“El escritor no es un santo apóstol”


Petros Márkaris asegura que la novela negra viene del cine, no de la literatura. Daniel Mordzinski - Cortesía Hay Festival


Lleva puestos unos zapatos color vinotinto que combinan con el reloj que tiene puesto en la mano izquierda. Porta un bolígrafo en el bolsillo de la camisa y un saco color gris. Cabello blanco, algo despeinado. Petros Márkaris viajó por casi 24 horas de Grecia a Cartagena, donde hizo presencia en el Hay Festival, y luego se desplazó hasta Pereira en compañía de su hija Josefina.
Todo aquel que habla de Petros Márkaris habla del comisario Kostas Jaritos, personaje que ha estado inmerso en gran parte de la obra del escritor: “Cada mañana me despierto y me tomo un café con Jaritos, y le pregunto: ¿Tú por qué vas a buscar allá, por qué quieres investigar a esa persona? Y él me explica sus razones y yo las escribo”, dice mientras sonríe recordando al personaje que podría llamarse el inspector de la crisis, una crisis que para Márkaris no está por terminar, como muchos creen.
Además de destacarse en la novela negra, ha escrito guiones, trabajando de la mano de su amigo Theo Angelópoulus, director y guionista griego. También ha hecho teatro y escribió los guiones de Anatomía de un crimen, serie televisiva de la cual nació Jaritos.
Petros Márkaris no es de Turquía, y aunque lo presentan como escritor griego, tampoco ve a Grecia como su patria: “Nací en una Turquía demasiado nacionalista. Me decían: o eres turco o no eres nada. Preferí irme y no ser nada, y Grecia es mi patria lingüística. Por eso no tengo una patria, tengo una ciudad de nacimiento y esa es Estambul”.
De su infancia recuerda Estambul y las cuatro islas que la rodean. Allí aprendió alemán; dice no recordar la minoría griega porque era muy cerrada y conservadora. Márkaris también ha sido conocido por su inclinación hacia la política de izquierda, por la que no puede ver con buenos ojos la actualidad política de su país. “Siempre he sido de izquierda y no puedo ver con buenos ojos a alguien que ha hecho pactos con la derecha”.
Petros Márkaris dice que no volverá a escribir sobre la crisis, que ese tema lo tiene cansado, pero los lectores que quieren seguir sabiendo del inspector Jaritos pueden estar tranquilos, ya que este personaje no va a desaparecer. Así lo aseguraba el escritor horas después de la entrevista en el auditorio César Gaviria Trujillo de la Cámara de Comercio de Pereira.
¿Cómo se sintió en el Hay Festival en Cartagena?
Muy bien. Encontré un festival con muchísima vida, con muchísimos escritores, con una gran cantidad de temas, y eso obviamente hace que se convierta en un festival que tú quieres ir a vivir.
¿Cómo lograr hacerse escritor en Grecia?
Ser escritor es exactamente lo mismo para todos. Lo diferente es saber qué posibilidades tienes como escritor en el país en el que estás y cómo poder llegar a serlo. Un joven que decida ser escritor en alguna de las lenguas que tienen mucho alcance, como el español, el inglés, el alemán o el italiano, tiene más posibilidades de llegar a las personas que un escritor griego, que escribe en griego, para un público muy reducido. Algo muy sencillo: cuando escribes en francés, en español o en inglés, encuentras inmediatamente traductores en todos los idiomas. En cambio para mí, que escribo en griego, encontrar a alguien que me traduzca al danés es muy difícil.
¿Qué opinión tiene de “Un hombre”, libro de Oriana Fallaci, dedicado a Alejandro Panagoulis, político griego?
Creo que es una hipérbole. Ella está enamorada del personaje y lo volvió un dios.
¿Cuál es el papel de los escritores en países en crisis?
No hay una respuesta para esta pregunta, porque el escritor no es un santo apóstol. El escritor escribe sobre lo que cada uno quiere escribir. En Grecia hay escritores que hablan sobre la crisis, como yo, y hay otros que no hablan de nada de eso.
¿Cómo diferenciar la novela negra de la novela tradicional de detectives?
La novela negra viene del cine, no de la literatura. Y en la novela negra lo que tiene importancia es la atmósfera y una personalidad. Por ejemplo, en una novela negra como El halcón maltés, la que tiene la importancia es la mujer, lo mismo con una película que se llama Out of the past (Retorno al pasado), con Robert Mitchum. La novela de policías cae sobre todo en el revuelto policíaco que hay. En el noir, la policía no tiene ningún papel; en cambio, en la de detectives sí.
¿Qué le han
dejado el teatro, los guiones y las novelas?
En mis libros, los diálogos de las personas vienen del teatro. Cuando empiezo a escribir tengo en mi cabeza una historia en general, sin detalles. No me interesa saber detalles. Lo que me importa es saber la primera imagen de mi novela. Y eso viene del cine. Igualmente, los capítulos dentro de mi novela no son capítulos literarios, son más que todo planos secuencias, y esto lo aprendí de mi amigo Theo Angelopoulos. No es que tomara de cada lado, sino que todos hacen parte de mí.
¿Escribir sobre la crisis es exorcizar el dolor o interiorizarlo más?
Escribir sobre la crisis es explicarles a los griegos por qué sufren y por qué llegaron a donde están. Es ayudar al lector. Ver un punto de vista diferente al que los políticos están diciendo. Obviamente, escribir sobre la crisis cansa demasiado, porque no existe una familia en Grecia que no esté sufriendo la crisis.
* Traducción a cargo de Adriana Martínez, gestora cultural y directora de la revista Sol Latino.