La Fazienda de Ultramar


En 1965 Moshé Lazar dio a la imprenta su edición del MS 1997 de la Biblioteca Universitaria de Salamanca, un manuscrito que contenía una obra hasta entonces desconocida, pero que con los años se ha venido reconociendo –tanto por su contenido como por su "estado de lengua"– como uno de los textos más importantes de la literatura hispánica medieval. Fue el mismo Lazar quien, basándose en una afirmación contenida en el primer folio del manuscrito (1), la tituló Fazienda de Ultra Mar, título aceptado hoy día por la totalidad de la crítica. En un primer momento su editor creyó que la obra –mezcla de itinerario de Tierra Santa y de Biblia romanzada– había sido compuesta a mediados del s. XII, convirtiéndose por tanto en la primera obra en prosa castellana. Sin embargo, dataciones posteriores han situado el momento de su composición en el reinado de Fernando III, hacia 1220-1230, fecha bastante más acertada que la primera.

Principalmente, la obra se presenta como un itinerarium geográfico siguiendo el modelo de una guía de peregrinos a los lugares santos de Jerusalén y Belén. Se podría relacionar con los libros de viajes, si bien su recorrido está tomado de otros itinerarios anteriores y no de un viaje real. El libro también incorpora una de las traducciones más tempranas de la Biblia a una lengua romance en la Península, concretamente se vierten libros históricos y proféticos del Antiguo Testamento, como el Pentateuco, el Libro de Josué y el de los Jueces, aunque no de la versión Vulgata sino de una traducción distinta latina del texto hebreo realizada en el siglo XII,2 junto con algún episodio del Nuevo Testamento, fragmentos hagiográficos, y leyendas e incluso algún material procedente de la antigüedad clásica.



La Fazienda es un texto complicado (y el adjetivo se queda corto) a todos los niveles. Esto ha ocasionado –creo yo– que en sus ochocientos años de historia sólo contemos con una edición y el que, escribiendo en 1991, J. C. Conde López todavía pudiera afirmar que “las referencias bibliográficas ... son verdaderamente escasas” (2). De hecho, en 1990 L. Amigo Espada todavía creía que “la traducción más antigua [de la Biblia] que se nos ha conservado figura incompleta en los Mss. del Escorial I-I-7 y I-I-5 [y] pertenece al siglo XIV” (3). El panorama crítico no es hoy tan desolador, pero no deja de ser cierto que seguimos sin contar con una edición fiable del texto, y que el número de estudios sobre la obra–en su mayoría lingüísticos– no refleja en absoluto su importancia documental.

Los problemas surgen al considerar prácticamente cualquier aspecto de la Fazienda. ¿Quién la compuso? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Para qué? A día de hoy todavía no contamos con respuestas definitivas, aunque algo se ha avanzado en los últimos diez años. Lo que sabemos (con mayor o menor grado de certeza) es que el MS de la Fazienda no es el original, sino copia de uno anterior, perdido. Sabemos además que la obra es, por una parte, una traducción de un itinerario de Tierra Santa (que estaría escrito muy probablemente en latín), y por otra una traducción de la Biblia hebrea, con pasajes de la Vulgata latina. Por último, sabemos que el texto de la obra está plagado de errores de copia, lo que ha provocado que a menudo se haya considerado la Fazienda como un texto desordenado y caótico, además de complicado. Para R. Lapesa muchos de los aspectos lingüísticos del manuscrito se deberían a “la traducción chapucera de un original gascón” (4)J. Martínez ha afirmado que “da la sensación de que algunos de los copistas no entendieron muy bien lo que estaban copiando, dados los numerosos errores, y, sobre todo, el trastueque de ciertos pasajes del texto” (5), y P. Sánchez-Prieto no ha dudado en afirmar que la transmisión de la obra (el manuscrito) es defectuosa, que la obra tiene “defectos estructurales”, o que ciertos elementos –como la repetición de pasajes bíblicos– indican “la débil estructura de la obra” (6).

