Camilo José Cela: Diez curiosidades que quizá no sepas
Camilo José Cela
A diez años de la muerte del escritor gallego Camilo José Cela hemos pensado que una manera curiosa de recordarle sería con estas diez anécdotas de su vida que quizá no conozcáis. Ahí van:
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Su verdadero nombre era Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo
Con 15 años hubo de ser ingresado en el Sanatorio Antituberculoso de Guadarrama. Esta experiencia la utilizaría años después para darle forma a su novela titulada 'Pabellón de reposo'(1943).
Cela acudía como oyente a las clases que el poeta Pedro Salina daba en la Complutense de Madrid. Allí se animó a enseñarle algunos de sus escritos. El profesor de Literatura Contemporánea sólo pudo darle la enhorabuena e insuflarle ganas para que siguiera escribiendo; a partir de ahí fue uno de sus primeros incentivadores de su carrera literaria.
Existen documentos gráficos de que el propio autor pidió al régimen de Franco colaborar en calidad de delator o soplón de elementos subversivos contra el propio régimen. De la misma forma, ejerció como censor del franquismo.
A mediados de los años 50, Cela ingresa en la RAE. En esa época, lleva una profusa y característica barba. En este contexto, un joven le abordó durante una tertulia en el Café Gijón. -Mire usted, señor Cela, acabo de apostarme mil duros a que soy capaz de tirarle de la barba; ayúdeme a ganarlos, por favor. Cela no perdió la compostura y apuró una última calada a su cigarrillo: -Joven, le diré lo que gana y lo que pierde usted con esto: pierde los mil duros y se gana una patada en los cojones
Muchos años antes de que recibiera el Nobel, casi cincuenta antes, no sólo vaticinó que lo conseguiría sino también que iría a recogerlo acompañado de una mujer joven y rubia que en ese momento aún no había nacido. Y acertó de pleno, tanto por la consecución del mismo como por quien ejerció de acompañante, su última y joven esposa Marina Castaño.
A propósito de este premio, nada más conocerse que le habían concedido el premio Nobel de Literatura (1989), un periodista le preguntó: "¿Le ha sorprendido ganar el premio Nobel de Literatura?", "Muchísimo-contestó él-, sobre todo porque me esperaba el de Física".
Su peculiar carácter le granjeó tanto amistades como firmes detractores, en unos casos por cuestiones ideológicas, en otros por su humor un tanto singular y también por sus “aires de superioridad” en algunas ocasiones. La dedicatoria de Cela en 'La familia de Pascual Duarte' reza: "A mis enemigos que tanto me han ayudado en mi carrera"
He aquí la famosa anécdota de la palangana: Cela fue el invitado al programa de entrevistas 'Buenas noches' de TVE en 1983. Ante la pregunta de "¿qué cosas han contado de usted que usted no haya hecho?", el escritor sacó a relucir su supuesta "habilidad" de "absorción de un litro y medio de agua de un solo golpe por vía anal". Ante la sorpresa de la entrevistadora, Mercedes Milá, sugiere que pidan una palangana para demostrarlo, con "agua que no esté demasiado fría". "¿Que no tenga cloro, no?", sugiere Milá, ante lo que el escritor responde con sorna: "Mis papilas del gusto no las tengo en ese conducto sino en otro".
Otra de las anécdotas más recordadas de Cela tuvo lugar en el Senado, en el que el escritor ocupaba un escaño por designación real. Era 1977 y comenzaba la legislatura constituyente en la época de la Transición. En el curso de la sesión, el presidente de la Cámara, Antonio Fontán, se había dirigido un par de veces al escritor a quien había sorprendido descabezando un sueño. Ante sus llamadas de atención, Cela acaba por despertarse. Fontán le afea en tono serio y autoritario: -El senador Cela estaba dormido... Le responde el aludido: -No, señor presidente, no estaba dormido, sino durmiend... El presidente Fontán pica el anzuelo: -¿Acaso no es lo mismo estar dormido que durmiendo? Y el Nobel le da una lección de lengua española: -No, señor Presidente, como tampoco lo es estar jodido que jodiendo. https://www.papelenblanco.com