Biografía de George Bernard Shaw

 George Bernard Shaw 

Dramaturgo irlandés, nacido en Dublín el 26 de julio de 1856 y fallecido en el condado inglés de Hertfordshire el 2 noviembre de 1950. Es una de las grandes figuras del teatro universal, por lo que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1925.


Vida

Su padre era un irlandés protestante de clase media que, por culpa de su adicción al alcohol, se quedó sin empleo, por lo que la infancia del futuro autor transcurrió en medio de la pobreza. Pasó por varias escuelas públicas, unas católicas y otras protestantes, pero la mala situación económica de su familia le obligó a abandonar sus estudios para ponerse a trabajar a muy temprana edad.

Su enorme interés por las Artes y las Letras le empujó a ampliar sus conocimientos por su cuenta, leyendo sin parar todo lo que caía en sus manos. Se convirtió así en un modelo de escritor autodidacto.

Su madre abandonó definitivamente al marido alcohólico y se marchó a Londres acompañada por sus hijas. Bernard Shaw se unió a su madre y sus hermanas en 1876, con la intención de darse a conocer como escritor en los ambientes literarios de la capital.

Tardó mucho en salir adelante, siempre amenazado por la miseria. Trabajó en una de las primeras compañías telefónicas inglesas y consiguió publicar varios artículos de crítica musical (conocía bien los secretos de este arte, pues su madre era profesora de canto); pero a duras penas conseguía salir adelante.

Publicó algunas novelas que no tuvieron éxito, por lo que sus problemas económicos aumentaron. Sin embargo, logró que sus opiniones como crítico empezasen a ser tenidas en cuenta, lo que le permitió escribir artículos periodísticos sobre otros muchos temas.

Entretanto, había entrado en contacto con las principales corrientes ideológicas que florecían en el Londres de finales del siglo XIX. Leyó con atención las obras de Marx y se hizo socialista.

Fue una de las figuras más destacadas de la Fabian Society, una agrupación política y cultural, de mucho éxito entre los intelectuales ingleses, que defendía un socialismo moderado, implantado poco a poco, sin llegar nunca a la revolución.

Sus artículos de crítica musical (en los que atacaba a Brahms y defendía a Wagner) y teatral (en los que demostraba su entusiasmo por las obras del noruego Ibsen) le dieron gran prestigio como sabio e intelectual.

Pronto se hizo famoso también por sus obras de teatro, en las que demostraba ingenio, humor y, sobre todo, una enorme maestría para analizar la sociedad inglesa de su tiempo, poniendo de manifiesto sus mayores vicios y defectos.

Durante el primer cuarto del siglo XX (1901-1925), sus piezas teatrales alcanzaron un éxito descomunal, tanto en Gran Bretaña como en el extranjero. Llegó a ser considerado el mejor dramaturgo en lengua inglesa, después de Shakespeare; y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1925.

Casado con la rica irlandesa Charlotte Payne-Townshend (a la que había conocido a los cuarenta años de edad), Bernard Shaw continuó escribiendo hasta haber cumplido una edad muy avanzada. Su mujer falleció en 1943, cuando él contaba ya ochenta y siete años.

En 1950, Bernard Shaw sufrió una caída cuando intentaba podar un árbol en su casa de campo de Ayot St. Lawrence (en Hertfordshire, cerca de Londres). Para asombro de todos, su recuperó perfectamente de las fracturas que el golpe le había ocasionado; pero el accidente provocó la reaparición de una antigua dolencia que había padecido en los riñones, y que acabó con su vida a los noventa y cuatro años de edad.

Obra

La obra Shaw es de una extensión impresionante, como corresponde a un autor que vivió noventa y cuatro años, de los que dedicó cerca de sesenta a su oficio de dramaturgo. Fue un maestro indiscutible de la literatura dramática. Pocos autores han dominado con tanta perfección algunas técnicas básicas a la hora de escribir obras de teatro, como la construcción de caracteres. Asimismo, la obra de Shaw muestra un gran esfuerzo en señalar los errores y maldades de la sociedad, manteniendo al mismo tiempo su deseo de regenerarla y mejorarla.

Otra de sus grandes virtudes es su habilidad para el diálogo. Sus personajes se contestan uno a otros en el momento exacto, con la frase perfecta, siempre adecuada en cuanto a su fuerza, su humor, su extensión, etc.

Concibió el teatro como un instrumento capaz de corregir los peores vicios y defectos de la sociedad. Pero sus obras no denuncian con crudeza estos aspectos negativos; al contrario, se sirven del ingenio y el humor para presentar sobre la escena esa visión crítica del autor.

También destacó por sus críticas de arte (música, teatro, literatura en general) y por sus opiniones sobre la vida política y social.

Teatro

Shaw renovó el teatro (y, en general, la literatura) de su tiempo. Maestro universal del arte dramático, construyó personajes de asombroso realismo, que, sobre la escena, se hablan y se comportan como seres de carne y hueso.

Las primeras obras que estrenó fueron Las casas del viudo (1892) y El pisaverde (1893). Pero empezó a hacerse realmente famoso como autor teatral con La profesión de la señora Warren (1894), en la que abordó uno de los aspectos más duros de la hipócrita sociedad de su tiempo: la prostitución.
Ya con fama de escritor crítico y brillante, Shaw estrenó otras muchas piezas en las que siguió denunciando las miserias de la sociedad inglesa, siempre con ingenio y humor, como por ejemplo Las armas y el hombre, Cándida y Nunca se sabe.

A partir de su matrimonio con Charlotte Payne-Townshend, Bernard Shaw tuvo asegurada su situación económica y pudo dedicarse por completo a la escritura teatral. Estrenó, así, algunas piezas tan célebres como: César y Cleopatra, Hombre y superhombre, La comandante Bárbara, El dilema del doctor, Llegando a casarse, Matrimonio desigual, La primera obra de Fanny, Androcles y el león, Casa del dolor, Regreso a Matusalén y Santa Juana, esta última sobre el trato que dan los hombres corrientes a otros seres excepcionales.

Pero su obra maestra es Pigmalión, que trata del amor, la educación y la explotación de un ser humano por parte de otro ser humano.

Entre sus últimas obras hay también piezas de inmensa calidad dramática, como: El carro de las manzanas, Demasiado verdadero para ser bueno, En los buenos tiempos del ben rey Carlos y Ginebra, esta última, una sátira contra la Sociedad de las Naciones (precedente de la ONU)

Otras obras

Bernard Shaw ha pasado a la historia de la Literatura universal por sus obras de teatro. Pero también fue autor de varias novelas notables, como por ejemplo, La profesión de Cashel Byron, en la que se adelanta a la literatura del siglo XX para analizar un tema de gran interés social: el mundo de la prostitución; y Un socialista asocial, obra que pone de manifiesto su interés por las ideas de Marx.

También fue autor de interesantes estudios y ensayos, entre los que destacan sus Ensayos fabianos, sobre sus ideas socialistas y su pertenencia a la Fabian Society; La quintaesencia del ibsenismo, sobre el teatro del noruego Ibsen, a quien Shaw admiraba; El perfecto wagneriano, en la que demuestra sus grandes conocimientos musicales y su entusiasmo por las composiciones del alemán Wagner, y, por último, Guía del socialismo para una mujer inteligente.

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