Busco en vano esto que siento
De por qué estoy tan triste y apenado;
Una historia me ha dejado sin aliento,
Sin descanso en éxtasis he quedado.
Fresco está el aire y oscurece,
calmo está el Rin en su mover;
La cima del acantilado brilla
En la luz del atardecer.
La más pura de las doncellas está sentada
Allá arriba, maravillosa;
Sus joyas de oro brillan,
Se peina su dorado cabello.
Se peina con un peine dorado
Y de este modo canta una canción;
Que tiene algo maravilloso,
Una palpitante melodía.
El pescador en su pequeña barca
La escucha con honda pena;
No ve el arrecife de peñas,
Él mira sólamente hacia lo alto.
Yo creo, las olas devoran
Al final al pescador y el barco;
Y eso con su canto
Ha hecho Lorelei..
De por qué estoy tan triste y apenado;
Una historia me ha dejado sin aliento,
Sin descanso en éxtasis he quedado.
Fresco está el aire y oscurece,
calmo está el Rin en su mover;
La cima del acantilado brilla
En la luz del atardecer.
La más pura de las doncellas está sentada
Allá arriba, maravillosa;
Sus joyas de oro brillan,
Se peina su dorado cabello.
Se peina con un peine dorado
Y de este modo canta una canción;
Que tiene algo maravilloso,
Una palpitante melodía.
El pescador en su pequeña barca
La escucha con honda pena;
No ve el arrecife de peñas,
Él mira sólamente hacia lo alto.
Yo creo, las olas devoran
Al final al pescador y el barco;
Y eso con su canto
Ha hecho Lorelei..
Poema de Heine "Die Lore-ley"
Heinrich Heine
Die Loreley
Ich weiß nicht was soll es bedeuten,
Daß ich so traurig bin;
Ein Märchen aus alten Zeiten,
Das kommt mir nicht aus dem Sinn.
Die Luft ist kühl und es dunkelt,
Und ruhig fließt der Rhein;
Der Gipfel des Berges funkelt
Im Abendsonnenschein.
Die schönste Jungfrau sitzet
Dort oben wunderbar;
Ihr goldnes Geschmeide blitzet,
Sie kämmt ihr goldenes Haar.
Sie kämmt es mit goldenem Kamme
Und singt ein Lied dabei;
Das hat eine wundersame,
Gewaltige Melodei.
Den Schiffer im kleinen Schiffe
Ergreift es mit wildem Weh;
Er schaut nicht die Felsenriffe,
Er schaut nur hinauf in die Höh.
Ich glaube, die Wellen verschlingen
Am Ende Schiffer und Kahn;
Und das hat mit ihrem Singen
Die Lore-Ley getan.
Daß ich so traurig bin;
Ein Märchen aus alten Zeiten,
Das kommt mir nicht aus dem Sinn.
Die Luft ist kühl und es dunkelt,
Und ruhig fließt der Rhein;
Der Gipfel des Berges funkelt
Im Abendsonnenschein.
Die schönste Jungfrau sitzet
Dort oben wunderbar;
Ihr goldnes Geschmeide blitzet,
Sie kämmt ihr goldenes Haar.
Sie kämmt es mit goldenem Kamme
Und singt ein Lied dabei;
Das hat eine wundersame,
Gewaltige Melodei.
Den Schiffer im kleinen Schiffe
Ergreift es mit wildem Weh;
Er schaut nicht die Felsenriffe,
Er schaut nur hinauf in die Höh.
Ich glaube, die Wellen verschlingen
Am Ende Schiffer und Kahn;
Und das hat mit ihrem Singen
Die Lore-Ley getan.
Este poema está inspirado en la ondina que habita este risco, llamada también Lore-Ley. Traducción libre.
El risco Lorelei (originalmente escrito Loreley o Lore-Ley) se encuentra en Alemania en el Valle Superior del Medio Rin cerca de St. Goarshausen (entre Bingen y Coblenza). Es un escarpado con una fuerte pendiente a una altitud de 120 metros desde la cuenca del Rin, al que se le denomina “Romantischer Rhein” (en idioma español “Rin romántico”). Forma parte del conjunto Valle Superior del Medio Rin que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en junio de 2002.1
En las cercanías del risco existen secciones del río cubiertas de piedras, con salientes, y sectores de aguas poco profundas, que combinados con una corriente hacen de este un lugar peligroso. El Rin es una importante vía fluvial, y en el curso de los siglos numerosos marineros, especialmente los desprevenidos, han perdido sus vidas en él.
Este risco está asociado a diversas leyendas originarias del folclore alemán. Clemente Brentano, en 1801, escribió la historia “Lore Lay” (cf. Werner Bellmann, Brentanos Lore Lay-Ballade und der antike Echo-Mythos, en: Detlev Lüders (Ed.), Clemens Brentano. Beiträge des Kolloquiums im Freien Deutschen Hochstift 1978, Tübingen 1980) que luego fue convertido en un poema por Heinrich Heine. Heine y otros poetas utilizaron la palabra “Lorelei”.
Heine describió en esta poesía la leyenda de las sirenas, que con su canto enloquecen a los marinos, les hacen perder el rumbo y al final se estrellan contra los arrecifes. Esta es una de las leyendas que se han forjado en muchos pueblos, con diferentes idiomas; los griegos tienen su versión propia con Ulises.
Heine describió en esta poesía la leyenda de las sirenas, que con su canto enloquecen a los marinos, les hacen perder el rumbo y al final se estrellan contra los arrecifes. Esta es una de las leyendas que se han forjado en muchos pueblos, con diferentes idiomas; los griegos tienen su versión propia con Ulises.
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