1984 y el Panóptico de Bentham | George Orwell y Michel Foucault

El Panóptico

Parece que este mes de junio las efemérides se han alineado en el campo del pensamiento, la ficción y la sociología y no podríamos hablar casi de otra cosa que no fuera George Orwell, 1984 y Michel Foucault. El 25 de junio de 1903 nacía George Orwell, mientras que el 25 de junio de 1984 fallecía Michel Foucault. Aprovechamos el puente que nos brinda esta casualidad numérica y temporal para adentrarnos en la relación entre la la distópica obra del escritor británico 1984 y las teorías del pensador francés defendidas y desarrolladas en su libro “Vigilar y castigar” publicado el 1975.

La famosa obra publicada en el 1949: 1984, aborda la historia de ficción de una supuesta sociedad policial donde el estado ha adquirido el control total sobre el ciudadanos. Los individuos han perdido absolutamente la intimidad y la libertad, y viven sujetos a la represiva normatividad del Estado y el poder ejecutado por el Gran Hermano, el vigilante Omnipresente.

Este componente que dio distinción a la obra futurista, la omnipresencia del control social por medio de un ojo que todo lo ve, El Gran Hermano, está estrechamente vinculada con una de las características principales del panóptico de Bentham, un modelo de prisión ideado por Jeremy Bentham en 1791 que consiguió un sistema de vigilancia y de control perfecto para aquellos que ejercían el poder. Se trataba de una construcción circular y en el centro figuraba una torre que ubicaba un único vigilante. Esta estructura opaca se desarrolló con el fin de que los presos jamás pudieran saber si había un vigilante o no observándoles, hecho que les obligaba a tener un comportamiento condicionado por la posible observación de sus actos, ofreciendo una sensación de permanente visibilidad. La gran eficacia de este sistema radica en la condición psicológica que ejercía al sentirse observado en todo momento. Esto producía de forma automática un efecto de autocontrol por parte de los presos.

El Panóptico de Bentham no sólo fue una estructura arquitectónica llevada a cabo en las prisiones, a pesar de la intención inicial de Bentham. También fue un modelo integrado para las fábricas, los hospitales, incluso escuelas, para añadir el efectivo sistema de autocontrol, donde el individuo integra en el imaginario la figura del vigilante, vigilándose a sí mismo.

El Panóptico de Bentham es uno de los elementos que aborda y profundiza Michel Foucault en su obra “Vigilar y Castigar” publicada en el 1975. Este célebre libro entre las ciencias sociales, filosofía y sociología, examina principalmente los mecanismos sociales y teóricos que se encuentran tras las cambios masivos que existieron en la era moderna en relación a los sistemas penales, y detallando las transformaciones sociales y de poder que implicaron. El libro se desglosa principalmente en cuatro grandes bloques: suplicio, castigo, disciplina y prisión.

En este penúltimo apartado, la disciplina, es donde desarrolla, entre otras observaciones, la relación entre el panóptico y la sociedad, bajo el título PANOPTISMO. El Panoptismo es la combinación de 3 elementos: control, disciplina y corrección. Esta construcción arquitectónica de control social fue la metáfora que Michel Foucault usó para retratar la sociedad disciplinaria, la mirada controladora de la sociedad. El panóptico de Bentham, regulado por celdas separadas sin conexión lateral y con un vigilante permanente pero invisible, es un modelo de orden que implica que no existe posibilidad de revoluciones ni de contagios. El efecto colectivo de la masa se ve anulado por la individualidad y el autocontrol. Este modelo deja de ser un modo de imponer la obediencia, tiene el efecto de incremento de habilidad y de producción. Su influencia se expande entre las relaciones sociales y estas vigilancias intangibles, podían estar desarrolladas en diversos ámbitos: desde integradas en los aspectos íntimos de la vida hasta las actitudes simples o complejas de la gente común. Es importante remacar que se desprivatizan y pasan a formar parte de la institución pública y estatal.

Muchas personas al leer literatura de ciencia ficción como 1984, busca en su interior analogías con la realidad, como si se tratara de una visión premonitoria del autor. En este caso, puestos a analizar similitudes entre el imaginario de Orwell en el 1948 y la actualidad, el Gran Hermano lo podemos identificar de forma directa e indirecta en todos nuestros dispositivos móviles, cámaras de vigilancia, redes sociales e internet, ofrenciendo un efecto de permanente observación y convirtiéndose en mecanismos de control social donde todos nos controlamos entre todos.