Eugenio Fuentes: "La novela negra es un género que tiene muchos reflejos para mostrar la realidad pesimista en la que vivimos"

"La novela negra estadounidense se inclina excesivamente hacia los psicópatas, hacia la violencia gratuita"


Eugenio Fuentes, el conocido autor de novela negra, le atribuye un caso más al detective Ricardo Cupido en su nuevo libro ‘Mistralia'. El autor visitó el plató de Periodista Digital para hablar sobre las nuevas aventuras de su personaje y sobre la condición de la novela negra en la actualidad.


 La novela hace una firme apuesta por un pensamiento ecológico, un pensamiento de cuidado de la naturaleza, por advertir sobre los peligros al que estamos llevando la tierra con el calentamiento global

Ricardo Cupido regresa con un nuevo caso en el que los intereses empresariales y las energías renovables avivarán los odios y las rencillas entre los vecinos de Breda. En uno de los modernos molinos de energía eólica que van a instalarse en Breda, aparece ahorcada una mujer. Se trata de Esther Duarte González, ingeniera de Mistralia, la empresa que explotará esa planta. ¿Asesinato o suicidio? Cuando el detective Ricardo Cupido recibe de la empresa el encargo de investigar lo ocurrido, no se imagina los muchos entresijos por los que van a conducirle sus pesquisas.
El parque eólico ha sido y sigue siendo fuente de conflictos entre los vecinos: todos aprovechan para vender sus terrenos, y les irrita sobremanera que una pareja ecologista madrileña, Vidal y Sonia, se nieguen a vender y echen al traste el negocio. Ni siquiera entre los ejecutivos de la empresa las cosas están claras. Cupido sabrá de la agitada vida sentimental de Esther y de las tensiones internas en el trabajo a través de Senda Burillo, una joven ingeniera destinada a sustituirla y por la que no puede evitar sentirse atraído.

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El cuadro en que se desarrolla la historia de mi libro, el cuadro en que se mueven los personajes, es el mundo de las energías renovables, contraste entre la modernidad de la última tecnología y el medio rural.
Me parece antigua la deriva que ha tomado la novela negra estadounidense surgida al raíz de 1929. Se inclina excesivamente hacia los psicópatas, hacia la violencia gratuita.


Cupido, el protagonista, yo creo que es un detective que quizá aporta una mirada compasiva sobre la condición humana. Los malos en mis novelas no son malos. El daño que pueden hacer proviene más del dolor que siente, que de ningún impulso maléfico que tengan en su interior.

Hay estupendos novelistas españoles de novela negra. Pero quizá también hay un exceso de novela negra y un exceso de precipitación. Parece que por escribir novela negra, al escritor se le puede perdonar que no tenga un cuidado del estilo. La novela negra abunda demasiado en una prosa metálica, seca.

Yo cuido mucho el lenguaje, procuro ajustar la palabra para que no haya ningún desequilibrio entre la gravedad del tema y los instrumentos con cual describo ese tema.

Breda no tiene un referente real, no hay nada particular, no hay ninguna localidad en realidad que se llama Breda. Breda es un trasunto del norte de Extremadura. Es como si hubiera cogido un amplio escenario de Extremadura, pues los balcones de Gredos que callen hacia Extremadura, por ahí estaría Breda.

La novela hace una firme apuesta por un pensamiento ecológico, un pensamiento de cuidado de la naturaleza, por advertir sobre los peligros al que estamos llevando la tierra con el calentamiento global.
La novela negra está evidentemente en auge, por dos motivos yo creo. Uno porque es un género que tiene muchos reflejos para mostrar la realidad pesimista en la que vivimos. Tiene más capacidad para adaptarse al contar las incertidumbres, los miedos de la sociedad. Yo pienso que desde una sociedad de consumo hemos llegado a ser una sociedad de rebajas. En este sentido, la gente encuentra en la novela negra respuestas que puede que no encuentre en otros lugares. Y por otra parte porque evidentemente, hay una alta calidad en muchos de los escritores que escriben novela negra.

Para mi, entre los escritores clásicos, Raymond Chandler es imprescindible. Actualmente el escritor que más me gusta John Banville o Benjamin Black y entre ambos elegiría una escritora, P. D. James, que ha muerto recientemente.
Eugenio Fuentes nació en Montehermoso (Cáceres) en 1958. Galardonado con varios premios y traducido en doce países, Fuentes ha logrado con éxito situarse como uno de los autores españoles de novela negra con mayor proyección en el extranjero gracias a su detective privado Ricardo Cupido, protagonista de las novelas El interior del bosque (IX Premio Alba/Prensa Canaria, Andanzas 663), La sangre de los ángeles (2001), Las manos del pianista (Andanzas 504) y Cuerpo a cuerpo (Premio Brigada 21 en 2008 a la mejor novela policiaca escrita en castellano; Andanzas 624).
A ellas viene a sumarse ahora Contrarreloj, en la que Cupido se traslada a un escenario apasionante como es el Tour de Francia. Autor de un volumen de cuentos, Vías muertas (1997), y otro de ensayos literarios, La mitad de Occidente (2003), Eugenio Fuentes también ha publicado en Tusquets Editores Venas de nieve (Andanzas 571), una historia en torno a la lucha contra la fatalidad, narrada con pulso maestro, que le valió el Premio Extremadura a la Creación.