Carlo Emilio Gadda
Narrador y ensayista italiano, nacido en Milán en 1893, y muerto en Roma en 1973 (Milán, 14 de
noviembre de 1893 + Roma, 21 de mayo de 1973). Licenciado en ingeniería industrial, ejerció esta profesión en numerosos lugares, comenzando por Cerdeña, para pasar más tarde a Lombardía, Argentina, Roma y finalmente a Rhur. Participó en la Primera Guerra Mundial, donde hecho prisionero, aprovechó el tiempo para escribir su Giornale di guerra e di prigionia (1955), del que destacan cualidades humanas y poéticas.
Colaboró con el grupo florentino en la revista Solaria, donde apareció publicado su primer libro, La Madonna dei filosofi.
A pesar de que la crítica lo había reconocido ya como narrador de gran
talento al concederle distintos premios, Bagutta de 1935 y Viareggio de
1953, fue solamente después de la publicación de su obra Quer pasticciaccio brutto de via Merulana (1957) cuando obtuvo la aceptación general del público lector.
La
complejidad de su técnica narrativa ha suscitado entre los críticos
actitudes y juicios enfrentados, aunque todos ellos concuerdan en
considerarlo uno de los mayores y más interesantes prosistas de nuestro
tiempo: algunos reparan en lo virtuoso del estilo, para hablar de cierto
barroquismo gaddiano, estilo macarrónico que coloca a Gadda
dentro de la corriente rebelde siempre presente en la literatura
italiana; otros opinan que es un gran escritor satírico que se oculta
tras la utilización de los recursos de la lengua, de las imágenes y de
las figuras; y otro grupo ha rechazado las anteriores actitudes
satíricas, le califican de ser un minucioso escudriñador de sucesos
reales y verdaderos, que estando presentes en la realidad, pasan
desapercibidos al espectador corriente.
Las novedades y el
personalísimo gusto de las técnicas narrativas de Gadda aparecen ya
desde su primera obra, para reafirmarse en todas las siguientes, así
ocurre en Il castello di Udine (1934), donde el autor revive con un estilo insólito y singular la experiencia de la guerra, y en L'Adalgisa
(1944) este amanerado estilo se encuentra ya en todo su esplendor.
Siguió luego, a este período milanés, otro florentino, representado por
novelas de la singularidad de Novelle dal Ducato in fiamme (1953) o Eros y Príapo
(1967, aunque escrita con anterioridad), donde predomina el asunto de
carácter político (el "ducado en llamas" no es otra cosa que el
fascismo).
Todas las particularidades estilísticas y
características del quehacer literario de Gadda que se acaban de
apuntar, y fundamental y principalmente la utilización del dialecto,
cobran una fuerte relevancia en Quer pasticciaccio brutto de via Merulana,
y produce una interesante mezcla de jergas de dialectos romanescos,
lacios, abruceses, campanos... que el autor domina a la perfección y
aprovecha para dar mayor dinamismo a la atmósfera en que se desenvuelve
todo tipo de personajes, ladrones, alcahuetes, prostitutas, etc., todos
ellos analizados bajo la escrutadora mirada del comisario Ingravallo,
encargado de investigar el homicidio de la bella Liliana Balducci.
La
producción posterior de Gadda no constituye un proceso evolutivo dentro
de su narrativa, sino más bien una profundización de algunos de los
temas que más interesan al escritor. I viaggi, la morte, obra de
su etapa final, donde se da cabida a todo tipo de confesiones y
sentimientos. Las polémicas críticas que la obra de Gadda ha provocado
sobre el valor literario de su experimentalismo o del uso de dialectos,
por ejemplo, no han repercutido en el éxito de su carrera novelística.
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