Feria del Libro de Santiago de Chile, XXXV Edición. Protagonista, la literatura nórdica.

El escritor policial sueco Johan Theorin -que ha vendido un millón de ejemplares con "El cuarteto de Öland"- es uno de los invitados estelares de la 35ª Feria del Libro de Santiago, en octubre próximo, en la que los huéspedes de honor serán Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia. 

Cada cierto tiempo, proveniente de las heladas regiones boreales, una ráfaga de literatura nórdica vuelve a circular por estas latitudes. Desde los daneses Hans Christian Andersen y Søren Kierkegaard -tan distintos como el día y la noche- y los suecos August Strindberg, Selma Lagerlöf -la primera mujer en obtener el Nobel de Literatura, conocida mundialmente por "El maravilloso viaje de Nils Holgersson"- y Pär Lagerkvist (Nobel 1951), autor de novelas existencialistas como "Barrabás" (llevada al cine con Anthony Quinn). Desde Noruega, en tanto, llegaron alguna vez las obras de teatro de Henrik Ibsen y la trilogía de novelas históricas "Kristin Lavransdatter", de Sigrid Undset (Premio Nobel 1928), autora también de "Santa Catalina de Siena" y tenaz luchadora contra el nazismo, ideología a la que adhirió su compatriota Knut Hamsun (Nobel 1920), el controvertido pero entrañable novelista de "Hambre", "Pan" y "Victoria".
La más reciente oleada de literatura escandinava tiene el sello de la novela negra. Si el pionero más famoso fue Henning Mankell y su inspector Kurt Wallander -nacido literariamente en 1991-, el fenómeno mundial de la trilogía "Millennium" de Stieg Larsson y su adaptación cinematográfica creó una demanda de nuevos cultores del género, que ha sido satisfecha por nombres como los del noruego Jo Nesbø y los suecos Camilla Läckberg, Åsa Larsson y Jens Lapidus. Ninguno de ellos podrá venir a la 35ª Feria Internacional del Libro de Santiago, pero la novela policial nórdica estará representada por cuatro exponentes ampliamente conocidos en Europa: la danesa Sissel-Jo Gazan (1973), una doctora en biología, radicada en Berlín, que se inició en la novela detectivesca con "Las alas del dinosaurio", publicada en español por Alfaguara y elegida la Mejor Novela Negra danesa de la década (2000-2010). El también dinamarqués Christian Jungersen (1962), cuya segunda novela, "La excepción" (Penguin Random House) -publicada en 13 países-, indaga en las raíces del mal a través de un denso thriller psicológico que se desarrolla en las oficinas del Centro Danés para el Estudio del Genocidio y el Holocausto de Copenhague. También vendrá la sueca Tove Alsterdal (1960), autora de las exitosas novelas "Mujeres en la playa" (RBA), "La tumba del silencio" y "Déjame tomar tu mano" (2014), elegida la Mejor Novela Criminal del Año.

Pero sin duda el invitado más reconocido de literatura policial es el sueco Johan Theorin (Gotemburgo, 1963). Con un millón de ejemplares vendidos, "El cuarteto de Öland" es una serie de novelas ambientadas en esa isla del mar Báltico, que por su abundancia de leyendas y seres fantásticos parece una especie de Chiloé sueca, a pesar de que solo tiene 1.342 kilómetros cuadrados. Periodista de profesión, Theorin se consagró en su país con la primera entrega de la saga protagonizada por el marinero jubilado Gerlof Davidsson, quien intenta resolver la desaparición de su nieto. "La hora de las sombras" (2007) fue elegida como Mejor Ópera Prima de misterio por los autores y críticos de la Academia Sueca de Escritores Policiales y luego fue publicada en veinte países. Penguin Random House ha traducido tanto ese libro como "La tormenta de nieve", "La marca de sangre" y "El último verano en la isla". Fuera de la serie, publicó "El guardián de los niños". Su novela "La tormenta de nieve" (2008) ganó la Llave de Vidrio, reconocimiento de los países escandinavos a la mejor novela del género; el premio a la Mejor Novela Criminal Sueca y el CWA International Dagger, que otorga en Reino Unido la Crime Writers' Association a la mejor novela traducida del año, superando en 2010 a "La reina en el palacio de la corrientes de aire", último volumen de la trilogía de Stieg Larsson.

