Ramón Basterra, La fuente de Trevi

Ramón Basterra, La fuente de Trevi 


El agua pura, límpida, inocente, 

que, virgen, la campiña recorría, 
salta del mármol a la luz del día, 
rompe en espuma, tumultuosamente. 

Neptuno, al centro, junto a su tridente, 
tiene al tritón en su cortesanía, 
ya un tronco esbelto de hipocampos guía 
en la onda del artístico torrente. 

Raudal montuoso, vena campesina, 
que un acueducto, en pompa, te encamina 
hasta el brocal del grave monumento. 

El mito extático a la voz cantora 
con su albicante majestad decora: 
tu afán de vidrio es todo el movimiento.