Peridis: novela histórica
El viñetista vuelve a la novela histórica para contar el fundamental reino de Alfonso VIII de Castilla
Cuarenta años lleva el dibujante José María Pérez, Peridis,
contando en su tira diaria en EL PAÍS la lucha por el poder en España.
Otras cuatro décadas de la historia de Hispania ha recorrido en su
segunda novela histórica, La maldición de la reina Leonor (Espasa),
en la que atraviesa la Castilla del rey Alfonso VIII desde el último
tercio del siglo XII hasta comienzos del XIII, para desgranar intrigas,
adulterios, muertes, batallas, alianzas diplomáticas urdidas en la cama y
la belleza del Románico. Peridis (Cabezón de Liébana, Cantabria, 1941)
ha dado el protagonismo a la esposa del monarca, la inglesa Leonor de
Plantagenet. "Es una mujer desconocida en nuestra historia, su venida
fue una operación política de alto calado de Castilla para abrirse a
Europa, porque no tenía fronteras con el continente por Navarra y
Aragón. Es una boda que rompe la tradición conflictiva de los reyes de
casar a sus herederos con sus primas".
Ese matrimonio echa por tierra “la idea de que España estaba aislada en la
Edad Media”, subraya el dibujante. “Castilla era un reino apetecible
para los monarcas extranjeros, por Toledo, el Jerusalén español, y
porque era el único reino europeo que podía crecer, a costa de los
infieles. Los demás lo tenían que hacer unos a costa de otros”. Peridis
continúa en La maldición de la reina Leonor el relato que inició en Esperando al rey, por la que obtuvo el premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio en 2014.
Con Leonor (1160-1214), que llega a Castilla con solo 10 años para
casarse con el rey Alfonso (1155-12159), describe el papel fundamental
que desempeñaban aquellas reinas: "Tenían que parir a un heredero como
fuera, educar a los hijos, casar a sus hijas con enemigos y aconsejar al
marido con calma, porque los conflictos entre reinos eran familiares, y
eso provocaba que se enconasen. Las mujeres de la nobleza eran moneda
de cambio, imagínate lo que pasaría a nivel popular…".
En
aquellas luchas medievales entre los reinos peninsulares está el germen
de las guerras civiles que sucedieron en la historia de España,
confirma Peridis. “Hoy estamos casi donde estábamos, con otras
divisiones fronterizas. Eran zonas que se habían repartido por herencias
y testamentos, y tenían personalidad y lengua propias". No había siete
reinos en lucha, como en la sangrienta Juego de tronos, pero
había cinco… y al sur, al-Ándalus. "Castilla, Portugal, León, Navarra
con sus fueros, y Aragón, que ya tenía el problema de Cataluña… esta
división puso en peligro España y a la cristiandad por el poder del
imperio musulmán, que empujaba desde el norte de África. "Los musulmanes
estaban en guerra perpetua, pero hacían treguas. Sacudían a un reino y
firmaban treguas con los otros para controlarlos".
La reconquista del territorio peninsular propició un fenómeno que hoy
persiste, el municipalismo. “Los reyes tenían que dar privilegios a los
repobladores, y eso permitió a las villas liberarse de la bota del señor
feudal. Los pueblos, a cambio de pagar tributos, pedían al rey su
justicia, no la de los obispos y nobles. De ahí que haya tantos
municipios en España”.
El románico pleno
No todo son espadas y conspiraciones palaciegas en las 544 páginas de la
novela. “Es también la edad del Románico pleno, y he querido dar a
conocer la vida que había a su alrededor", dice el Peridis arquitecto.
"La ciudad cobra gran importancia y se culmina la repoblación de la
Meseta norte, el territorio que, curiosamente, se ha despoblado en el
siglo XXI". Presidente de la Fundación Santa María la Real,
dedicada al desarrollo de zonas, sobre todo rurales, a partir de su
patrimonio cultural y natural, Peridis añade que su novela "es un
intento por conocer una parte de nuestra historia a través de los
personajes que la hicieron y que levantaron las iglesias de nuestros
pueblos, hoy cerradas". En esa tarea descolló la culta reina Leonor,
"que puso el énfasis en el comienzo de la catedral de Cuenca e hizo el
monasterio de las Huelgas, en Burgos". En el reinado de Alfonso VIII se
cimentó la Escuela de traductores de Toledo y las primeras
universidades.
Sin embargo, el título de la novela no parece presagiar nada bueno
para la inglesa. “En su familia se decía que había una maldición por un
antepasado feroz. Lo cierto es que murieron sus hermanos, llamados a
reinar en Inglaterra, como Ricardo Corazón de León. Y luego perdió a
varios hijos, entre ellos, al primogénito. Todo se atribuía a los
pecados y al castigo divino".
El relato de Peridis acaba con la histórica batalla de las Navas de
Tolosa (1212), que aniquiló el imperio almohade. "Fue decisiva para el
futuro de Europa. Tres reyes españoles, los de Castilla, Aragón y
Navarra, se unen, aunque sea por interés familiar; con ellos, 10 obispos
y gran parte de los nobles. Perder habría supuesto dejarles un paseo a
los musulmanes hasta el norte".
¿Tienen algo que aprender los dirigentes políticos de hoy de aquellos
reyes guerreros? "Que hay que hacer alianzas siempre. Hay similitudes:
el PP es Castilla, luego están los nacionalistas en Cataluña y Navarra,
el PSOE es al-Ándalus, donde tiene su voto, y Podemos son los cruzados
que vinieron a la Reconquista y querían llevarse todo por delante",
bromea el autor, quien concluye como moraleja para no repetir los
errores: "Tenemos la historia delante de nuestras narices, pero no la
vemos".
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