Como se puede ver, lo que sabemos es poco. Parece bastante claro que la Fazienda es una copia de otro MS anterior, ¿pero cuál era el idioma original? Para éste se han postulado el latín, el provenzal, el lemosín o el gascón, pero seguimos sin tener una respuesta concluyente. Además, la Fazienda tiene rasgos castellanos –como el leísmo–, pero también rasgos fonéticos y gramaticales que apuntan a Aragón, o al menos a la parte nororiental de la Península. Para algunos críticos las cartas que aparecen al principio de la obra, en la que Remont le pide a Almeric que “tú me envíes escrito en una carta la 'fazienda de Ultramar'" (1ra), son auténticas, mientras que para otros son falsas. B. Kedar ha identificado el itinerario bíblico en el que se basó la obra con el de Rorgo Fretellus (7), y aunque es cierto que ciertas semejanzas entre ambos textos son innegables, hay numerosos pasajes en la Fazienda que no encuentran correspondencia en este itinerario, así que todavía estamos a la espera de hallar la copia del Fretellus en el que se basó nuestra traducción.

De la transcripción del texto hay ciertos aspectos que para mí son evidentes, aunque no es éste el lugar de aducir pruebas. En primer lugar, la naturaleza de algunos de los numerosos errores de copia evidencian que, en efecto, los copistas de la Fazienda estaban copiando un original hoy perdido. De lo contrario no se pueden explicar ciertas lecturas erróneas, que en varias ocasiones nos permiten incluso dilucidar la lengua en la que estaba escrita su antígrafo (o antígrafos: itinerario y Biblia). En este sentido, todavía no está claro si la Fazienda es copia fiel de un MS anterior en el que apareciera la narración tal cual se nos ha conservado en el MS 1997, o si el proceso de "ensamblaje" del itinerario en latín (supongamos) y los pasajes bíblicos se produjo precisamente en este momento, aunque me decanto algo más por esta segunda opción. Lo que sí es evidente para mí es que –en contra de lo que en ocasiones se ha afirmado– en la composición de la Fazienda ha participado más de un copista. Para esta afirmación no me baso únicamente en los numerosos cambios de mano evidentes en el MS, sino también en evidencias lingüísticas que apuntan en esta dirección (como por ejemplo la consistencia de ciertas manos a la hora de presentar tal o cual solución gráfica). Por último, el análisis de ciertos aspectos del MS, así como de la ordenada estructura de la obra (una vez reconstruido el orden de los diez folios que están fuera de sitio), demuestra que el proceso de composición de la Fazienda quizás no ha sido tan caótico como se ha creído. Las indicaciones para las rúbricas e iniciales, las correcciones a ciertos pasajes, o la presencia de elementos decorativos y de pautado, revelan un proceso de composición mucho más lento y cuidado de lo que se ha venido pensando, en el que colaboraron varios copistas. Que el texto esté plagado de errores se debe más, en mi opinión, a la participación de uno o dos copistas (hacia la mitad del MS) que no comprendieron en absoluto el texto que estaban copiando, y cuya participación en este proceso sigue siendo, cuanto menos, sorprendente. Pero ello no implica que el planteamiento general de la obra, el proceso de composición en etapas, o la labor del copista (¿principal?) que copió los primeros y últimos folios del MS, no merezcan bastante más reconocimiento del que se les ha venido otorgando hasta ahora.


(1) Según su numeración, que seguimos aquí. Recordemos que Lazar no contó los dos primeros folios.

(2) Conde López, J. C. "La voz 'babaylon' en la Fazienda de Ultramar: Con noticias varias sobre la historia de 'pabellón'". Boletín de la Real Academia Española 71.254 (1991): 471-94, p. 471n2.

(3) Amigo Espada, L. "Biblias en romance y biblias en ladino. Evolución de un sistema de traducción". La Ciudad de Dios 203 (1990): 111-42, p. 112.

(4) Lapesa Melgar, R. Historia de la lengua española. 8ª ed. Madrid: Gredos, 1980, p. 234.

(5) Martínez, J. "De léxico y sintáxis medieval: Un pasaje de La Fazienda de Ultra Mar. Jeremías 1: 4-10; 18: 1-10". La corónica: A Journal of Medieval Spanish Language and Literature 29.2 (2001): 133-45, p. 133.

(6) Sánchez-Prieto Borja, P. 
"Fazienda de Ultramar". Diccionario filológico de literatura medieval española. Textos y transmisión. Eds. Carlos Alvar y José Manuel Lucía Mejías. Madrid:  Castalia, 2002. 494-97, p. 494.


(7) Kedar, B. "Sobre la génesis de la Fazienda de Ultramar". Anales de Historia Antigua y Medieval 28 (1995): 131-36.

www.lafaziendadeultramar.com
www.wikipedia.org