Biografía de Iván Alekséyevich Bunin

Iván Alekséyevich Bunin 

Escritor ruso, premio Nobel de literatura en 1933.  (Vorónezh, 22 de octubre de 1870 + París, 8 de noviembre de 1953) Perteneció a una familia de propietarios nobles arruinados, que había dado ya a la literatura una poetisa, A. P. Bunina, y mantenido relaciones de parentesco con el poeta V. A. Jukovski y los hermanos Kireevskie, teóricos del movimiento eslavófilo. La infancia de Bunin transcurrió en la propiedad paterna de la región de Orel, y a partir de los siete años vivió siempre entre campesinos, ajeno a una educación y a una instrucción regulares. 

Terminados los estudios secundarios residió en Poltava y en Crimea, donde se aficionó a andar errante y a pie de una parte a otra. En Orel colaboró en el periódico local y compuso poesías; en Poltava empezó a escribir en prosa. En 1895 se estableció en San Petersburgo, desde donde pasó a Moscú. En 1898 se casó con la hija de un revolucionario griego emigrado; pero muy pronto se divorció y reanudó su existencia vagabunda por el sur de Rusia, la Europa occidental, África y Asia.

En 1887 aparecieron sus primeros versos; a partir de entonces empezó a trabajar como poeta, narrador y traductor. Sin embargo, su primer conjunto narrativo no vio la luz hasta 1892, el mismo año en que también Gorki iniciara la publicación de sus obras. Más tarde participó en el periódico Znanie (El conocimiento), en torno al cual supo reunir Gorki los mejores elementos literarios de los primeros diez años del nuevo siglo. 

En 1909 publicó una de sus obras más famosas desde el punto de vista ideológico, La aldea, seguida, a una distancia de dos años, por la más célebre en cuanto al valor estilístico: Valseca (Suchodol). Reconocida más como un pequeño poema en prosa que como una novela en sentido estricto, La aldea dibuja la desintegración de la vida tradicional del campesinado ruso de finales de siglo XIX, evocada con nostalgia. Por entonces había conocido ya la fama con las narraciones de los años anteriores, que le valieron el ingreso en la Academia Rusa tras la asignación del premio Pushkin debida a las diversas colecciones de poesías y traducciones; entre estas últimas figuraba la ya clásica de Hiawatha, de Longfellow. 

El período más brillante de la narrativa de Bunin fue el comprendido entre los años 1912-16, cuando publica El cáliz de la vida (1913-14), Grammatika liubvi (1915) un relato de intriga, amor y sexo, cuyo clímax sortea cualquier rezago romántico, y El señor de San Francisco (1915-1916), donde combina una vigorosa sátira de la civilización occidental con la expresión de una filosofía pesimista, que irá desarrollando en toda su obra posterior. 

En 1920 abandonó Rusia y se estableció en Francia, donde vivió hasta su muerte, convirtiéndose en uno de los escritores paradigmáticos de la emigración. Durante esos años en el destierro escribió El amor de Mitia (1925), una evocación de su juventud, Insolación (1927), un relato de adulterio desprovisto de todo sensacionalismo y que recuerda a la Dama del Perrito, de Chéjov, La vida de Arseniev (1930-1939), cuya técnica de rememoración es comparable a la de M. Proust, y Temnie allei (1943), último ciclo de relatos, donde describe el encuentro inesperado de dos ex amantes, con un amable tratamiento de las imágenes y una asombrosa economía de lenguaje. 

Los motivos principales de Bunin son la naturaleza, las estaciones del año, la Rusia rural, el destino, el amor, la pasión y la muerte. La mayor parte de su poesía es de tipo contemplativo y el héroe suele ser un adulto o un anciano que mira hacia el pasado, hacia la juventud concebida como una edad de oro perdida. Una percepción trágica de la existencia, aunque alejada del nihilismo y el pesimismo, subyace en el conjunto de su obra. Durante toda su vida, Bunin fue fiel a sí mismo y a sus convicciones artísticas, manteniéndose inmune a las corrientes literarias. Esa constancia en su particularísimo estilo y su maestría como continuador de la tradición clásica de la prosa rusa le granjearon el favor de la Academia Sueca, que le otorgó el primer Nobel concedido a un escritor ruso en 1933.