"Orgullo y prejuicio" de Jane Austen


A lo largo de una trama que discurre con la precisión de un mecanismo de relojería, Jane Austen perfila una galería de personajes que conforman un perfecto y sutil retrato de época: las peripecias de una dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, los vaivenes sentimentales de las hermanas, el oportunismo de un clérigo adulador... El trazado de los caracteres y el análisis de las relaciones humanas sometidas a un rígido código de costumbres, elementos esenciales en la narrativa de la autora, alcanzan en Orgullo y prejuicio una maestría insuperable.


Nunca tuve el placer de leer las famosas y tan amadas novelas de la señorita Austen. Estoy sumamente perplejo y sorprendido por tantas cosas. Mentiría si no dijera todo lo que me fascinó de este libro, incluyendo la ambientación, la narración y las costumbres, las cuales podemos conocer en profundidad debido a que Orgullo y prejuicio fue publicado a principios del 1800.


La familia Bennet está compuesta por el señor y la señora Bennet, junto a sus cinco hijas: Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y Lydia. La señora Bennet tiene un gran propósito en su vida, el cual es que sus hijas consigan marido (y si puede ser, exitoso). La razón de esto es que todos saben de antemano que en el momento que el señor Bennet fallezca, la herencia sería para su sobrino, William Collins, el pariente hombre más cercano. Tengan en cuenta que en esa época, la herencia se transmitía únicamente por la línea masculina... y como el señor Bennet no tiene hijos es imposible que sus hijas obtengan aunque sea una mínima parte de la fortuna.

Este relato comienza con la llegada de un joven muy rico, soltero y atractivo al vecindario: Charles Bingley. La madre de las Bennet no dejará perder esta oportunidad y hará todo lo posible para que alguna de sus hijas capte la atención de este hombre. A su vez, junto con la aparición de este exitoso muchacho, tenemos al enigmático y orgulloso Mr. Darcy que lo acompaña. Con sus actitudes petulantes logrará conseguir el disgusto de todos.
La narración de la autora es muy fluida e impecable... es inevitable no verse envuelto en la trama y sentirse parte de la historia. A pesar de que en la época las personas no se destacaban por demostrar sus emociones, la prosa de esta mujer logra darnos una idea muy certera de lo que puede ocurrir en cada uno de los personajes. No me olvido que también los paisajes son muy preciosos y pintorescos, que como ya les dije, me sentía allí. Me encanta Londres, y me gusta leer novelas ubicadas allí, ya sea en la actualidad o en otra época, como es el caso de Orgullo y prejuicio. Otro dato interesante para tener en cuenta, es que es bastante irónico que uno al leer se encuentra con una historia de hace mucho tiempo, pero a la vez, con muchas cuestiones que no están alejadas para nada de la realidad. Primero y principal, la fascinación de las mujeres para chismorrear es muy divertida y no es inusual. Hoy en día es igual, ¿o no? Me sacaba más de una carcajada el hecho de que automáticamente si alguien abandonaba una habitación, alguien ya hacia un comentario para empezar con el chismorreo.

Elizabeth Bennet es uno de los personajes más destacables de esta historia. Es la segunda hija mayor de las Bennet, y la admiro por su valentía y su manera de encarar las cosas inteligentemente. Está muy bien construida. No todo el mundo tiene la facilidad de hablar de la manera que lo hace ella. Digamos que no es la típica chica que uno acostumbra a ver de su edad. Por otra parte, Fitzwilliam Darcy es un joven bastante complicado. Es muy arrogante, altanero, soberbio y con una preocupante actitud introvertida.

Nombro a estos dos personajes en específico, porque entre ellos surge un hermoso atisbo de amor. No es el típico amor a primera vista. Aquí surge el único problema que tuve con esta novela... sentía que los sentimientos estaban demasiado escondidos y en ningún momento se exteriorizaban. De hecho, tiene sentido por la época y el título del libro, pero realmente los intercambios de palabras eran muy fríos a mi gusto.
Siguiendo con el resto de los personajes, el señor y la señora Bennet son casos muy comunes. El padre de esta familia es una persona muy dura y tiene preferencias con su hija Elizabeth. Fue uno de los personajes que mejor me cayó, mucho más que su esposa. Ella es muy histérica y demasiado chismosa. Una mujer sumamente interesada que hay que admitir que le agregaba un toque muy cómico a la trama. Lo mismo ocurre con las hermanas menores Mary, Kitty y Lydia. Son tan caprichosas e insoportables que uno llega al punto en donde no le queda otra opción que dejarlas pasar y reírse de las cosas patéticas que dicen y hacen. En cambio Jane, la hermana mayor, es uno de los pocos personajes que me gustó mucho. A pesar de ser demasiado inocente, su encantadora personalidad y preocupación por las cosas me agradó.

Hay muchísimos personajes más que por el momento evitaré contarles mi pensamiento, prefiero centrarme en los principales por ahora. Así que para finalizar quiero decir que quedé absolutamente enamorado de este libro... no les miento si les digo que tenía cierto temor antes de empezarlo. Las palabras de Jane Austen me fueron llevando a través de las páginas muy rápido y quedé con unas ganas tremendas de leer el resto de sus obras, que prometen tanto como Orgullo y prejuicio. Muchos dicen que esta novela es muy rosa y destinada al público femenino, y aquí vengo yo a decir lo opuesto. No se dejen llevar simplemente por esta clase de comentarios... en mi experiencia me encontré con una historia de época muy divertida y romántica (no en exceso). Para mi es súper recomendable, y más si te interesa conocer las costumbres, la arquitectura, entre otros del lugar. Además, la historia no está para nada lejos de la realidad.

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