Francisco de Vitoria
(Burgos, 1483 o 14861 + Salamanca, 12 de agosto de 1546) Nació en Burgos en 1483. Ingresó en el convento dominicano de S.
Pablo de Burgos en 1505. Era este convento un Estudio General de la
Orden, donde se enseñaba gramática, lógica, filosofía y teología.
Francisco de Vitoria completó aquí su formación humanística e hizo dos
años de filosofía. De inteligencia sobresaliente, fue enviado a terminar
sus estudios y completar su formación a París, al Estudio General
dominicano de Santiago, incorporado a la universidad. Debió ser esto en
1508, para comenzar el año académico –como allí era ley- el 14 de
septiembre en el convento de Santiago.
En la Universidad de París
La segunda de las corrientes intelectuales parisinas, que dejó un
perdurable impacto en la personalidad de F. de Vitoria, fue el
nominalismo. Vitoria renuncia al sistema nominalista, pero en su
contacto con este movimiento y sus maestros supo aprovecharse de sus
tendencias y de sus logros: el aprecio de las ciencias físicas,
astronómicas y matemáticas; la orientación práctica de la teología con
la preferencia por la teología moral; la extensión de la teología a los
problemas políticos, sociales y económicos, que preocupaban en su
tiempo; la defensa de las libertades y derechos de los pueblos, de las
familias y de los individuos; una tendencia moderada hacia la democracia
y la profundización en la filosofía del derecho, que llevará a Vitoria a
los máximos hallazgos internacionalistas, abriéndole las puertas a la
fundación del derecho internacional moderno o de las relaciones justas
entre los estados.
La tercera corriente intelectual de importancia en París era el
tomismo con su visión de realismo moderado del cosmos. Fue el sistema de
las preferencias de F. de Vitoria, al que incorporará los logros de las
otras tendencias. Logró compenetrarse con el sistema y la doctrina
tomista, y desarrolló una fecunda labor en la enseñanza. En Paris los
dominicos desde finales del siglo XV tenían como texto teológico la Suma
de Teología de Sto. Tomás de Aquino, abandonando la tradición de
explicar la teología a partir de las Sentencias de Pedro Lombardo.
Vitoria introducirá esta novedad en el colegio de S. Gregorio de
Valladolid, sin apenas oposición, pues era un centro dominicano, y
luego, con una oposición muy fuerte, en la universidad de Salamanca.
F. de Vitoria estuvo en París 15 años, desde 1508 hasta 1523, primero
como estudiante y luego como profesor. En el curso 1508-1509 completa
su formación filosófica. Entre 1509 y 1513 hace los estudios de teología
hasta la consecución del grado de bachiller. Entre 1513 y 1516 enseña
artes o filosofía en la sede universitaria del Estudio General
dominicano de Saint Jacques. En 1516 inicia la enseñanza de la teología
en la cátedra universitaria para extranjeros en ese centro dominicano.
Como broche de oro de su docencia, después de superar las requeridas y
duras pruebas, el 24 de marzo de 1522 consigue la Licencia en Sagrada
Teología y el 27 del junio siguiente la Laurea o Doctorado.. Finalizados
sus estudios y su profesorado en París, los superiores hispanos le
ordenaron la vuelta a su tierra.
Profesor en el Colegio de San Gregorio de Valladolid
El primer destino en la península fue el de profesor en el colegio de
S. Gregorio de Valladolid, donde comienza su enseñanza en el curso
1523-1524. Tres cursos explicó teología Vitoria en Valladolid. Como
reconocimiento a sus méritos en el profesorado, en 1525 la Orden
dominicana le concedió el título de Maestro en Sagrada Teología.
Su docencia en Salamanca
La primera fue cambiar de libro de texto. En París los dominicos a
finales del s. XV optaron por la Suma de la Teología de Sto. Tomás de
Aquino como libro de texto. Vitoria siguió esta práctica tanto en París
como en Valladolid con los mejores resultados.
La segunda novedad impuesta por Vitoria en sus clases de Salamanca fue el dictado de las lecciones. También aquí la universidad opuso resistencia, pero en aquel tiempo en que los estudiantes tenían que hacerlo todo a mano, ese método era el más asequible para ellos. Podía cometerse el abuso de no explicar toda la materia, como ordenaban la legislación. Para evitarlo, Vitoria dedicaba parte de la hora y media que duraba la clase “de prima”, o de primera hora de la mañana, a dictar lo más sustancial de la lección, y daba el resto con mayor agilidad, recogiendo de esto los estudiantes solamente el concepto.
La segunda novedad impuesta por Vitoria en sus clases de Salamanca fue el dictado de las lecciones. También aquí la universidad opuso resistencia, pero en aquel tiempo en que los estudiantes tenían que hacerlo todo a mano, ese método era el más asequible para ellos. Podía cometerse el abuso de no explicar toda la materia, como ordenaban la legislación. Para evitarlo, Vitoria dedicaba parte de la hora y media que duraba la clase “de prima”, o de primera hora de la mañana, a dictar lo más sustancial de la lección, y daba el resto con mayor agilidad, recogiendo de esto los estudiantes solamente el concepto.
Veinte años duró la docencia de F. de Vitoria en Salamanca (de 1526 a
1546), explicando la Suma de la Teología de Sto. Tomás. Además de las
lecciones ordinarias los catedráticos salmantinos estaban obligados a
dar anualmente una lección extraordinaria de dos horas ante el gremio
entero universitario. Es lo que se llamaba repetición o relección.
Quince fueron las relecciones pronunciadas por Vitoria, y todas ellas se
conservan menos la primera y la última. Seis de las relecciones
vitorianas se ocupan sobre los principios que rigen las relaciones entre
unas sociedades y otras: El poder civil, de 1528; las dos sobre El
poder de la Iglesia, de 1532 y 1533; El poder del papa y del concilio,
de 1534, y las dos llamadas De Indis, es decir la primera o Sobre los
indios, de principios de enero de 1539, y la segunda o Sobre el derecho
de la guerra, del 18.VI.1539. Las otras siete se ciñen más a la materia
del curso explicado en las aulas, pero Vitoria logra darles gran
movilidad y actualidad en sus principios y aplicaciones. Son: Sobre el
matrimonio (1531), Sobre la simonía, Sobre la templanza, Sobre el
aumento de la caridad, del 1535; De lo que está obligado a hacer el que
llega al uso de razón, de junio de 1535; Sobre la magia, del 1540; Sobre
el homicidio.
Su doctrina teológico-filosófico-jurista se contiene principalmente
en sus relecciones y es por éstas como ha sido conocido
internacionalmente. De ahí los títulos que se le han conferido de
Fundador de la Escuela Teológico-Jurídica de Salamanca y Fundador del
Derecho Internacional Moderno. Vitoria es al mismo tiempo filósofo y
teólogo.
Últimos años de vida