José María Sánchez-Silva
 José María Sánchez-Silva y García-Morales
  (Madrid, 11 de noviembre de 1911 + ibíd., 13 de enero de 2002) . Famoso como escritor para público infantil, es
 el único español que ha obtenido el prestigioso Premio Andersen. Su 
padre, José María Sánchez Silva, era un periodista próximo al anarquismo que se tuvo que exiliar tras la guerra civil.
 
Fue,
 prácticamente, un niño vagabundo y abandonado. Ingresó en instituciones
 para huérfanos y niños en situación precaria como la madrileña Escuela 
de La Paloma, dependiente del Ayuntamiento de Madrid. En esas 
instalaciones para menores aprendió mecanografía y taquigrafía, con lo 
que consiguió un cargo de taquígrafo en el Ayuntamiento de Madrid. En 
1934 publicó su primer libro El hombre de la Bufanda. 
Cursó estudios superiores de periodismo en la Escuela de El Debate, 
vinculada a la Iglesia católica, y pronto se significó como uno de los 
jóvenes periodistas que, durante los años cuarenta, se convirtieron en 
adalides de la ideología falangista y los intereses de la jerarquía 
eclesiástica. Su firma comenzó a alcanzar cierta resonancia entra las 
páginas del rotativo Arriba, cabeza visible de la prensa oficial, en el 
que habría de ocupar el cargo de subdirector en 1949. 
Tras una serie de narraciones que pasaron inadvertidas, en 1953 publicó Marcelino Pan y Vino,
 novelita que relata la peripecia de un niño huérfano que, recogido y 
criado por una comunidad de frailes, entabla una particular relación de 
amistad con una imagen de Cristo crucificado, al que socorre en varias 
ocasiones con pan y vino (de ahí el título de la obra). El mayor deseo 
del pequeño huérfano es conocer a su madre, milagro que hará posible el 
Cristo del convento en agradecimiento a la bondad y generosidad de 
Marcelino. La versión cinematográfica homónima, rodada en 1954 por el 
realizador húngaro Ladislao Vajda, proporcionó gran popularidad a una 
obra muy al gusto de las autoridades franquistas.
Por esta vía discurrió el resto de su obra: Historias menores de Marcelino Pan y Vino (1953), Primavera de papel (1953), Historias de mi calle (1954), Fábula de la burrita Non (1956) y Tres novelas y pico (1958). Otros relatos suyos que gozaron de cierto predicamento en su época son Adelaida; Adiós, Josefina; Aventura en el cielo de Marcelino Pan y Vino; El chihuahua que mordió a Hernán Cortés; Cosas de ratones y conejos; El gran viaje de Marcelino Pan y Vino; Jesús creciente; La otra música; y Tres animales son;
 así como los dedicados a comienzos de la década de los setenta a Ladis,
 un nuevo personaje con el que, sin salir del género infantil, intentó 
imprimir una cierta modernidad a su obra (Ladis y el FBI; Ladis en las praderas; Ladis en órbita; Ladis, un gran pequeño; Ladis va al oeste; El segundo verano de Ladis).
Por su producción narrativa fue distinguido con 
galardones que vinieron a sumarse a los premios que jalonaban su 
trayectoria periodística, como el Nacional de Periodismo o el Mariano de
 Cavia; entre esos reconocimientos literarios, figuran el Premio 
Nacional de Literatura y la Medalla de Oro Andersen (este último, 
destinado a la promoción de la literatura infantil y juvenil). 
Fue también autor de  semblanzas biográficas: Juan de Arco (1944) y, sobre todo, Franco..., ese hombre
 (1964), una encomiástica presentación del dictador, al que 
Sánchez-Silva intentó dotar de un perfil humano entrañable, enfocando la
 lente biográfica en su vida familiar y cotidiana. Escribió después otra
 aproximación a la figura del militar (Franco íntimo. Su historia familiar), así como una biografía novelada de Cristo, La adolescencia de Jesús nunca contada (1997). Entre su producción ajena a la ficción novelesca hay que ubicar también un libro de viajes titulado Un paleto en Londres (1952).
