Pinocho, uno de los grandes clásicos de la literatura infantil,
nació por casualidad y a trompicones. Su autor, Carlo Collodi
(1826-1890), era un brillante y polémico periodista político cuando, en
1881, no supo resistirse a la petición de colaboración de un amigo
editor que acababa de fundar una revista para niños, Giornale per i
Bambini. Collodi le entregó un montón de cuartillas escritas meses
antes, que contenían el primer capítulo de un cuento titulado Historia
de un muñeco, con la siguiente nota: “Ahí te mando esta chiquillada; haz
con ella lo que te parezca, pero si la publicas, págamela bien, para
que me entren ganas de proseguirla”.