Como en buena parte de las ficciones criminales escandinavas, en las obras de Theorin la desaparición de una persona, generalmente un niño o una joven, es el desencadenante de la historia. Revolver las aguas en estos parajes inhóspitos, con casas de veraneo desocupadas, provoca muertes y remite a un secreto del pasado que retorna, una y otra vez, mediante cartas, flores, correos electrónicos o prendas enviadas en forma anónima. Detrás de estos misterios suelen estar involucradas familias poderosas del pueblo, así que nadie que permanezca en él está dispuesto a hablar demasiado. La soledad, la vejez, el alcoholismo y la depresión marcan a muchos de estos personajes y la acción se desliza, con morosidad, por paisajes de belleza melancólica donde la luz, salvo en verano, es tan escasa como la alegría de vivir.

Lejos de sentirse abrumado por la fama de sus predecesores, desde Estocolmo Theorin agradece el boom de la novela criminal nórdica. "El auge de lo que se ha llamado Nordic Noir es por supuesto genial para nosotros los escritores escandinavos, porque ahora estamos en el centro de la atención. La gente lee nuestros libros en muchas partes del mundo, que no era el caso antes. Me gustan muchos escritores del género, como los suecos Håkan Nesser y Åsa Larsson, noruegos como Karin Fossum y daneses como Christian Jungersen", dice.

-¿Cuándo decidió ser escritor?
"Llegar a ser un escritor no fue realmente una decisión que tomé. Era más una cosa que no podía evitar. Era un soñador cuando joven, de modo que las ideas para historias seguían apareciendo en mi cabeza siempre que estaba solo, y la única manera de deshacerse de ellas era escribirlas. Fue solo mucho más tarde que aprendí que algunas personas en realidad asumen la escritura y la narración de historias como un trabajo. Ahora soy una de ellas".

-¿Desde cuándo le gustan las novelas de detectives?
"He leído literatura policial desde que tenía diez años. Comencé con Agatha Christie y Arthur Conan Doyle, de modo que es algo que disfrutaba. Cuando mucho después comencé 'La hora de las sombras', en realidad se basaba en una historia verídica que escuché acerca de un hombre que cometió un asesinato y logró huir de Suecia en un barco a Sudamérica con la ayuda de sus familiares. Más tarde regresó a casa en un ataúd sellado y los parientes lo enterraron en algún lugar de Suecia, aunque no en Öland. La cosa era que cartas y postales sin remitente siguieron llegando de diferentes ciudades de Sudamérica. Todo el mundo se preguntaba si el asesino había simulado su propia muerte. Esta es solo una pequeña anécdota que me contaron, pero se convirtió en la idea de 'La hora de las sombras'".

-¿Por qué se propuso ambientar sus obras en la isla de Öland?
"Mi madre viene de Öland. Yo siempre iba a la isla a visitar a mis abuelos cuando era joven y mis parientes allí me llenaban de historias. Tomemos por ejemplo a Sally, la madre de mi abuelo: hace unos cien años o más estaba lavando ropa en una playa de Öland cuando ella y su hermana escucharon un susurro entre los arbustos. Y (esto lo siguió diciendo el resto de su vida como si fuera verdad), cuando las hermanas se dieron vuelta para mirar... un pequeño hombre gris corrió desde la maleza. Tenía unos dos pies de alto y vestía ropas grises anticuadas. No dijo una sola palabra, solo pasó corriendo junto a las hermanas y giró a la derecha de la playa tan rápido como pudo. Ellas le gritaron: "¿Qué estás haciendo?", pero él siguió su camino y se lanzó a las aguas del estrecho de Kalmar, desapareciendo entre las olas sin dejar rastro. Eso es lo que ella dijo que había visto: un gnomo quitándose la vida. O al menos así suena tal como ella lo decía. Y yo le creo, por supuesto".

