Viaje a la génesis del libro

Un recorrido por los eslabones de la cadena de valor del libro: creativos, editoriales y comerciales. Lugares que la gente no conoce y que están detras de la obra que leen. EL PAÍS ha querido mostrarlos a los lectores de la mano de los escritores Soledad Puértolas, en Madrid, y Eduardo Mendoza, en Barcelona. Ambos han hecho un periplo parecido y complementario, desde el lugar donde escribe un autor, las oficinas de la editorial y, sobre todo, del editor; el espacio de los correctores y diseñadores; las oficinas de marketing y prensa, la imprenta, la distribuidora, las librerías, las bibliotecas y finalmente el lector.
En España se editaron el año pasado 81.000 títulos, la industria del libro factura alrededor de tres mil millones anuales y aporta el 1% del Producto Interior Bruto, la más solida del sector cultural. Incluso en el séptimo año de crisis. BIenvenidos a este viaje por la génesis y vericuetos de un libro..

El lugar de lectura y escritura

En la casa de Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947), en Pozuelo de Alarcón, en Madrid, un florero pequeñito con geranios rojos está al borde de un escritorio de madera. A su alrededor libros, libretas y otros objetos. La autora escribe en su ordenador portátil, por las mañanas, escoltada por una biblioteca, cuyas baldas están ceradas por fotos, más fotos y todo un popurrí de recuerdos. Es un despacho alargado que en realidad empieza a su izquierda en un pequeño salón inundado por la claridad del lucernario y la ventana que da al antejardín. Es el rincón de lectura con un sillón rodeado de más libros y ocho macetas entre las que destacan dos alegres culantrillos. Aquí ha escrito libros como 'El bandido doblemente armado', 'Burdeos', 'Todos mienten', 'Queda la noche',' La vida oculta', 'Si al atardecer llegara el mensajero', 'La vida inesperada', 'La señora Berg' y 'Mi amor en vano' (todos en Anagrama); y también escribió su discurso de ingreso a la Academia de la Lengua en 2012.



El editor

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha publicado toda su vida en Seix Barral, del Grupo Planeta, desde 1975 con 'La verdad sobre el caso Savolta', hasta 'El enredo de la bolsa y la vida', en 2012. Hoy su editora es Elena Ramiérez, en la foto,con quien habla no solo de sus obras sino también de otras lecturas. Un editor es alguien de confianza para el autor, un amigo, alguien que le escucha y ayuda a resolver dudas y puede servir de guía. Autores como él entregan en una editorial sus originales, en papel o en formato digital. Los editores los leen, los analizan; luego les dan su opinión; intercambian soluciones o cambios, si es el caso; y así un vaivén de ideas para mejorar el libro, si es el caso. Incluido el título. Eligen las portadas. Envían el libro a corrección. Editor y autor lo vuelven a leer con lupa. Y hasta que el escritor ve el libro encuadernado pueden pasar varios meses, o más.

Corrección

Una vez el libro está en la editorial el editor lo lee y después de ajustes o cambios por parte del autor, el texto pasa al departamento de corrección que lo "compone" y lo mira con cuidado, como se ve aquí en la editorial Siruela, en Madrid. Después pasa a maquetación. Imprimen algunas pruebas, o galeradas, y el editor y su equipo vuelven a mirarlo, incluso el propio autor, hasta que todos dan el visto bueno para que pase a imprenta.

Diseño y maquetación

En España hay unas 2.800 editoriales privadas. En Boadilla del Monte, Soledad Puértolas visita el Grupo SM, una de las principales editoriales que ayudan a crear a los primeros, segundos y terceros lectores. Es una inmensa caja rectangular metalizada, de tres plantas, con una legión de diseñadores, correctores, dibujantes, investigadores y especialistas en buscar las estrategias para conquistar lectores.
En esa “pradera” de creativos se decide la presentación que habrá de tener el libro. Con la editora Teresa Tellechea (en la imagen), Puértolas ojea y hojea aquí y allá algunos de los 200 títulos anuales que edita SM, ilustrados por unos cien artistas, como los originales de ve en la fotografía. Se detiene a hablar con “el mago de la imagen”, Antonio Rojo, un muchacho que le explica cómo, con el ordenador, logra que el original del artista se mantenga fiel en sus tonos y espíritu.
La imprenta
Eduardo Mendoza había oído hablar, o incluso visto en persona o documentales, las imprentas tradicionales, grandes y monstruosas máquinas donde se imprimen los libros, o periódicos. Máquinas que continúan porque es donde se hacen las grandes tiradas. Pero esta de Bookprint no la conocía. Es digital, un adelanto del futuro.
Del rugido de las imprentas antiguas al zumbido de las digitales. Del sistema 'offset' al 'Inkjet'.
Todo es digital. El libro está en un PDF, las planchas metálicas no existen aquí. Ni los metros y metros de máquina y gusanos mecánicos por donde se va haciendo el libro. Aquí el milagro se hace con cinco máquinas rectangulares que ocupan treinta pasos de largo y no más de un metro ochenta de alto. El ciclo empieza al fondo de la nave donde hay un ordenador que contiene el PDF del libro, desde la portada y contraportada, pasando por sus páginas, hasta salir encuadernado. En otros tres aparatos de similares características la puesta de las portadas y la plastificación o envase de los libros. Uno de esos es precisamente una nueva edición de su libro 'Sin noticias de Gurb' (Seix Barral).
“El proceso es como el de una impresora en casa con algún artefacto más y más grande”, explica Xavier Ferràs Rius, jefe de Producción. “Estoy fascinado. Es maravilloso”, exclama el escritor. “Es bueno saber que un libro no es solo una cosa que escribes, sino que forma parte de un largo proceso en el cual intervienen muchas personas y circunstancias. Uno acaba pensando que lo que hace es importante, pero esto es una lección para el escritor”.
La biblioteca editorial
Eduardo Mendoza recorre con Claudio López de Lamadrid, director editorial de Penguin Random House, algunos departamentos del grupo editorial. En el salón-comedor hay una biblioteca con puertas correderas de cristal con ejemplares de títulos históricos de los sellos de PRH. De Lamadrid le cuenta a Mendoza lo que se hace en las “convenciones” que organizan las editoriales para la gente de marketing y de la red comercial: los editores enseñan los libros, hablan del argumento y del tema o de la historia del autor o la escritura de la obra y cómo se adquirió. La gente pregunta, sugiere, pide más información e, incluso, expresa su desacuerdo; al fin y al cabo son ellos, por ejemplo, quienes tratan con los libreros para “venderles” la obra. Saben qué puede o no tener acogida.

