Coriolano Alberini
Coriolano Alberini (n. 27 de noviembre de 1886, en Milán (Italia) + 18 de octubre de 1960 en Buenos Aires) a
los tres meses de edad va a la Argentina con sus padres, don Atilio Alberini
y doña Pascualina de Alberini.
Un hogar modesto en el bajo Belgrano,
en Buenos Aires, entre casas modestas y casonas antiguas, con quintas y huertas,
barrancas y baldíos forman el marco urbano y a la vez rural de la familia
Alberini durante los primeros años de residencia en el país.
1894: comienza sus estudios primarios en la escuela Castro Murita,
que estaba ubicada frente a la plaza Belgrano. A los doce años inicia el bachillerato
en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en el alto Belgrano.
Son
años de mucha ciencia revuelta, de lecturas apasionadas, de discusiones que
le daban vuelta a todo: las letras, las ciencias, la sociedad, el amor. El muchacho
comenzaba a revelar un carácter fuerte, de dominio, que se reunía con
sus compañeros para imponerse a ellos. Sus primeras lecturas: Historia de Belgrano
de Mitre, el Quijote, Los miserables de Víctor Hugo, algunos dramas
de Etchegaray, los libros de filosofía de Pierre Janet, la literatura social de la
época, la Simulación de la locura de Ingenieros.
En 1906 inicia su formación juvenil ingresando simultáneamente en la
Facultad de Filosofía y Letras y en la de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos
Aires. Realizó en esta última cuatro años de estudios. Durante el primer
año obtuvo diez en todas las materias. Conoció allí el derecho romano, las doctrinas
jurídicas de Jehring y Carlos Octavio Bunge, que le hizo conocer su
libro sobre El Derecho. Estando cursando cuarto año se volvió definitivamente
hacia la filosofía. Los estudios de derecho tenían una tendencia casi exclusivamente
profesional y excesiva inclinación hacia el adiestramiento técnico,
con olvido de las bases filosóficas que tales estudios poseen en Europa. Tuvo
como profesores a José Nicolás Matienzo, Rodolfo Rivarola, Norberto Pinero,
Juan Agustín García, Ernesto Quesada, Joaquín V. González, Del Valle Iberlucea
y otros más. Eran hombres que pertenecían a la generación de 1896, que
se habían formado en el clima cultural del positivismo, pero tenían cultura
humanística por herencia de familia o adquirida a través de los viajes. Todos
ellos presentaban rasgos v fisonomía espirituales bien diferenciados.
La Facultad de Filosofía a la que ingresó Coriolano Alberini en 1906,
era una pequeña Facultad dentro de la Universidad de Buenos Aires. La llamaban
la "cenicienta" de la Universidad. Había sido fundada en 1895, por
obra de algunas figuras representativas de la generación de 1896.
Sus profesores
no eran hombres formados en filosofía, pero a falta de ellos en el país,
se pusieron en la tarea de enseñar los conocimientos filosóficos que poseían,
con el propósito de ir creando el ambiente propicio a tales estudios. Eran versados
profesores en derecho, con alguna información filosófica, entre los que
actuaban también algunos competentes profesores extranjeros.
Enseñaban letras
Calixto Oyuela, Francisco Capello, Antonio A. Porchietti, Camilo Morel,
Teófilo Wechsler, Ricardo E. Crauwell, Rómulo E. Martini, Pablo Cárdenas
y Mauricio Nirestein. Servían las cátedras de historia: Samuel A. Lafone
Quevedo, Robert Lehmann Nitsche, Antonio Dellapiani, Juan Agustín García,
David Peña, Juan B. Ambrosetti, Enrique Del Valle Iberlucea y Héctor
Juliánez. La enseñanza de las ciencias geográficas la impartín Julio Lederer
y Clemente L. Fregueiro.
Las materias filosóficas las enseñaban Horacio Pinero,
José Ingegnieros (que por entonces firmaba así), José Nicolás Matienzo,
Rodolfo Rivarola, Ernesto Quesada, Guillermo Keiper, Alejandro Korn, que
era profesor suplente de historia de la filosofía, Carlos Saavedra Lamas (suplente
de sociología), Enrique Rivarola (suplente de estética), Alfredo Ferrara
(suplente de ética y metafísica), Carlos F. Meló (suplente de lógica), Carlos
E. Zuberbülher (suplente de estética) y Francisco de Veyga (suplente de psicología),
Carlos Octavio Bunge dictaba ciencia de la educación.
