
exclusivamente francesa, se trasladó a Milán para colaborar con la
revista francófona Antologie revue, en cuya redacción entró en contacto con las expresiones vanguardistas.
Se dio a conocer con un pequeño poema, Les vieux marins (1897), que obtuvo el primer premio de los Samedis populaires y que, junto con sus siguientes obras, el poema La conquete des étoiles (1902), el volumen de versos Destruction (1904) y la tragedia Le Roi Bombance (1905), contribuyó a difundir en Italia la poesía decadente y simbolista. En 1905 fundó la revista Poesía, donde pudieron publicar sus primeros versos muchos jóvenes aún desconocidos.
Sin embargo, su decidida ruptura con la tradición se reflejará en el primer Manifiesto del futurismo (1909), publicado en el diario parisino Figaro, en el Manifiesto de la literatura futurista (1910) y en el Manifiesto técnico del futurismo
(1912). En ellos exaltó una nueva civilización gobernada por las
máquinas y la velocidad, defendió la violencia y la guerra, entendida
como única posibilidad de afirmación individual, y concibió una nueva
expresividad, propuesta a través de la destrucción de la sintaxis y de
la abolición del adjetivo, del adverbio y de la puntuación, con la
intención de reflejar las sensaciones inmediatas de la vida moderna y de
captar con violencia la atención del lector.
Estas teorías fueron expuestas en la mayoría de sus libros, entre ellos Mafarka el futurista (1910), La battaglia di Tripoli (1911) y Parole in libertá
(1912). Sus conferencias y lecturas poéticas, realizadas en numerosos
países, le proporcionaron muchos seguidores y, durante años, se dedicó a
difundir el futurismo en toda Europa e incluso en América.
Su
defensa de las acciones bélicas le llevó a convertirse en un convencido
partidario de la dictadura fascista, durante la cual ocupó importantes
cargos oficiales. A ese período pertenecen obras como Democrazia futurista (1919) y Futurismo e fascismo (1924). Aunque siguió publicando numerosas obras, entre ellas los dramas Prigionieri e Vulcani (1927), el cuento Scatole d´amore in conserva (1927) o Poemi simultanei futuristi (1933), su éxito y su protagonismo decayeron casi totalmente y murió olvidado durante la Resistencia.