Biografía de Charles Robert Maturin

Charles Robert Maturin

Escritor y religioso irlandés nacido el 25 de septiembre de 1782, en Dublín y muerto el 30 de octubre de 1824 en la misma ciudad. Sacerdote católico, su producción literaria se enmarca en la llamada novela gótica inglesa, antecedente del Romanticismo y coetánea del movimiento alemán Sturm und Drang; de hecho, fue llamado “el último de los góticos”.


Contemporáneo de lord Byron y Walter Scott, cursó estudios en el Trinity College y abrazó muy joven el sacerdocio. Tras ordenarse, le fue asignada la parroquia de San Pedro de su ciudad natal. A pesar de que fue muy apreciado como predicador, pronto se interesó por la literatura hasta el punto de que abandonó sus obligaciones como sacerdote y se dedicó por entero a escribir. Fue uno de los principales adeptos de la llamada escuela frenética, movimiento literario que gustaba de presentar los aspectos más aterradores de la realidad, precursora, pues, del ciclo de vampirismo y terror propio de la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Estas teorías fueron llevadas al extremo en el drama Bertram (1816), que fue estrenado con un extraordinario éxito en Londres, en el Drury Lane, con Edmund Kane en el papel protagonista. El propio Scott le dedicó palabras muy elogiosas que predispusieron al público para esperar con ansiedad sus próximos dramas, titulados Manuel y Fredolph, aunque éstos no merecieron igual suerte (incluso fueron tachados de auténticos fracasos).

A pesar de su empeño en triunfar como autor teatral, sus obras más destacadas se adscriben a la novela. Escribió un buen número de ellas, con títulos como The fatal revenge (1807), The wild irish boy (1888), The milesian chief (1812), Women (1818), Albigenses (1820) y, la más conocida y aclamada de todas, Melmoth the wanderer (Melmoth el errabundo, 1820).

En Melmoth, Maturin conjuga todos los elementos que más le interesaban dentro de su peculiar concepción de la novela: suspense, desdoblamiento de personalidad, situaciones extremas, fenómenos extraordinarios y, sobre todo, terror, miedo y todo aquello que sirva para alcanzar el objetivo principal de la novela, que no es otro que asustar al lector. El trasfondo es el de una novela que hoy podría calificarse como policíaca, con un criminal en toda regla y con persecuciones y asesinatos incluidos. El incluso ingenuo placer que experimenta Maturin en contar hasta los más mínimos detalles de los extraños fenómenos con los que está poblada la novela dotan a ésta de gran fuerza y frescura, por lo que no es de extrañar que influyera en autores contemporáneos e inmediatamente posteriores, como pueda ser el caso de Hoffmann y sus Elixires del diablo, o Balzac, quien escribiera una irónica secuela. Incluso Oscar Wilde, en su exilio, utilizó el sobrenombre de "Sebastian Melmoth" para referirse a sí mismo.

Poeta ocasional, además de varios sermones escribió “El universo”, poema que gozó de cierta popularidad. Como dato anecdótico puede mencionarse que publicó algunas de sus obras con el pseudónimo de Dennis Jasper Murphy.

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