-¿Cómo concibió "El cuarteto de Öland"?
"Tuve la idea de escribir un cuarteto con un tema estacional cuando empecé 'La hora de las sombras', y me di cuenta de que grandes partes de ella tenían lugar durante el otoño; es una novela otoñal. Entonces se me ocurrió escribir una novela de invierno donde una familia se traslada de Estocolmo a Öland a una casa antigua que planea renovar. Esa novela se convirtió en 'La tormenta de nieve'. Y así, finalmente pensé: 'Una novela de otoño, una novela de invierno... Voy a dejar que el año siga su curso y describo Öland desde el punto de vista de las cuatro estaciones. ¡Al igual que Vivaldi con su ciclo de conciertos!'. Así que trato de convertir Öland en un personaje en los libros, con diferentes estados de ánimo y clima. Y como es una isla de vacaciones, cambia mucho de una temporada a otra: en invierno puede haber solo unos pocos miles de personas que viven allí, mientras que durante el verano habrá varios cientos de miles de visitantes".

-¿Cuál es la marca de su literatura policial? Noto en "La hora de las sombras" cierta nostalgia por los antiguos modos de vida.
"Creo que escribo más sobre el dolor y los fantasmas que otros escritores noir , pero en mi caso pertenecen a una historia de crimen. Mi abuelo murió cuando él tenía sesenta y cuatro y yo once años. Fue probablemente el primer gran trauma de mi vida, ya que realmente admiraba a mi abuelo Ellert, que había trabajado como marinero durante treinta años. Sí, hay algo de nostalgia. Quizás estoy tratando de traer a mi abuelo y sus experiencias de vuelta mentalmente mediante la escritura acerca de un anciano con un pasado similar al de Ellert y a quien yo llamo Gerlof, que es un detective en las historias. Así que los cuatro libros de Öland están centrados en las experiencias de Gerlof durante sus últimos años. Es una forma de recordar a mi abuelo y hablar con él, a pesar de que ya no existe".

-¿Por qué no creó un detective típico?
"No estoy seguro de lo que es un detective típico. ¿Es un policía más joven? No hay policías en los pueblos de Öland, de modo que no podía tener uno. Escogí a un octogenario como 'resolvedor' de crímenes porque él puede conectar con la historia de la isla, recuerda tiempos más viejos y también conoce a un montón de gente con quien hablar cuando está buscando la verdad".

-¿Conoce a alguien tan malvado como Nils Kant, el villano de su primera novela?
"Hoy no, por suerte, pero me encontré con personajes así cuando era más joven. Gente que hace cosas malas a otras personas, casi como si lo disfrutara. Pero esos personajes no son solo malos, sino que también son trágicos porque hacer cosas malas conduce a una vida muy miserable y solitaria. Empecé a tomarle aversión a Nils Kant cuando escribí sobre él en 'La hora de las sombras', a causa de sus terribles acciones, pero al final sentí un poco de pena por él".

-¿Qué expectativas tiene de su viaje a Chile? ¿Ha estado alguna vez en Sudamérica?
"No, nunca he estado, de modo que tengo muchas ganas de viajar. Pero el hermano de mi abuelo, Egon, fue a Sudamérica en 1967 a bordo de un barco a motor llamado 'Chile'. Hizo un largo viaje de tres meses en buques cargueros alrededor del continente, partiendo en Río de Janeiro y luego, girando en el sentido de las manecillas del reloj por el Cabo de Hornos y volviendo a casa a través del Canal de Panamá. Él trajo suvenires como una piel de boa gigante y muchas historias que me fascinaban cuando yo era niño".

-¿Ha leído a escritores latinoamericanos?
"Sí, a los mundialmente famosos Gabriel García Márquez, Roberto Bolaño, Isabel Allende y Jorge Luis Borges, pero también he disfrutado leyendo algunos escritores menos conocidos que también se han traducido al sueco, como Michel Laub y José Donoso. Pero yo y la mayoría de mis compatriotas probablemente conocemos, o pensamos que conocemos, Sudamérica a través de las canciones de Evert Taube, que es nuestro trovador nacional. Él fue a Sudamérica como marino hace cien años, se quedó por cinco y cuando retornó a Suecia compuso varias canciones populares acerca de sus experiencias".