Entre los
condiscípulos de la época de Alberini, recordamos los nombres de Giusti,
Gerchunoff, Leuhmann, Ravignani, Rivarola, Toval, Noé, Lafinur, Achával,
Ypiña, Guasch Leguizamón, Bonet, Chelía, De Diego, Debenedetti.
Sus primeros trabajos: en 1908 publica en la revista Nosotras, que dirigían
Bianchi y Giusti, su primer artículo de real esfuerzo, Amoralísimo subjetivo.
En ese mismo año, en la cátedra de Sociología que dictaba el doctor Ernesto
Quesada, realiza otro trabajo sobre La raza en el fenómeno económico.
Este trabajo fue publicado en la Revista de la Universidad en 1911, con el
nombre de Eí onanismo histórico y la economía social.
En 1911 dio su examen final y continúa ligado a la vida universitaria
a través de la Revista de la Universidad de Buenos Aires, la que dirige por'
varios años, desde 1912 hasta 1924.
Durante esos años en la redacción de la
Revista descubre a Croce y Gentile. Cuando Ortega y Gasset vino por primera
vez al país, Alberini tenía su cultura filosófica a medio asentar todavía. La
presencia del maestro español significó para él un impulso decisivo. Algunos
años antes, en 1907 y 1908 había tratado intensamente al Dr. Félix Krüger,
especialista alemán en psicología, que le introdujo en el conocimiento de
Wundt, Dilthey, los neokantianos alemanes y la nueva psicología.
Participa activamente en 1917 en el Movimiento Novecentista, juntamente
con Alejandro Korn, como orientadores de los jóvenes, que agudizan
su actitud antipositivista y defienden las orientaciones filosóficas de origen
idealista. Este movimiento se diluye en 1918 en el de la Reforma Universitaria ría, de la que Alberini fue siempre un firme sostenedor.
Lanzó la candidatura
de Alejandro Korn como primer decano de la nueva época y la apoyó la opinión
de los estudiantes. Otro tanto ocurrió después con Ricardo Rojas. El
primero ocupó el cargo desde 1918 hasta 1921; el segundo desde 1921 hasta
1924; y después viene el primer decanato de Alberini, que alcanza hasta
1928 y luego, en forma alternada, durante dos períodos más, hasta 1940.
Durante los decanatos de Korn y de Rojas (1918-1924), la labor de
Alberini fue tesonera. Era miembro del Consejo Directivo de la Facultad y no
perdía de vista la tercera dimensión —la profundidad— en la renovación universitaria.
Desde 1921 a 1923 fue Alberini vicedecano de la Facultad y desde
1923 hasta 1925, delegado ante el Consejo Superior de la Universidad. Intervino
activamente en la reforma del plan de estudios de la Facultad, que entró
en plena vigencia en 1924, con la creación del quinto año de estudios y la organización
de la sección de didáctica.
En 1920 comenzó su docencia filosófica en la Facultad, cuando lo nombran
profesor de Introducción a la Filosofía, creándose la cátedra a iniciativa
de los profesores Christofredo Jacob y Ernesto Quesada.
En 1921 entra a enseñar
psicología como profesor titular de la cátedra. Desde 1918 venía desempeñándose
como profesor adjunto. Y desde 1923 atiende la cátedra de gnoseo-
íogía y metafísica en la Facultad de Humanidades de La Plata.
Durante más
de veinticinco años se mantiene en el centro de la docencia filosófica argentina, y a su alrededor se han tejido muchos de los hilos culturales de una época
de la cultura argentina. Se puede decir que fue uno de los portaestandartes
de su época. Dictaba filosofía en la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales.
La docencia filosófica de Alberini difundió las obras de Bergson, Ensayo
sobre los datos inmediatos de la conciencia, Materia y memoria, Evolución
creadora y, en los últimos años, Las dos fuentes de la moral y la religión. Daba
a conocer en sus lecciones el pensamiento de Boutroux, Brunschwicg, Blondel,
Croce, Gentile, Royce, James, Le Roy, Lachelier, Ravaisson, Mach, Weber,
Meyerson, Cournot y tantos otros eminentes filósofos contemporáneos.
