Santo Grial
La
leyenda del Grial ha fascinado a poetas e investigadores durante
siglos. No existe una interpretación única, que pueda explicar de dónde
viene y cómo. Algunas teorías van hasta la antigua Grecia y Egipto y
encuentran los orígenes del mito del Grial en antiguos cultos, los
cuales en su mayoría versan sobre la muerte de un dios, la resurrección y
la ceremonia en el templo del Grial, por tanto le consideran como un
vestigio de una malograda iniciación en un rito de fertilidad.
Dentro de la liturgia de la
iglesia cristiana, la procesión de los caballeros del Grial puede tener
similitudes con la comunión. Dentro del ritual de la iglesia bizantina,
la ceremonia del Grial tiene paralelos con la acción del sacerdote de
preparase para la comunión, enterrando simbólicamente un cuchillo
(llamado la lanza sagrada) en el pan para la comunión. Se ha visto
también a la Narración del Grial como un símbolo del tránsito del
Antiguo al Nuevo Testamento, en donde el castillo representaría al
Templo de Salomón, y donde el cáliz (o la piedra según algunos) que
producía comida y bebida, vendría a ser las tablas de la ley y el maná,
mientras que la lanza sería el báculo de Aarón.
Otra teoría está inspirada
por leyendas iraníes, en donde una figura misteriosa (que conducía una
hueste de demonios contra los poderes celestiales) fue herida y cayo a
la tierra, y que luego, enferma y sin fuerzas, hubo de esperar a que su
nieto tomara su lugar en la batalla y venciese. Recién entonces era
liberado de sus sufrimientos. Esta leyenda tiene, a la vez, sus raíces
en la escuela filosófica dirigida por Hermes Trismegisto en el Egipto
helénico, una teoría - llevada a occidente por los árabes- que dice que
la Sagrada Sabiduría llegó a la tierra desde el cielo en forma de un
gran cáliz, y que si alguien era sumergido en él, obtendría toda la
sabiduría terrena, algo así como una ceremonia de bautismo para el
intelecto.
También se pueden detectar
fuentes para el mito del Grial en las antiguas fiestas de la vida de la
India, en donde a la luna y al sol se le atribuían estar llenos de una
bebida vivificante, y en las cuales también se ensalzaba a Indra, dios
del trueno y la lluvia, portador de una lanza (un antiguo símbolo de
fertilidad).
En los últimos tiempos se han
encontrado posibilidades de otros orígenes , más que nada por medio de
varios detalles procedentes de la mitología celta. Fragmentos que aún
hoy están en la antigua literatura irlandesa y galesa. Aquí, el Grial es
una fuente fantástica (en forma de copa, plato o cuerno de bebida), que
alimenta a sus "usuarios" eternamente, y a veces incluso les da vida
eterna. En la colección de leyendas celtas Mabinogion, que fue editada
durante el siglo XIX, pero que estaba basada en las leyendas medievales
de Gales, encontramos también lanzas mágicas, o lanzas que sangran. En
estas historias, el Rey del Grial es herido en la cadera, y dado que ya
no puede ni cabalgar o cazar, comienza a dedicarse a la pesca, siendo
llamado desde entonces "El Rey Pescador". Esto, al mismo tiempo, le
relaciona con un ser sobrenatural en la flora de la mitología galesa
llamado "Bran, el bendito" y a la divinidad irlandesa de "Naudu", cuyo
nombre significa "pescador". Ambos personajes poseen una espada y un
recipiente de poderes sobrenaturales.
Según la tradición celta, la
impotencia sexual de un regente (o su conducta inmoral) pueden llevar a
la decadencia de todo cuanto esté en su cercanía: seres humanos,
animales, naturaleza, etc.; el mismo tipo de sufrimiento e impotencia
que afectó al reino del Grial, debido al castigo de los pecados del rey
Amfortas: la herida que nunca sanara. para poder curarle debe aparecer
un extraño y formular una o varias preguntas especiales. Este tema
también aparece en la tradición narrativa irlandesa y galesa.
Y es aquí que encontramos por
primera vez la figura de Parsifal, como uno de los caballeros de la
mesa redonda del Rey Arturo. El mitológico y heroico rey de la lírica
celta temprana. Una saga que alcanzó Francia gracias a las relaciones
existentes entre ambas zonas, especialmente luego de la invasión
normanda a Inglaterra en 1066. El rey Arturo y sus caballeros estaban
constantemente a la busca del Grial, al cual se le atribuían poderes
sobrenaturales. El verle descubierto se consideraba el mayor objetivo de
su búsqueda.
