Ejercicios de matemáticas obligan a los estudiantes
a hacer cálculos acerca de cómo la producción del campo se ha
incrementado como consecuencia de la reforma agraria y aprenda inglés
preguntando "Where was Hugo Chavez born?".
Los estudiantes venezolanos
aprenden matemáticas calculando los beneficios sociales de las
expropiaciones de tierras. Practican inglés recitando dónde nació el
fallecido presidente Hugo Chávez y aprenden civismo al explicar por qué
los ancianos deberían estar agradecidos con él.
Referencias a favor de las políticas del Gobierno,
que se encuentran dispersas a lo largo de los libros de enseñanza que
produce el Estado venezolano, se han convertido en otro punto de
controversia en esta nación extremadamente polarizada en la que el
Partido Socialista Unido de Venezuela, una coalición de fuerzas que
apoya la llamada revolución bolivariana, ganó las elecciones
presidenciales en 2013 con una exigua mayoría.
Recientemente, varios padres botaron los libros frente a algunas
escuelas y los quemaron, en un acto que los medios leales al Gobierno
del presidente Nicolás Maduro compararon con la censura ejercida por los
nazis en la Alemania de la década de 1930.
Mientras los niños vuelven a la escuela tras las vacaciones de Navidad, muchos venezolanos se han mostrado indignados con los textos escolares que
tratan al fundador de la revolución bolivariana con la misma reverencia
con la que los libros de Historia hablan de héroes de la independencia
como Simón Bolívar.
Los ejercicios de Matemáticas obligan a los estudiantes a hacer
cálculos acerca de cómo la producción del campo se ha incrementado como
consecuencia de la reforma agraria, o sobre la cantidad de tierra que la
Administración todavía tiene que "rescatar" de manos de empresas y
ciudadanos. También se les pide determinar cuánto ahorran los
consumidores en las tiendas de electrodomésticos subsidiadas por el
Gobierno, que fueron creadas por Chávez.
¿Quiere aprender inglés? Responda: "Where was Hugo Chavez born?".
"Están lavando el cerebro de nuestros hijos. Borran
la historia de nuestra nación y la reemplazan con su propia versión",
dijo Héctor Cuevas, un empleado en informática que se horrorizó cuando
su hijo, que cursa secundaria, llegó a casa con los libros de enseñanza.
Para sus defensores, los libros "bolivarianos", que han sido impresos
desde 2011, incluyen lecciones de Historia que tradicionalmente han
sido excluidas de la enseñanza primaria y secundaria, al tiempo que los
fusiona con ejemplos de la vida real en la Venezuela socialista.
El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, defendió los libros hace
unos meses e instó a sus críticos a trabajar con el Gobierno para
mejorar su contenido. "Ciertamente se pueden mejorar, como cualquier
actividad humana".
"Seguro hay que mejorarle, como toda obra humana", dijo Rodríguez, de acuerdo con el sitio web
Noticias24. "Aquellos que quieran hacer sus críticas que lo lean y
revisen con actitud crítica, que encuentren el error y que lo hagan
saber para corregirlo".
Pero para los opositores el problema no lo constituyen los errores
que los libros contienen, sino lo que ven como ataques a los enemigos
del Gobierno y la propaganda que hacen a programas del Gobierno que
actualmente son muy controvertidos.
Una de las primeras ediciones del libro de Ciencias Sociales muestra
una foto de un anciano con una leyenda abajo que dice: "Gracias,
Chávez". La tarea para los alumnos es que expliquen por qué hay que dar
las gracias.
Un libro de Matemáticas suspende la explicación sobre las fracciones
para alabar "uno de los programas sociales que impulsa el Gobierno
bolivariano para garantizar la cesta alimentaria de los más
desposeídos".
Todos los estudiantes venezolanos reciben estos libros de producción estatal, pero se usan mayormente en las zonas pobres,
donde a menudo constituyen la única opción que tienen los maestros para
enseñar. En la escuela secundaria Consuelo Navas Tovar, en uno de los
barrios de la creciente periferia de Caracas, los estudiantes que visten
uniformes azules de marinos tienen que estudiar inglés con estos libros
de texto en pupitres sucios, hacinados en un aula de muros amarillos.
El libro induce a que los estudiantes discutan sobre un programa
escolar patrocinado por una agencia gubernamental conocida por su
acrónimo. "It's a project of FUNDABIT! (Es un proyecto de Fundabit)",
dice un estudiante. "That is excellent! (Excelente)", le responde un
compañero.
Tomás Guardia, profesor de Geometría de la Universidad Central de
Venezuela, ha pasado meses documentando lo que él y sus colegas llaman
errores básicos en los libros de Matemáticas. Por ejemplo, en un aparte
se define un cuadrado como una forma geométrica que tiene cuatro lados,
cuando eso también podría ser un rectángulo o un rombo.
"Yo no soy un historiador, pero si el libro de Matemáticas es tan
problemático, también es factible que este libro esté lleno o errores y
propaganda", dijo mientras señala una foto de Chávez abrazando a un niño
del libro de sociales subtitulado: "El futuro de la patria de Bolívar
son sus niños".
Cuevas a menudo saca el viejo libro de Matemáticas de su padre para
utilizarlo en la educación de su hijo. Él sueña con una colección de
libros de texto que refleje una visión menos optimista de lo que es la
Venezuela de hoy día. "Ellos siempre usan ejemplos como: 'Si tu madre va
a un supermercado subsidiado por el gobierno y compra dos kilos de
azúcar y tres kilos de carne, ¿cuántos kilos tiene?", dijo. "¿Por qué no
usan un ejemplo como: 'Si tu madre pasa dos horas esperando en la fila
para comprar azúcar, y después espera tres horas para comprar carne,
¿cuántas horas ha esperado?'".
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