Friedrich Schlegel
Karl Wilhelm Friedrich von Schlegel (Hanóver, Alemania, 10 de marzo de 1772 – Dresde, Alemania, 12 de enero de 1829) fue un lingüista, crítico literario, filósofo, hispanista y poeta alemán, uno de los fundadores del Romanticismo, hermano del también filólogo August Wilhelm Schlegel
Fue el más joven de una familia protestante de siete hermanos. Destinado a ser banquero, rechazó esa vocación y empezó en 1790 los estudios de Derecho en la universidad de Gotinga, y los prosiguió en Leipzig. En este periodo entabló amistad con el poeta Novalis.
En Jena fue uno de los principales animadores, junto con su hermano August Wilhelm, del círculo agrupado en torno a la revista Atheneum, órgano del primer cenáculo romántico de Jena. Dio cursos y clases particulares en París y Colonia, y en 1808 se convirtió al catolicismo. En Viena fue también animador de otro círculo romántico en torno a la revista Concordia.
Schlegel fue desde 1798 el principal filósofo y teorizador del primer Romanticismo alemán (introdujo de hecho el término romantisch en el contexto literario).
Se constituyó en el portavoz ideológico de la liberación alemana del yugo napoleónico y apoyó a la Santa Alianza y a Metternich. Desde 1815 a 1818 sirvió como secretario de la legación austriaca en la Confederación Germánica, en Frankfurt.
Especializado en filología, ya desde sus primeros estudios se muestra más como crítico de las relaciones entre el mundo antiguo y moderno que como simple filólogo.
Así aparece en sus obras: Griegos y romanos (1797), Sobre el estudio de la poesía griega (1797) e Historia de la poesía de los griegos y de los romanos (1798). En ellas delinea una contraposición entre poesía objetiva del mundo clásico y poesía interesante de la modernidad, algo así como la distinción schilleriana entre lo ingenuo y los sentimental. La intención de estos trabajos es contraponer la fragmentación y artificialidad del mundo moderno con la armoniosa e instintiva naturalidad de la antigüedad. La urgencia de superar la negatividad de la condición moderna lo induce a dedicarse de lleno a la reflexión filosófica. Schleger cree que es inútil abandonarse en la nostalgia por el clasicismo perdido, puesto que está convencido de que el arte moderno tiene en sí el potencial para trascender su abstracta subjetividad y para renovar el carácter objetivo de la cultura antigua por medio de un proceso de autorreflexión. Es así como delinea una idea de la poesía trascendental, capaz de mediar en una síntesis superior el contraste entre la bella Antigüedad y el desgarramiento del tiempo presente (Diálogo sobre la poesía, 1800, y Lucinda, 1799).
El Witz es un concepto, que, a diferencia de la palabra española chiste, adquiere un significado más cercano al de agudeza, parecido al que emplea el autor Gracián. El witz intenta encontrar puntos de convergencia entre dos o más realidades separadas.
Para el pensador alemán la idea de Witz está relacionada directamente con el terreno religioso, pues mediante la agudeza del witz se lograría la unión no sólo de dos ideas sino de lo finito con lo infinito.
El Witz es un concepto, que, a diferencia de la palabra española chiste, adquiere un significado más cercano al de agudeza, parecido al que emplea el autor Gracián. El witz intenta encontrar puntos de convergencia entre dos o más realidades separadas.
Para el pensador alemán la idea de Witz está relacionada directamente con el terreno religioso, pues mediante la agudeza del witz se lograría la unión no sólo de dos ideas sino de lo finito con lo infinito.
Esta unión es sinónimo de totalidad, de lo absoluto, de lo divino. De algo que sólo puede ser presentido, adivinado, y luego inmediatamente perdido. Es algo parecido a la mística: un contacto fulminante con la divinidad, con lo infinito. Es una chispa de genialidad que hace converger en un mismo punto inteligencia y fantasía, y de este modo se alcanza el mayor conocimiento posible. En esta versión del Witz, la brevedad ya no es indispensable: toda una obra de Cervantes, de Shakespeare, por ejemplo- puede ser síntoma de esa chispa genial. Así puede decirse que existen en el Romanticismo dos versiones del Witz, una inferior, vulgar, identificable con la agudeza, con la frase ingeniosa, y otra superior, trascendente, que remite a una facultad cognoscitiva.
Viñas Piquer, Historia de la crítica literaria.
El último período del pensamiento de Schlegel, el austríaco, está marcado por un signo místico y religioso coincidente con su conversión al catolicismo.
Considera que el idealismo ha hecho ya su recorrido cíclico a través de los cuatro sistemas: Fichte y Schelling por una parte (que representan la pura especulación teórica) y Kant y Jacobi por la otra (representantes de la instancia práctica de la fe).
La tarea que queda por realizar, según él, es la de un nuevo espiritualismo fundado en la experiencia cristiana, fijando la atención, no en el principio de la razón ni en el sentimiento en la fe, sino en el principio de la personalidad humana y en la realidad de la vida, donde la filosofía encuentra su culminación.
A este período pertenecen las obras: Filosofía de la vida (1827), Filosofía de la historia (1817) y Filosofía del lenguaje y de la palabra (1829).