Que el primer, y por lo demás
principal, poeta del Grial: el francés Chrétien de Troyes tuviese
contacto con el mito de Arturo y sus caballeros, no es por tanto
extraño, dado que los poetas de la corte acompañaban a menudo a sus
señores al otro lado del canal. Chrétien nació en 1150, y luego de
estudiar leyes en una escuela latina, llego como poeta de la corte al
servicio de la condesa Marie de Champagne, hija de Luis VII de Francia y
Leonore de Poitou. En 1181 moría Henry, esposo de Marie y Chrétien hubo
de cambiar señor, en beneficio del conde Philipp de Flandes, a quien
dedico su novela de Parsifal. Chrétien murió antes de 1190, dejando
varias novelas caballerescas en verso, las cuales tomaban diferentes
episodios de la saga artúrica, por
ejemplo: Erec (1165), Philomena (1166), Marke e
Isolde (1170), Cliges (1171-1172), Lancelot (1175), El caballero del
león (alrededor de 1177) y Perceval o el cuento del Grial (alrededor de
1181-1187)
El Perceval de Chrétien
recibió el apodo de "El galés". Este Perceval creció en un bosque
solitario junto a su madre Herselojde, la cual había perdido a su marido
y dos hermanos mayores en combates. A su hijo Perceval no le cuenta
absolutamente nada de su origen o de lo que ocurre en el mundo fuera del
bosque. Lo primordial para ella es mantenerle lejos del mundo de la
caballería, un mundo que ella obviamente aborrece. Pero así es como un
día Perceval se encuentra con unos caballeros en el bosque y se haya
totalmente encantado de estas "apariciones. A pesar de las advertencias
de su madre, Perceval se decide a partir con rumbo a la corte del rey
Arturo, para convertirse en caballero. En la corte todos se ríen de él,
ya que no posee ni armas ni armadura, y más aún porque no recuerda su
nombre. Entonces él ha de marcharse.
Luego de matar, en defensa
personal, a un caballero desconocido y ponerse su armadura, Perceval
arriba donde el viejo caballero Gornemant de Goort, que le da una cálida
bienvenida y a su tiempo le enseña el como usar las armas y le arma
caballero.
Luego de cinco años (y una
cantidad de aventuras, entre ellas una visita al castillo del Grial),
Perceval ha perdido parcialmente la memoria. Cuando él, un día de
Viernes Santo, totalmente armado se encuentra con un grupo de
peregrinos, estos le aconsejan el buscar un ermitaño en las cercanías, y
allí encontrar expiación y respuestas a sus preguntas. Acerca del
futuro de Perceval ya no podremos saber más, porque Chrétien falleció
antes de concluir el poema. Pero fueron muchos de los poetas franceses
contemporáneos que se sintieron llamados a completar el poema. Conocemos
así Gawain Continuation, Perceval Continuation, Manessier Continuation y
una cuarta continuación, probablemente escrita por Gerbert de
Montreuil.
En Manessier Continuation se
hace una relación por primera vez con respecto al motivo cristiano, cuyo
origen se halla en un ciclo de poemas de alrededor de 1215 por Robert
de Boron, quien vivió en Inglaterra, pero originario de Franche-Conté en
Francia suroriental. En este ciclo, el Grial es descrito como el cáliz
del cual Cristo bebió durante la última cena, y también en el cual
(según el texto apocalíptico de Nicodemus, del siglo III) José de
Arimatea recogió la sangre de Jesús, cuando este fue crucificado. La
lanza sangrante vendría a ser la lanza que el soldado Longinus enterró
en el costado del Redentor para controlar si ya había muerto.
La descripción del Grial
existente en la narración de Chrétien de Troyes supone ser una alusión a
la custodia, es decir, el recipiente en donde se resguarda el pan
consagrado de la comunión en el servicio católico.
Todas las versiones ya
nombradas forman la base literaria para la Epopeya en verso Parzival de
Wolfram von Eschenbach, el poema medieval más significativo sobre el
tema, y además la principal fuente de inspiración para Richard Wagner.
Wolfram nació alrededor de 1170 en Ansbach, Baviera, en condiciones muy
pobres. No sabia ni leer ni escribir, pero eso no le impidió ser
poseedor, se dice, de una fantástica memoria. Siempre tenía a alguien
que le leyese en voz alta las novelas de caballería francesas, luego el
transformaba los textos en su cabeza y los dictaba luego a un letrado.
Debido a su pobreza, estuvo siempre necesitado de la benevolencia de sus
protectores, lo cual le permitió viajar mucho, permitiéndole también
estar al servicio de diferentes cortes alemanas, por ejemplo la del
conde de Turingia en Wartburg (en donde le encontramos en
el Tannnhäuser wagneriano). Pero von Eschenbach no se sentía
precisamente orgulloso de su obra literaria. En cambio su felicidad fue
extrema al ser armado caballero, ya que lo que tenía valor para él eran
la espada y la lanza, no su poesía.
Su gran
epopeya Parzival cubre 24.810 versos y fue escrita entre 1200 y 1210.
Además dejó inconclusos un Willehalm y un Titurel, de más o menos 1220.
Probablemente él también moría este año.
Parzival, de Wolfram von
Eschenbach, en muchos aspectos, es muy cercano al Perceval de Chrétien
de Troyes, con la diferencia que Eschenbach continúa la historia hasta
que Parzival es coronado como el nuevo Rey del Grial, realiza la
"importante pregunta" a Amfortas, cura su herida y redime a Kundry.
Además podemos saber que él se casa con Konwiramur y engendra dos hijos.
Uno de ellos será Lohengrin...
