La noche oscura del alma
San Juan de la Cruz es un prototipo de escritor místico, de una persona que experimenta unas intensas vivencias religiosas y pretende comunicarlas a un círculo de compañeros con inquietudes similares, entre los que destacan varias figuras femeninas, como Santa Teresa de Jesús o Ana de Jesús. En tal empeño creativo se ve abocado a asumir las corrientes espirituales, estéticas y literarias de su época -finales del Renacimiento- y a llevar al extremo los recursos del lenguaje poético, especialmente en lo relativo al uso de los símbolos. Amante del silencio, pero maestro de la palabra, como artista adelantado al momento histórico que le correspondió vivir, sus poemas han influido en los principales poetas españoles de todos los tiempos. Esta página pretende contribuir a la difusión de un representante señero de las letras hispanas del Siglo de Oro.
La noche oscura
1. En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
2. A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
3. En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
4. Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
5. ¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
6. En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba
7. El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
8. Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.