Luis Coloma
Escritor y religioso jesuita español. Luis Coloma Roldán (Jerez de la Frontera, 9 de enero de 1851 + Madrid, 14 de abril de 1915). Inició sus
estudios en la Escuela Naval Preparatoria (1863) y luego cursó Derecho
en Sevilla. Se trasladó posteriormente a Madrid, donde empezó a
frecuentar las tertulias elegantes, en las cuales reunió elementos que
después habrían de servirle para la creación de su obra literaria. Aun
cuando abogado, no ejerció la profesión; colaboró, en cambio, en dos
periódicos de Madrid y se hizo propagandista de la restauración
borbónica.
Un incidente casi mortal, una grave herida en el
pecho a causa de habérsele disparado el revólver que limpiaba, afianzó
su decisión de hacerse jesuita; y así, en 1873 ingresó en el seminario
de Poyanne y el año siguiente era ordenado sacerdote. Sin embargo, no
por ello abandonó el periodismo: lo mismo que el libro, el periódico le
servía no tanto para divertir como para aleccionar al público.
En su producción literaria pasó del costumbrismo de las Lecturas recreativas (1887) a la sátira social de Pequeñeces
(1891), novela cuya aparición provocó gran revuelo, por cuanto su
descripción de un mundo lleno de vicios y vergonzosas debilidades fue
considerada una crítica personal; durante quince días el Heraldo de Madrid estuvo publicando juicios y erróneas interpretaciones que molestaron al autor.
A pesar de la oposición de ciertos sectores
conservadores, adoptó las técnicas naturalistas en la línea de E. Zola,
que defendía el objetivismo del autor y el determinismo de la conducta
de los personajes, aunque matizadas por algunos recursos propuestos por
P. Bourget que alentaban a la indagación psicológica de éstos. La citada
Pequeñeces (1890-1891), en la que llevó a cabo una virulenta
crítica de la sociedad madrileña y, especialmente, de la aristocracia de
la Restauración, es su obra más popular.
También reflejó un moralismo militante en otras novelas y cuentos, como Retratos de antaño (1895), La reina mártir (1902), novela en la que exalta la figura de María Estuardo, y, entre otras, Jeromín (1905-1907), en la que recrea la vida de Juan de Austria. Interesantes son también los Recuerdos de Fernán Caballero,
la autora amiga a quien Coloma imitara al principio, aun cuando sin
igualar jamás su vigor. Muchos de sus títulos fueron traducidos a varias
lenguas, y algunos pasaron posteriormente al cine en época de Franco.
En 1908 ingresó en la Real Academia Española; su discurso de ingreso
versó sobre el Padre Isla.
Al padre Luis Coloma se deben además varios cuentos infantiles, como Periquillo sin miedo, La Gorriona, Pelusa y uno particularmente famoso: Ratón Pérez.
Este último pasa por ser el primer cuento que tiene como protagonista
al Ratoncito Pérez, personaje tradicional de antiguos orígenes en
diversas culturas que trae un regalo a los niños cuando se les cae un
diente. Dedicado al futuro rey Alfonso XIII, que tenía entonces ocho
años, apareció por primera vez en 1902, en la revista Nuevas Lecturas,
junto a otros relatos; en 1911 se publicó como obra independiente, con
ilustraciones de Mariano Pedrero.