Si hay en la actualidad un escritor cuyas historias generan
verdadera fascinación en el cine, ese sin dudas es Dennis Lehane (Boston,
1965). El primero en notarlo fue el mismísimo Clint Eastwood, que adaptó su
novela Río místico (2001) a la gran pantalla en 2003, un drama barrial crudo
con Sean Penn y Tim Robbins en papeles oscarizados. Luego llegó Ben Affleck,
que debutó detrás de cámaras con Desapareció una noche (2007), policial basado
en la novela homónima de Lehane, y se convirtió en uno de los directores más
respetados de la actualidad. De hecho, la próxima película de Affleck, Live By
Night, se basa en otra novela de Lehane.
La confirmación, si hacía falta, la aportó Martin Scorsese
con La isla siniestra (2009). Esta última, de hecho, está siendo adaptada por
el propio Lehane bajo la producción de Scorsese y DiCaprio para realizar una
serie que se emitirá por HBO a partir del año próximo, cadena para la cual el
escritor ha guionado episodios de The Wire y Boardwalk Empire. "Si no
fuera un desafío no pensaría en hacerlo. Solo me gusta trabajar en algo que me
asuste un poco", asegura Lehane a El País sobre sus nuevo proyectos en
cine y televisión.
Lo último de Lehane es La entrega (The Drop), película
dirigida por Michaël R. Roskam con Tom Hardy y James Gandolfini en su último
papel. En este caso, por primera vez, Lehane se encargó de adaptar su propia
novela al guión. La película, no estrenada en Uruguay pero disponible para
descarga y recientemente lanzada en Blu-Ray y DVD, llegó acompañada de una
novela que ya está disponible en librerías. "Empezó como el primer
capítulo de una novela que jamás se completó. Alrededor de cinco o seis años
después decidí tan solo contar la historia de un tipo que encuentra un perro,
una mujer a la que conoce esa noche y el anterior dueño del perro. Cuando esa
historia breve fue publicada, algunas personas de Cherin Entertainment me
contactaron para convertirlo en un guión, lo cual me pareció divertido. Después
de que la película estuviera terminada, mi editor me consultó sobre la
posibilidad de escribir esa novela que había abandonado, ahora que conocía la
historia que estaba tratando de contar", dice Lehane sobre el proceso que
transitó la historia.
La criminalidad, el dinero sucio y la vida de personajes
hundidos en medio de un entorno complejo están presentes en La entrega, que se
desencadena cuando el protagonista encuentra un cachorro de pitt bull en medio
de un basural.
La entrega es un policial breve y de enorme solidez
narrativa con el costumbrismo barrial bostoniano (la película se muda a Nueva
York) de Lehane como telón de fondo. Esto último, de hecho, es uno de los
rasgos que distinguen a casi toda la obra del autor criado en el barrio de Dorchester.
"Crecí en un vecindario deshilachado durante una época muy áspera en la
ciudad", recuerda. "Los trabajadores dejaban el país, las tensiones
raciales crecían, los pobres empezaban a pelearse entre los pobres porque no
podían poner sus manos sobre la gente que realmente les estaba robando, los
llamados ricos".
—Sus padres llegaron
desde Irlanda y creciste en ese entorno de a ratos violento. Eso se nota en sus
personajes.
—Absolutamente. Mis padres venían de una cultura donde se
contaban muchas historias y se amaba la música. Creo que todo eso está en mi
sangre; amo contar historias y si hubiera tenido una voz decente probablemente
me hubiera convertido en cantante para contar mis cuentos. Pero tengo una fina
y sosa voz, así que me convertí en novelista.
Y en cierta forma, el escritor de 49 años es un precursor:
desde Río Místico, otros autores han ubicado sus policiales en Boston: Scorsese
lo hizo con Los infiltrados (2006) y Affleck con Atracción peligrosa (2010); el
primero antes de trabajar con Lehane y el segundo luego de haberlo hecho.
La calle.
Para Lehane, más allá del género, lo que priman son los
temas y escenarios que decide plasmar en sus novelas. Son estos factores los
que lo han llevado a convertirse al día de hoy en uno de los máximos referentes
del policial estadounidense. "Escribo sobre los que no tienen nada y sobre
las injusticias sociales. La literatura criminal es un buen lugar para ese tipo
de escritura".
La entrega y varias de sus obras plantean dilemas cotidianos
que transcurren en barrios de clase media y dramas que, a pesar de ocurrir casi
siempre en su Boston natal, bien pueden extrapolarse a la realidad local de
cada lector. Sin embargo, el autor prefiere experimentar la realidad en carne
propia (utilizar sus propias experiencias y recuerdos) que lo que viene
digitado desde los medios informativos. Sobre la influencia de los medios,
Lehane es categórico: "no me siento inspirado por ese tipo de temas".
—¿Qué escritores lo
inspiran?
—Richard Price, un escritor contemporáneo, es probablemente
la mayor influencia que tengo. Tambén
James Lee Burke, Elmore Leonard, James Crumley, Graham Greene, James Ellroy,
Pete Dexter, Edith Wharton, las hermanas Bronte, William Kennedy y Raymond
Carver. Admiro a Cormac McCarthy y a George Pelecanos, Toni Morrison y
Daniel Woodrell.
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Místico, La isla siniestra, Martin Scorsese, Ben Affleck
—Muchas de sus
historias se centran en medio del bien y el mal, los ganadores y los
perdedores.
—Seguro. Y en todo lo que está en el medio también. No veo
el mundo en términos de blanco o negro. Veo una cantidad de grises. Lo que la
gente llama comúnmente moral es solo miedo a quedar atrapado; los humanos
pierden un montón de tiempo disfrazando este hecho, pero solo tenés que ver
cómo actúan las personas cuando piensan que están a salvo de la venganza o el
castigo —escondidos en sus autos o en el ciberespacio— para ver lo que se
esconde detrás de esa chapa de "sociedad moral".