La distribuidora

Con otra lección de modestia también se topó Soledad Puértolas al comienzo de este circuito del libro en Madrid. Fue en Machado Grupo distribución, de Miguel García. Una nave de cinco mil metros cuadrados con enormes estanterías metálicas llenas de cajas de libros con largos pasillos. “Es como un Ikea, pero que en lugar de muebles tiene libros”, dice la escritora. “Todo está organizado y sistematizado, cuando nos llega un pedido sabemos dónde está cada obra”, explica Miguel García.La crisis ha hecho que los pedidos se reduzcan y las devoluciones oscilen entre el 40 y 60%.

Una editorial

En Barcelona, Mendoza cae en la cuenta de que nunca ha ido a las oficinas de la editorial Anagrama. “¿Será que no existe?”, se pregunta. Cuando llega a la puerta ve que dice Anagrama: “¡Sí existe!”, exclama entre risas. Toca y entra diciendo: “Quiero publicar un libro”. Es la una y media de la tarde. Herralde está en una reunión en su despacho. El escritor recorre las oficinas. Al rato aparece Herralde, se saludan, bromean y en una sala de reuniones se sientan a charlar. Hablan de la Feria del Libro de Madrid, una cita a la que suele asistir el editor barcelonés. En España hay alrededor de 2.800 editoriales privadas.


Comunicación y Feria

Ofelia Grande (derecha en la foto), editora de Siruela desde hace 14 años, después de recorrer con Puértolas las oficinas del sello, le dice: “A la feria siempre vamos con expectativas. Es nuestro momento del año y les ponemos cara a los lectores y nos relacionamos con ellos. Aunque la Feria siempre es una alegría, también depende mucho de dónde te toque: sol o sombra, lateral o fondo”. El ritmo del mundo editorial lo marcan eventos como la cita madrilena, Sant JOrdi y la Navidad.
Helena Palacios (izquierda), encargada de la comunicación de la editorial está en contacto permanente con los periodistas para promocionar los libros. Las oficinas de prensa de las editoriales o los mismos editores cuentan a los periodistas sus novedades y por qué consideran que vale la pena uno u otro título. Los periodistas de las secciones de Cultura y suplementos especializados miran las obras, las comparten con sus colegas y críticos y, poco a poco, deciden qué hacer.

La librería

La Feria representa el 20% de las ventas del año. Un momento clave teniendo en cuenta que cada vez se cierran más librerías. Ahora hay unas 5.500. A Mendoza le gustan dos: Laie y La Central, también con sedes en Madrid. Lugares que se han reinventado para atraer más lectores con espacios para café, lecturas o charlas. “La crisis ha hecho que surjan también otras pequeñas y especializadas”, asegura Luis Morral, de Laie. “Hemos sobrevivido, también, por nuestra expansión a museos”.



La librería

La otra librería que frecuenta Mendoza es La Central, de Barcelona, que también tiene sedes en Madrid. El escritor habla entusiasmado con Antonio Ramírez, su propietario, y se interesa por la situación. Mientras recorre la librería Mendoza da claves de cómo encontrar una u otra obra. Le apasiona el espacio dedicado a filosofía. Toma un libro, otro. Van a ser las tres y media de la tarde y ha quedado en comer con su hijo que viene de Nueva York.

La tertulia


En Madrid, Soledad Puértolas ha comido en el Café Gijón, que acaba de cumplir 126 años. Es un sitio emblemático de la cultura y las tertulias por donde ha pasado lo mejor de la creación española. 35 mesas con historia y de inspiración literaria. Un liugar que ella visita desde muy joven, Muchos son los que han escrito sobre el Gijón, incluida Puértolas que en su nuevo libro de relatos, previsto para otoño, tiene un cuento que transcurre aquí y que ha titulado 'El caballero oscuro'.

La biblioteca

Después de la comida, la escritora camina por el Paseo de Recoletos, de Madrid, y pasa frente a la Biblioteca Nacional donde ha estado tantas veces, y que este año celebra su tercer centenario. Veinte minutos después, sobre las tres y media, llega a su casa en Pozuelo para ir a recoger a sus dos nietos.



El lector

En España se imprimen 81.000 títulos al año, es decir, una media de 221 cada día. El objetivo es que cada vez lea más gente. Hoy, el 63% de los españoles dice leer al menos un libro al año, mientras en la Unión Europea esa cifra es del 72%. El mundo del libro está esperanzado en que la Feria del Libro de Madrid, una vez más, ayude a amortiguar la caída de ventas que desde 2008 ya es del 40%. Todos los protagonistas de la génesis del libro piden que se mejoren, actualicen e intensifiquen el fomento y la promoción de la lectura.



Fuente: www.elpais.es

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