Un diferencia importante, de
todos modos, existe entre Chrétien y Wolfram. El primero describe el
Grial como un recipiente, el segundo como una piedra "del origen más
puro" con propiedades mágicas. Es difícil el contestar a la pregunta de
porque Wolfram realizó este cambio, pero existen opiniones que dicen que
él habría recibido inspiración del Apocalipsis(capítulo 2, versículo
17) en donde dice: "Aquel que gane la victoria, a él será a quien yo
entregue el maná oculto, y a él le daré una piedra blanca, y un nuevo
nombre estará escrito en la piedra, un nombre que nadie conoce,
exceptuando a quien lo porta".
Existe otra interpretación
del mismo tema, apoyada entre otros por la abadesa y mística Hildegard
von Bingen en el siglo XII, en la cual el Grial seria una piedra que
cayó a la tierra del vestido o corona de Lucifer.
Aún otra tradición dice que
el Grial , debido a su cualidad de luz y fuego seria un meteorito caído
del cielo. Wolfram von Eschenbach cuenta que cada Viernes Santo, una
paloma descendía del cielo y depositaba una ostia en la piedra, de forma
que esta mantuviese sus poderes mágicos. Porque el Grial puede producir
toda la comida y bebida que sus servidores deseen, curar todas las
enfermedades, y a todos quienes le contemplan concederles vida eterna.
El Grial muestra varias inscripciones y especialmente una indica quien
es la persona que ha de servirle. La piedra, según Wolfram, estuvo
primero en el cielo, entre las estrellas, pero fue conducido a la
tierra, en donde fue resguardado por Titurel.
Para Wolfram, el Grial no es
una reliquia cristiana, en cambio sus relaciones religiosas simbolizan
primordialmente la bendición divina sobre la caballería. Pero durante
las interpretaciones del siglo XIX sobre la obra de Wolfram, hechas por
Albert Schulz y Karl Simrock (ambos leídos por Wagner), el Grial es
interpretado como el cáliz de la Última Cena. Y la lanza que hirió a
Amfortas, vendría entonces a ser la lanza de Longinos en el Gólgota.
Sería de Schulz que Wagner tomaría la idea de ubicar el castillo del
Grial (Monsalvat) en el norte de España.
La concepción cristiana del
Grial es la que quizás entendamos y adoptemos más fácilmente. Pero
también aquí existen diferentes teorías acerca de que ocurre con el
cáliz y la lanza, luego que José de Arimatea os guardase bajo su
custodia. Se dice, por ejemplo, que luego de haber dado sepultura a
Jesús, José fue encarcelado por los judíos, recibiendo allí visita de
Jesús y luego fue descubierto por Tito. Para ese entonces había estado
encerrado en la cárcel 40 años, y durante todo ese tiempo su único
alimento había provenido del cáliz, que probablemente había recogido la
sangre de Cristo. Luego se iría José como apóstol a Britania, llevando
consigo el cáliz, que pronto desaparecía para volver a reaparecer más
tarde en el Castillo del Grial.
Otra teoría dice que luego de
guardar el cáliz y la lanza, las reliquias fueron conservadas en
Jerusalén. El cáliz en la basílica construida por Constantino sobre el
Santo Sepulcro y la lanza en la iglesia de Sión. Durante la destrucción
de Jerusalén, en el siglo VII, ni siquiera estas reliquias fueron
perdonadas. Durante siglos se tenía la esperanza de reencontrarlos, más
aún durante el tiempo de las cruzadas, más pensando que la lanza y el
Grial fueron las insignias sobrenaturales por excelencia de los
caballeros. Aquí nos cuenta la leyenda del Grial como la lanza y el
cáliz son reencontrados de una manera fantástica y entregados a la
custodia de Titurel. Este reunió a su alrededor a una hermandad sagrada
que cuidaría del Grial, y construyó el castillo de Monsalvat en un
sector inaccesible de las montañas, de forma que sólo los elegidos
pudiesen llegar hasta el Grial.
Lo que más despertó el
interés de Wagner en la epopeya en verso de Wolfram von Eschenbach fue
probablemente la mezcolanza de elementos cristianos y orientales, los
cuales desarrollo aún más. La muchachas flor, por ejemplo, no se
encuentran en el texto de Wolfram, sino que la inspiración la obtuvo
Wagner de la literatura budista, entre otros de laLeyenda del iluminado,
que cuenta como el iluminado meditaba bajo un árbol y logró resistir
las tentaciones (en forma de seductoras muchachas portadoras de flechas
transformadas en flores) de un malvado demonio.
Wagner había también alguna
vez comenzado a escribir un drama budista: Der Sieger (El vencedor),
pero esto fue finalmente desechado en favor de Parsifal. Por razones
etimológicas llamó a su ópera Parsifal, en lugar de Parzival (como
Wolfram von Eschenbach). Esto justificándolo como recogido de la
introducción de al edición de Lohengrin del escritor J. Joseph von
Görres. En esta introducción se desarrollo una etimología (no
comprobada) en la cual "fal parsi" vendría del árabe y significaría
"loco casto".