Todo ello en una época durante la cual el ambiente filosófico estaba impregnado
del positivismo de Spencer, Comte, Haeckel, Büchner y Le Dantec.
En 1927 representó a la Argentina en el Congreso de Filosofía de Harvard
y en 1930 viajó a Alemania, donde pronunció una serie de conferencias
sobre la influencia de la filosofía alemana en la Argentina. Estas conferencias
fueron publicadas con el nombre de Die Deutsche Phihsophie in Argentinien,
prólogo de Alberto Einstein.
La intensísima labor docente le valió a Coriolano Alberini numerosas
distinciones honrosas, entre las que recordamos: Miembro del Comité de redacción
del Journal de Psychologie Normal et Pathologique, de París; de la
sociedad de Antropología de París, de la Sociedad filosófica peruana; Oficial
de la Legión de Honor, Comendador de la Corona de Italia, Doctor honoris
causa de la Universidad de Leipzig, Miembro de la Academia de Filosofía
y Letras de la Argentina.
En el verano de 1943-44, estando en las playas de Mar del Plata, sufre inesperadamente un ataque de hemiplejía, que lo obliga a retirarse de la enseñanza
activa. Renuncia a sus cátedras en 1946, recogiéndose a la vida privada.
Desaparece el 18 de octubre de 1960 en Buenos Aires, la ciudad donde
siempre había vivido.
Entre sus trabajos figuran: El amoralismo subjetivo (1908), publicado
en la revista Nosotros; El arianismo histórico y la economía social (1903) que
aparece en la Revista de la Universidad de Bi-teraos Aires en 1911; La pedagogía
de William James, que dio a conocer en 1912 en los Archivos de Psiquiatría,
Criminología y Ciencias Afines.
También un examen crítico del libro de
Carlos Octavio Bunge Le droit c'est la forcé. Otros estudios de Alberini son:
El pragmatismo, en los Anales del Instituto de Enseñanza General (1912);
La pedagogía de Ardigó, en el Monitor de Educación Común (1914); La sociología
de Manyas, en la revista Nosotros (1912); Teoría del juicio sintético
a priori, en la Reviste de la Universidad de Buenos Aires (1911).
A partir de su incorporación como profesor adjunto en la cátedra de
Psicología en 1918 y de Introducción a la Filosofía en 1920, Alberini da a conocer
una serie de trabajos extensos, nunca reunidos en volumen, entre los
que hay que mencionar su Introducción a la axiogeniu, publicado en la revista
de Humanidades de La Plata en 1921, aunque data de 1919; El problema
ético en la filosofía de Bergson, publicado en "La Prensa", en 1925; La reforma
epistemológica de Einstein, en la Revista de la Universidad de Buenos Aires,
1925; La filosofía y las velaciones internacionales, en la revista Síntesis,
1927; El físico Langevin, en la Revista de la Universidad de Buenos Aires,
1927; Arturo Farinelli, en la revista Verbum, 1925; Contemporary Philosofhy
Tendendes in South America, en la revista "The Monist", 1927; Waldo
Franck en la Facultad de Filosofía y Letras, en la revista Síntesis, 1929;
Keyserling, ensayo crítico, en el diario Crítica, 1929; Die Deutsche Philosphie in
Argentinien, libro, en Berlín, 1930; La metafísica de Alherdi, en los Archivos
de la Universidad de Buenos Aires, 1934; English influences hi culture and¡
thought, en la revista Philosophy to day, Londres, 1928; La patria en la Universidad,
edic. privada, Buenos Aires, 1941; La cultura filosófica en la Argentina,
en las Actas del Primer Congreso Argentino de Filosofía, Mendoza, 1949;
Génesis y evolución del pensamiento argentino, en Cuaderno de Filosofía,
N"? 7, Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, 1953; Croóe y la 'metafísica
de la libertad, en Anales del Instituto de literatura italiana, Buenos Ai/-
res, 1955; Educación filosófica en la Argentina, prólogo del libro Cincuenta
años de filosofía argentina, de Luis Farré, 1958.
Además de todos estos trabajos
figuran varias monografías inéditas, así como numerosas conferencias y discursos,
pronunciados en los centros culturales más importantes del país y el
extranjero, a contar de 1915.
Texto completo de la fuente aquí :
http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/4149/114-cuyo-1965-tomo-01.pdf