'Reinas Malditas', historias de mujeres con poder y desdicha

La periodista Cristina Morató habla sobre cómo se metió en la vida de seis reinas, leyó sus cartas, diarios privados y descubrió sus más íntimos secretos, todo para escribir el libro 'Reinas Malditas'

'Reinas Malditas' es un libro que reúne la vida de seis mujeres con poder, mucho dinero, a veces con belleza, con sabiduría, adelantadas a su época, con palacios impresionantes, con un guardarropa envidiable, pretendientes diversos pero con un destino que no es que ellas hubieran deseado tener.

La autora de este maravilloso libro es Cristina Morató, una periodista española que se ha dedicado a ir por el mundo buscando historias de mujeres poco comunes, desde exploradoras hasta divas de la moda, el arte, políticas, exploradoras y, ahora en esta obra, de monarcas desdichadas que rompen ese estereotipo de las princesas que “vivieron felices para siempre”.

Cristina Morató nos concedió una entrevista donde habla de su más reciente investigación: 'Reinas Malditas', que incluye los perfiles de la emperatriz Sisi, María Antonieta, Cristina de Suecia, Eugenia de Montijo, Victoria de Inglaterra y Alejandra Romanov, todo acompañados de fotografías y pinturas que muestran cómo vivieron estas mujeres.

Cuéntame sobre la investigación para realizar este libro de Reinas Malditas.

Este libro ha sido un reto, ¿qué se podía contar de unas reinas que ya han sido tan biografiadas, algunas de ellas, como María Antonieta, en grandes textos? Mi plan fue ubicarme en que yo no soy historiadora, pero sí periodista, así que eso me llevó a una labor de investigación, me dio la libertad de elegir mis fuentes. Sin duda, este libro es mío, porque es mi visión femenina de estas mujeres, porque yo no creo en la literatura femenina o masculina, creo en la buena literatura.


Me interesaba descubrir a las mujeres tras el trono, no la imagen oficial que ya me la conozco, entonces, yo creo que lo que hace diferente al libro es que he recurrido sobre todo a cartas, a los archivos donde se conservan estas, los diarios personales e incluso las memorias de sus damas de compañía.

Este material es la fuente más fidedigna, porque son ellas las que hablan, porque he intentado dar voz a las mujeres más que a las reinas.

¿Qué tan difícil fue dar con la información de cada una?


No mucho, muchas de las cartas están en archivos privados. Por ejemplo, Eugenia de Montijo, en la Casa de Alba, están las que le escribió a Napoleón III, con un permiso puedes acceder a ellas. Hoy en día, este material está al alcance del investigador, solo hay que ir a buscarlo.

Pero hay que saber seleccionar… Piensa que María Antonieta le tenía que escribir una carta diaria a su madre la emperatriz María Teresa de Austria; cuando ella llega a la corte de Versalles tenía como obligación contárselo absolutamente todo. Entonces está cómo era la relación con su marido, cómo la trata, cómo ella se pone el colorete y se viste enfrente de todos, cómo no consigue quedar embarazada, la angustia que vive, el tema de la menstruación y la regla, si son satisfactorias las relaciones sexuales con el rey… ¡Todo está en esas cartas y cuenta lo más auténtico!

¿Alguna te costó más trabajo?

Sí, Cristina de Suecia porque era la que menos conocía, es un personaje fascinante porque fue una de las mujeres del siglo XVI para mí más interesantes, preparadas y célebres. Yo había visto la película de Greta Garbo, pero nada que ver con la actriz, ella era poco guapa, era excéntrica, un mujer muy culta, que vestía como hombre, blasfemaba como un soldado, que escupía cuando recibía en audiencia, muy desaliñada, le gustaba poco el agua y el jabón… Durante su breve reinado convirtió Estocolmo en una nueva Atenas un centro cultural de mucho renombre, se rodeó de mecenas, de artistas, fue una mujer única, quizá de todas la reina más preparada para gobernar y, al final, abdicó.

¿Cómo elegiste a estas seis mujeres?

Por gusto propio, porque eran reinas que me atraían, de las que había leído muchas biografías y visto películas y todas describían épocas distintas, nos trasladábamos de escenario: de Versalles a la corte del zar, por la corte vienesa, y me parecía interesante cómo estas reinas, más o menos contemporáneas, vivía cada una su reinado en distintas cortes.

¿Hubo alguna que dejaras en el camino por falta de información?

No, quizá Alejandra Romanov fue la que más me más trabajo me costó, que es quizá la que más mal cae del libro, es un personaje áspero, es difícil… Yo intento no juzgarlas, pero es una emperatriz muy desdichada, porque aunque se casó con Nicolás II por amor, el descubrir que su hijo era hemofílico, fue un golpe del que no se recuperó. Más porque ella se sentía culpable de haberle transmitido su enfermedad.

¿Fue difícil encontrar las ilustraciones?

No, pero sí fue difícil elegir 5 o 6 fotos que hicieran un repaso de esas personas, que con ellas se captase la existencia de lo que fueron ellas. Las fotos ubican mejor a la gente, hace entender las cosas que lees, y buscamos fotografías inéditas o poco conocidas.

La portada del libro no lleva a una reina de carne y hueso porque podría confundirse con que el libro es la biografía de una reina en concreto. Buscamos la foto de una actriz, Lili Elsie, de la época guardiana y me parecía que esa mirada suya melancólica le iba bien al título de ‘Reinas malditas’.

¿Aún están de moda las reinas?

A partir de que Letizia se convirtió en reina consorte, que coincidió también con que ya estaba este libro, ha habido una reinamanía, todos los libros de reinas suscitan un interés y a la fecha sus vidas siguen cautivando a la gente, aunque no estén de acuerdo con la monarquía, porque son vidas que fascinan. Yo creo que el acierto del libro ha sido la elección de los personajes, que describe escenarios de cuento de hadas y unas historias de vida apasionantes. 

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